sábado, 5 de enero de 2008

JOAN Y EL PROFESOR DE HISTORIA VENCEN A KAFKA(CON LA AYUDA DE DIOS)

JOAN DE ARCADIA
La cadena de TV “Cosmopolitan” emite la serie “Joan of Arcadia”. En ella una joven estudiante de instituto, Joan (trasunto de Juana de Arco), recibe las constantes visitas de Dios que adopta las más diversas caras (o avatares), desde el joven punk hasta la gorda limpiadora del instituto, pasando por viejas gruñonas, vendedoras de helado, etc. ( El tema musical del inicio de la serie “What If God Was One of Us” de Joan Osbourne, nos narra esa teología del Dios de la cotidianidad en la que se asienta la serie). En cualquier caso Joan recibe en cada episodio una tarea o misión – que generalmente no le place hacer – y que le ayuda a conocerse a sí misma, crecer personal y humanamente y, a la postre, nos muestra que obedecer la voluntad de Dios crea mejores escenarios aunque no sepamos muy bien cómo ni por qué . Estas misiones son tan absurdas (sic) como apuntarse a un club de ajedrez, construir un barco, apuntarse a un cursillo de macramé o lanzarse desde el trampolín de la piscina. Teología en zapatillas (¡Qué lejos de la Juana de Arco que creaba la Nación francesa!¿Estamos ante una mártir teen-ager y posmoderna, valga la redundancia? )


JOAN Y EL PROFESOR DE HISTORIA

En el episodio que me interesa (Season 1, Episode 9 "St. Joan" ) Joan recibe la misión de estudiar la asignatura del profesor más muermo de todos: el de historia. Con todo su alma y venciendo la inicial náusea, Joan estudia el tema – el contexto de la Guerra de los Cien Años y todo los sucesos que rodean a la vida de Juana de Arco. El estudio se ve recompensado con un 9,75. Ahora bien: el profesor de historia y el jefe de estudios consideran muy sospechoso el salto(Kierkegaard dixit) en las notas de Joan ( de 5 raspado a 10) y le piden que vuelva a realizar el examen. Inicialmente Joan se niega – la verdad es que ella no ha copiado – e incluso se forma un comité estudiantil que apoya a la protagonista injustamente tratada. Pero Dios reaparece en escena y le pide a Joan que acepte el martirio de repetir el examen - sabiendo que al hacerlo traiciona a los compañeros solidarios y da a entender que “sí copió”(lo que es falso). La hoguera espera a Joan – el desprecio público y la humillación. Un 10 (A+) en el segundo examen nos traslada al momento culminante del episodio.


ELOGIO DEL MARTIRIO(¿?) O KAFKA AL REVÉS

El profesor de Historia
confiesa ante Joan que, aunque en sus años juveniles era una maestro vocacional y apasionado, hace años que se aburre en las clases porque estima que no consigue despertar el interés de sus alumnos. De hecho pensaba jubilarse anticipadamente – envuelto en la tristeza y la desgana. El buen maestro se convierte en el “ente” quemado, amargado, inepto incapacitado para la enseñanza y que, además, odia a sus juveniles alumnos. El lugar natural, se dice, del profesorado. El trabajo martiriológico de Joan, “el hecho” (sic) de que Joan se haya apasionado con sus clases de historia le ha devuelto las ganas(pedagógicas) de vivir, enfrentándose al nuevo curso con renovadas iniciativas y olvidando la idea de jubilarse. El martirio de Joan ha servido, por tanto, para que el buen profesor acabe su vida laboral como la empezó: lleno de esperanzas juveniles. Bien pensado el sacrificio de Joan ha conseguido invertir el proceso (¿natural?) de la metamorfosis kafkiana. El relato de Kafka , como recordarán, se inicia con la conversión de K. en un “monstruoso insecto” y finaliza con la metamorfosis de la niña-hermanita en una “hermosa adolescente” que llena de esperanza a los padres. Pues bien: en el episodio que comentamos el profesor – convertido en un muermo y apático prejubilado, un “monstruoso insecto” de la pedagogía - acaba por rejuvenecerse y salvarse gracias a la labor teológica de la joven Joan. ¡Qué hermosa es la esperanza!

EN FIN, LA ESCUELA

Desde luego uno desea desde hace años que Dios se aparezca a los alumnos y los incite al estudio apasionado que pueda, en efecto, llenarnos de nuevos ánimos. Sin embargo lo que más me llama la atención es lo poco que necesita el profesor para llenarse de ánimos y olvidarse del aburrimiento escolar. Un solo alumno que – simplemente – pasa de 5 a 10 le hace regenerase. ¿No nos sucede a todos un poco eso mismo? Nos agarramos a esa minoría en la que vemos – o queremos ver – una chispa de interés haciendo tabla rasa de los muchos que pasan. ¿Realmente nuestro trabajo ha servido para algo o nos engañamos interpretando una nota, una mirada o un quiebro de mentón con la apertura de un nuevo horizonte?. Desde luego: no niego que el profesor abra perspectivas y hasta pueda apasionar, dejando huella perdurable y nuevo vocabulario en el alma para mejor(o al menos distinto) comprender el mundo. Pero evaluar ese proceso es imposible con el mero examen. Sin duda las mejores semillas y fecundaciones que hemos dejado en nuestros alumnos se nos escapan ( y a veces las percibimos cuando un antiguo alumno del que olvidamos cara y alma nos recuerda lo interesante de nuestras clases). Mientras tanto interpretamos gestos arbitrarios y notas. Nos damos ánimos como el célebre barón de Münchhausen que se sacaba del pozo tirándose de la coleta. En cualquier caso agradecemos a Joan su martirio y a todos los alumnos las buenas maneras y las sonrisas con las que nos hacen creer que nos escuchan y que transformamos sus vidas.



Cabecera de la serie








Vídeo de Joan Osburne (No se me emocionen, por Dios, ni caigan en el ateísmo con la propuesta)




Joan Osbourne - One of Us:

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