miércoles, 27 de enero de 2010

LOVE LAB(2). CUERPO, ARTE (3)

Napola (Dennis Gansel, 2004). Alemania, invierno de 1942. Una escuela para los futuros jefes del nazismo triunfante en un hermoso castillo rodeado de bosques y envuelto en vistosas banderas. Friedrich disfruta de todo aquello que un joven deportista pobre puede desear. Friedrich boxea y en el castillo aprende que sólo se gana si se vence por nocaut ( knockout, K.O.). Acepta las nuevas reglas.

Adolescentes preparándose para formar parte de la élite que debe vencer por KO a las emociones que incitan a la piedad, la simpatía por el débil, la necesidad de cumplir las reglas de juego o de saltarse la normas sólo si es por una sonrisa y un sonrojo. Todo eso debe ser derrotado. Ellos, los jefes, violan las reglas del juego y se aprovechan de la candidez del deporte - que es sublime banalidad que no exige la derrota - y utilizan todos los medios para hacer crecer la garra del poder que no se deja medir (y mesurar) en un cuerpo. Poder sin cuerpo y cuerpos desposeídos en la humillación. El secreto del cuerpo es - para ellos - la obediencia del humillado. Mi cuerpo no se mea encima, ni se ahoga en la carrera, ni tiembla cuando se masacra a un grupo de presos niños. Mi cuerpo duro como rueda de piedra. Deber sin conciencia y pura estrategia de poder desnudo. Engranajes dorados que se deleitan en su propia fuerza. Consistentes piezas de bronce al servicio de la estructura. Escuela darwiniana de jefes .

Escuela de jefes que aprenden el noble arte de la humillación. La humillación os hará jefes. La acción y el trabajo, libres. Aunque nada realiza más al jefe que la obediencia (Fürherprinzip, principio de autoridad). El jefe supremo se humilla ante el Destino y la impresión no le lleva a mearse en la cama. Uno aprende a no mojar las sábanas sólo por un sistemático ejercicio de humillación (del otro y de sí). Los torpes se disuelven en la noche y en el frente como carne de cañón. Los fuertes en la retaguardia sembrando nuevas formas de humillación. Golpear. Crash. Hasta el nocaut, hasta que el golpe conmociona y el otro queda incapacitado para la comunicación (no puede ni rendirse ---- no queremos enemigos que se rindan a los que ofrecer la mano de la victoria. El otro debe quedar agotado, noqueado, muerto. Inerte).

Soy un boxeador. Mi cuerpo es fuerte y flexible. Albrecht, por el contrario, es débil de cuerpo y ágil con la pluma. Un pensador; un poeta. Yo soy (también) Albrecht y mi padre se avergüenza de mí. Yo me avergüenzo de mi padre porque es un jerarca borracho incapacitado para la belleza y la piedad, enemigo declarado de la inteligencia. Pero quiero que mi padre me quiera (y me humillo ante un tipo que sé que es un jerarca borracho). Yo soy Friedrich, el chico boxeador, y peleo contra mí cuando soy Albrecht. El papá nazi se emborracha y me manda matar niños-rusos. Enemigos. K.O. El papá nazi se emborracha un poco más y no quiere que su hijo recite un poema; desea que Friedrich parta la jeta a Albrecht. Que el amigo golpee hasta el final al amigo. Yo me masacro a mi mismo. Débil. Débil el hijo avergüenza al padre.



Y la semilla fructifica y, en el engranaje de la escuela, la mayoría aprende el arte de la humillación o logra simular que lo disfruta. Simular que se goza en la crueldad. Cómo hemos aprendido la lección. Yo lo aprendí en el barrio y en las diferidas historias de papá. Mañana puedo ser un buen ciudadano de república democrática, propenso al derecho y el cuidado especializado de los débiles precisamente porque hoy he logrado simular que soy más cruel que el otro. Mañana escucharé ciudadanos poemas; ahora me sumerjo en el lago helado y cruzo por debajo del hielo como un hombre. Hoy simulo mi placer en la vejación, en la derrota por KO del enemigo.

Napola. El peso de las estructuras, el engranaje brutal en el que sólo cabe el dejarse llevar y hacer lo que ellos desean. Obediencia debida. Banalidad del mal. No saber qué pasa. Ser jefe por desidia, encriptar los deseos de otra cosa menos estresante que el deseo de forzar siempre a la humillación, hasta la última gota Sólo los grandes jefes pueden ser generosos(Hitler pintaba acuarelas, acariciaba a a Blondi y a Eva Braun). El funcionario, el grado medio en la estructura del poder, no tiene esa posibilidad. Hay que mantenerse firme en la autoridad. No se puede hacer otra cosa. Pasividad, mirar hacia otro lado y simular que se es capaz de humillar como el que más. Ocultar el pis en el pijama mejor que otros. Hacer que los otros se meen de miedo. Simulando.


Friedrich y Albrecht sí reaccionan. Reaccionan en el no hacer, en la pasividad que humilla al poderoso. Albrecht se deja llevar por las frías aguas del lago. No cabe la conversión de su acto en heroísmo. Es suicidio o accidente derivado de su debilidad. Todo es malo para el sistema. Friedrich se deja golpear, baja los brazos y se niega a jugar con las reglas que exigen el KO y con cada puñetazo que recibe su cuerpo se engrandece. No quiere vencer por nocaut, la derrota ignominiosa del rival está fuera del deporte; es política de humillación. Cada golpe es una explosión en los engranajes del sistema y resquebraja el alma de los jerarcas. Pasividad. Dejarse hacer lo contrario de lo que se espera. Mearse los pantalones, ahogarse al hacer flexiones, fumar, acariciar camareras judías, recibir una paliza porque no se tiene ganas de pelear... cruzar el campo nevado con pantalones cortos y la cara amoratada. Mirar desafiante al cielo. Dejarse hacer sin dejarse llevar por el sistema, la estructura... ser cuerpo único y doliente. No temer a la muerte.

lunes, 25 de enero de 2010

LOVE LAB (2). CUERPO, ARTE (2)


HABLA LA PRUDENCIA
:

Perdonen la obviedad del fotograma y recuerden aquello de que el idiota, cuando el sabio apunta a la luna, se fija en el dedo y no en la luna. Mediten - no piensen - y cuando logren discriminar lo que muestra y lo mostrado, el dedo y la luna si fuera el caso (que no lo es), sigan mi consejo: conviene hacerse el bobo y no dejarse llevar por la fácil tentación de las palabras.

Hagamos como que no entendemos y no pretendamos nombrar lo señalado. Si Kong se nos ofrece en su avatar de turista en la Quinta Avenida, ignoremos que quiere que le digamos el nombre de la cosa que signa con su majestuoso índice. Hablémosle de la maravilla del Empire State Building o que se vaya al MOMA. Démosle una dirección falsa para que se pierda en Brooklyn buscando a Paul Auster. Animémosle, incluso, a retornar a su isla pero nunca le pongamos en la pista del secreto de las palabras. Piensen que si el gran Kong se dejó arrastrar por el misterio de lo que sólo alcanzaba a apuntar, ¿qué no ha de sucedernos a los pobres mortales si intentamos hablar de la cosa? ¿Qué soberbia nos puede llevar a suponer que podemos crear Tratados y Summas de lo que tentó a Kong en la excusa del pequeño cuerpo de Jessica Lange?.

No entremos en el juego de las palabras, no busquemos un relato razonable del motor de fuga y vivamos modestamente. Huyamos del circo y, si la bestia nos coge por la solapa exigiendo respuestas, hagámosle un buen juego de espejos. No digamos nada, mostremos con nuestros deditos nuevas interrogaciones, tratemos que Kong nos vea como hermanos en la confusión y el sinpalabras. Que Kong sentencie. Yo apunto ( y callo):



Busca palabras el gran mono y sólo encuentra nuestras trampas y engaños. Kong quiere saber lo que le pasa, quiere diagnóstico y manual de primeros auxilios porque se ahoga en el fluir del sentimiento. Ritualiza sus síntomas más íntimos en el grito que retumba y en los tremendos golpes que se da en el pecho. Quiere convertir la emoción en las ondas del tambor torácico. Y señala perplejo a la pequeña mujer que gesticula.


HABLA LA MUTACIÓN MONO-HOMBRE:

No siguieron mi consejo y blasfemaron palabras para signar lo que el Rey suavemente señala (evito recordar los términos de su confusión). Por eso no puedo por menos de mutarme en la bestia. Les advertí y aconsejé su silencio prudencial. Yo soy ahora el mismísimo King Kong y exijo significantes, golpes de voz, grafos. No me bastan sus gestos de escándalo y risa floja. ¡He entrado en la Gran Locura de las Palabras! Han torturado a Kong en un juego de espejos porque parece que el destino de los humanos es engañar al rey. No me digan ya amor; no me engañen. Entréguenme ahora todas las palabras que me relatan el alma porque me arde la mano de escritura.

Soy King Kong. Mi cuerpo es su cuerpo y juntos nos convertimos en artistas del body art. ¿Cabe una mutación más completa que la que se ha producido en mi menguado cuerpo? Noto la fuerza de los dedos señalando mis emociones, buscando palabras con torpes movimientos de índice. Dedos signantes. Dedos que agarran aviones y toman posesión de la ciudad, exigiendo silencio en la noche urbana para poder escribir verso y tesis. Nadie calla y todos enuncian en idiomas babélicos. Escuadrillas de aviones portan grandes carteles que muestran el poster central de revistas sólo para hombres ---- ¡cómo si fuera Kong un hombre! Incapacitados todos para comprender que es la infinita emoción que recorre su cuerpo lo que quiere convertir en palabra, le tientan con masturbaciones dalinianas. Necios.

Soy Kong en lo alto del Empire State Building. Un Kong crucificado o sentenciado por la morfina que geringas jigantes inyectan desde el cielo y que no sabe ya dónde ha dejado a la chica. Un Kong que ha olvidado su cara - tiene su mérito olvidarse de Jessica Lange. Como Kong, herido de tedio, contemplo la ciudad de los estúpidos humanos y miro mi dedo. Me acaricio con él la mano y sueño con el fluido de emociones que me rompieron por dentro cuando, en el inicio de esta breve historia, yo recuerdo vagamente que señalaba algo.

Consigo romperme el esternón y me reviento el pecho. Ensangrentado me toco el corazón con mi dedo rojo. Es sólo una víscera que palpita y escupe espuma. Sigo sin encontrar palabras porque lo que quería saber se esconde en lo más íntimo de la nada.



(Postdata: Como quien quiere arreglar la cosa, el Consejo de los Humanos, se avergüenza públicamente de que se creyera durante un tiempo que el mono lo que quería era fornicar con la rubia. Asumiendo el error de apreciación, el Presidente y el Secretario del Consejo se fustigan con látigos de colores. Revisan la historia y corrigen errores de apreciación. Ahora se extiende la idea de que Kong amaba a la bella y que lo buscaba en el centro de su corazón era el amor y su corte de sentimientos. Dicen que rectificar es de sabios. Creo que seguimos sin entender el sentido del dedo del hermano Kong. Ni sabemos porque todo nos llevó a la muerte).



Imagen:
King Kong (1976)
Gustave Courbet El origen del mundo(1866)
Günter Brus: Aktion Selbstverstümmelung (Acción de automutilación), 1965

domingo, 24 de enero de 2010

LOVE LAB(2). CUERPO, ARTE (1)


Mi cuerpo. Al otro lado del espejo, decorado con colores en régimen de préstamo. Política cosmética. Mi risa ( inhabitual) debe sonar muy falsa y decido maquillarme.

I just don't know what to do with myself
I just don't know what to do with myself

Mi cuerpo. Ayer tenía barriga y hoy el culo caído. Cuerpo herido por el fuego del tabaco que se expande como lengua erótica hasta los más profundos alvéolos. Cuerpo en el mareo que enreda cervicales y oído interno o tensión baja o essstresss postraumático como de guerra (estoy en guerra y derrotado). Cuerpo asaetado como un San Sebastián- Mishima, con electrodos en la cabeza, vías de suero y contraste en la venas, cámaras endoscópicas por boca, ano, uretra, oídos, nariz, garganta.... Cuerpo con mil raíces artificiales que lo monitorizan. Perder el cuerpo como quien pierde el alma.

Perder el cuerpo en el tedio y en la extrema fantasía clínica o cosmética.


Mi cuerpo es el órgano fantasma de mis almas, de mi alma tetramórfica que se desplaza hacia el afuera a través de esa risa que dices no tengo. Me mutilaré la boca, si quieres, para acentuar la risa. Como el Joker.

Mi cuerpo y sus almas. Migran la concupiscencia y el corazón enamoradizo hacia el cerebro en pateras de colores Aláez (rosas hipocondríacos). Mis almas se acurrucan en la cabeza y la Pituitaria dice que no hay sitio para todos en los estrechos límites craneales. Luego nos quejaremos de migrañas. Dejan las almas un retén de operaciones especiales en el sexo y una patrulla de glaciadores -gladiadores en el entorno del corazón. Las demás, es la consigna, todas las almas y sus hijos a la cabeza y hacia el nuevo domo craneal. ¿Ven ustedes a todas mis almas y sus hijos como refugiados -políticos - queriendo entrar en la cabeza disfrazados de lápices de labios y colágeno?. Mi cuerpo atravesado por almas-hormigas, venas espiritualizadas por las ánimas concupiscibles.

La cabeza bombardea los caminos para evitar el gran éxodo. La cabeza mata deseos, frustra expectativas para mantener la paz en el Estado. Política de Estado en mi cuerpo; viejo edificio que comienza a agrietarse por la presencia de tantos.

Y con mi cabeza agrietada doy entrada en escena a la número cuatro, el alma que cierra la tetralogía, el alma que se niega a la migración forzada y no entiende por qué la concupiscencia no abre el sexo y lo humedece en la imagen del espejo. Alma número cuatro, alma de nomadismo y huida, en los pies, en el aire que levantan mis pasos cuando pisan las calles.

Mi cuerpo nómada y con almas desubicadas. Ganaría el nomadismo y las piernas se lanzarían a la carrera si no fuera por el espejo, sus reflejos de nada y los lápices de colores. Si no fuera por la fantasmagoría, el cuerpo abandonaría el alma y saldría de escapada. Me encierro en la instalación de Ana Aláez y convierto mi cuerpo en una fantasía de colores cosméticos y clínicos. No comparto contorno de ojos ni mirada. No comparto la cámara de mis endoscopias.



Imagen: Ana Laura Aláez: Beauty Cabinet Prototipe (2003)
Video: Kate Moss en un vídeo de White Stipes: I just don´t know what to do with myself.
Video: Elvis Costello, más cerca de mi corazón, I just don´t know what to do with myself.



martes, 19 de enero de 2010

LOVE LAB (1). MOSTRAR A FRINÉ (GÉRÔME, y 3)



Un hombre agradable y tierno
que me cuidara.


Me ha arruinado;
me ha puesto en manos de
la moralidad de la clase media

(My Fair lady)


GALATEA

Yo soy ella (pero no se ilusionen).

Mostrar; mostrar la belleza y el alma que se deja atrapar por ella. Dos amantes sorprendidos por la cámara policial y que, sin embargo, no parecen que hagan nada por evitar su captura. Dejan hacer. Ella se deja llevar - es la consigna - y él (Pigmalión) se inflama en la manipulación de la materia infinitamente pasiva, cera convertible, mármol - mantequilla en el juego de sus dedos o bajo el martillo de la dulzura. Cualquier material puede erizar el ego: la combinatoria abismal de las palabras, la piedra o la florista de extrarradio(en el Pigmalión de Bernard Shaw). También la raza aria o, más modestamente, los reflejos nocturnos de los charcos.Todo es ponerse y llevar un buen ciego (el entusiasmo también vale).

La belleza y la lógica de la pasividad. No hacer, dejarse hacer. Friné se oculta bajo el velo hasta que Hipérides - presa del pánico ante la página en blanco - decide destapar su as de triunfo. La esclava enmascara el rostro y ejecuta asustada las órdenes del maestro de ceremonias de la subasta como si fuera marioneta y, finalmente, consigue ejecutar un cambio de caderas que algunos tildaron de obsceno. Galatea, ahora, piedra en las hábiles manos de Pigmalión, cierra este pequeño triángulo dejando que la cálida carne se humedezca del sudor del mármol.

- ¡Seré idiota! - me digo. ¡Esta idea me meterá en más líos porque es más propia de ángel custodio que de mortal!. Supongo que los amantes de la belleza no aceptarán que la cosa sea tan brutalmente negadora de la acción. ¿Es lo bello siempre pasivo? ¿Es aquello que se deja tocar sin resistencia por la mirada?¿O, en reflejo, lo que nos mete mano sin que sea posible decir el socorrido no?.Me dejo llevar por la idea y subrayo la pasividad que no es inercia sino su ausencia. La inercia supone peso, gravedad, cuerpo masivo que resiste. La pasividad es fluir con las manos del que nos hace suyo en habilidad artesana. Confluir: ella (yo) se deja llevar y esa es la consigna de Friné, la esclava y Galatea. Tanta mística me provoca cierta risa interna pero, juro, que estoy tan serio que me dejo hacer por la idea. Miro su belleza; inspiro el perfume de sus manos en mis formas nacientes, cada vez más hermosas porque él (Pigmalión) así lo quiere. Me siento en sus manos como Venus emergiendo de la espuma.

PIGMALIÓN


La marimacho de la fierecilla - dicen -
se embellece en la simplicidad de la mujer domada (hermosa, por supuesto.
Por eso la más bella es Ofelia: la doma total de la ahogada)


Esculpe Pigmalión a la belleza en escala (¿qué escala?) y luego ruega a la diosa (Afrodita) que vivifique la maravilla mineral. La diosa accede y eleva el sacrificio, dicen, más allá de los límites de la urbe. Galatea vive en la piedra, se despierta humana ("humanizar" ¡ menudo verbo!). ¿Debería insistir en esta ficción que Galatea se despertó hacendosita y con buena fonética, delicada al quitarse los guantes, sublime al levantarse de la silla como la hermana de Gregorio Samsa al final de la Metamorfosis? Se hizo la cama y, en su laboriosidad, dignificó el mercado de esclavos, el campo de exterminio con su orquestina bachiana, el juicio salvaje de los machos con la diadema de laurel. También Pinocho se humanizó al ser un buen hijo sin complejos freudianos ni rebeldías. Limpió la carpintería y se dejó ahogar.

Pigmalión se rinde a la mostración de la belleza, esa belleza que - de nuevo - parece que sucede fuera de contexto y que supera marcos ( y subcomandancias) como Espíritu de la historia que destroza países, fuera o más allá de la injusticia de la Friné entregada al tribunal de los babosos o la púber esclava ante la jauría del mercadeo o, en este caso, al enamoramiento del hacedor, del que nos ha manipulado en cuerpo y alma, matizando los pliegues del glúteo con la misma precisión que Eliza Doolittle dice aquello de la lluvia en España (The rain in Spain stays mainly in the plain!) en My fair lady.

Pigmalion ha querido demostrar el inmenso poder de nuestras alma creadora, ha sido activo picapiedra o esmerado logopeda. La materia se ha dejado hacer bella y la belleza enmarca esa pasividad absoluta del cuerpo y del alma. Me veo en la noche embargado por un deseo: El descanso en la manos de otro, en los colores que nos propone el pintor y en la dramaturgia del cuadro, en el destino que me desloma y golpea en los riñones. ¿Es (sólo) eso la belleza?- gimo en el golpe seco del cincel. Me dejo llevar - esa es la consigna - y soy ente bello, alma bella, virgen preñada por el Verbo.


Sigo encerrado en el laboratorio del amor.


POSDATA:

¿Qué problemas tiene Afrodita con sus representaciones? Sorprende que la diosa más mostrada en la historia del arte primero lance a la jauría del tribunal contra la modelo que reivindica su cuerpo(Friné), origen humano de la inspiración del artista, y luego venda el producto(carnal) en el mercado para, finalmente, rechazar la escultura y vindicar la carne galateica (ella se hizo carne)¿ Y si Venus -Afrodita, la belleza- fuese víctima de la iconoclastia?). No te entiendo, Afrodita. En realidad, a ninguno de tus familiares.


Imágen:

Jean Léon Gérôme: Pigmalión y Galatea (1890)
Vídeo: My fair lady. (Audrey Hepburn y Rex Harrison; dir:George Cukor .1964)

viernes, 15 de enero de 2010

LOVE LAB(01) MOSTRAR A FRINÉ(GÉRÔME - 2)



Mirar desde el futuro. Giro la cabeza desde el futuro para reconstruir mi alma en el pasado. Recorro el mercado y olfateo porque soy perro. El perro amarillo de Marc, claro. Indago ciego en el amor que es deseo y civilidad, sangre y pacto entre camaradas, ángel custodio y azar de encuentros en la plaza arrasada por el gélido viento, tardes de lluvia y piel herida en la arena. Amistad. Conversación. Siempre un salir al afuera que en ocasiones nos cierra con crueldad de verdugo. Me quedé - nos quedamos - con la conversación, perplejos ante el amor que muestra mil caras, los mismos rostros desencajados ante Friné del cuadro de Gérôme que ayer nos iluminaba la escritura. Por eso reconstruyo; quiero decir:por perplejidad. Me miro porque estoy de obras en la casa, en el alma, en la malaedad que me es propia desde la infancia. Escruto con mirada clínica los restos del naufragio. Yo soy el naufragio (no el náufrago sino el acontecer del hundimiento, la locura del agua inundando la bodega y los camarotes, llevándose cajas de manzanas y azogue, ahogando a pobres campesinos del secano).

Reconstruyo la mirada en los cuerpos desnudos de Gérôme y me dejo arrastrar por el misterio de la absolución de Friné. ¿Por qué callaron los tribunales ante la mera mostración del cuerpo bello, modelo de diosa, impía reina de los misterios? ¿Por qué no matar a la que hace burla del mundo común trabado en la convención? ¿Qué tipo de discurso es éste del cuerpo desnudo que quiebra la retórica y la jurisprudencia, el buen tono social y el quédirán --- hundiéndose todo en el arte o más allá, en la poesía o más allá, en la mística sí, pero en el más acá de la piel que tiembla? ¿Por qué la piel gana siendo más fácil de rasgar que un lienzo? ¿Cómo justificar sin palabras lo injustificable: la quiebra de la seriedad ?





El cuerpo desnudo es ahora el de la esclava. Muy parecida la actitud gestual de la joven mercancía de hoy y la de la bella cortesana que ayer nos seducía. Ambas se tapan la cara como si fueran sus ojos las partes pudendas (¿estamos en verdad tan lejos de la Eva que se cubre el sexo y el pecho en la expulsión del paraíso y deja libre la cara a la lágrima o al terror?Lo parece ¿Ocultan o simplemente protegen las mujeres sus ojos?No sé). Sustituía fetichistamente Friné el rostro por la axila, fanal de la fuerza que destruye al consejo de censores, "dios de dios- luz de luz". La esclava de hoy , por el contrario, semioculta su rostro forzada por la boca del comerciante a mostrar su valía de hembra humillada ---- ¡qué diferentes cosas muestra el cuerpo!

Muchacha, púber, virgen inmaculada, parte de un lote en el que se integran mujeres de todas las edades - desde la niña a la madre. "El amor y la vida de una mujer" (Frauenliebe und Leben). Me pregunto qué narración nos harían cada una de las mujeres que van a ser vendidas en el cuadro y me maravillo en la precisión del detalle, en la realidad de la anécdota. Contrasto sus historias con la imagen del administrador o el notario que está sentado en la mesa, detrás de las mujeres- mercancías, y levanta acta del valor de la carne, de la deflación o el exceso de oferta de muchachitas tras las últimas conquistas. Especula él ajeno a la belleza y la lujuria, al griterío de la bancada. Es el rey de lo abstracto. La seriedad del secretario.

No, aquí no habrá absolución ni un rayo fulminará las bocas de los que pujan y convierten los senos incipientes en números: dos, dos y medio, tres, cinco ( a la una, a la dos, a las tres. Adjudicada).


La desnudez como signo de humillación - y luego el rapado de pelo. La antítesis de la belleza, la mostración del grado cero de la estética burlando la ética (y también, si acaso, el inicio de la piedad y, a la par, el estímulo que necesita de crueldad para obtener una convulsión más de sus placeres oscuros o la venganza en el borde la justicia). En la subasta la jovencita ha sido curiosamente engalanada con un coronita de laurel, burla o simulacro perverso de la historia de Dafne y Apolo. Ella, la esclava, será esa misma noche Dafne para que cualquiera de los viejos compradores se sienta Apolo por un día. Me pregunto: ¿humaniza el laurel a la joven? ¿O la humilla doblemente al dar marco estético y hasta mitológico, a la repugnancia mercantil? ¿Es aquí la belleza de la diadema vegetal la puta del mercado, la celestina de la lascivia, la muerte de toda honradez y humanidad? ¿Dignifica o prostituye el detalle de la diadema?

Lo bello es difícil

No hay luz que salve. Nada sale de la axila de la esclava salvo el hedor del miedo y el eco distorsionado de la voz de vendedor. Se acabó el sueño de la filosofía de la historia en la que las cortesanas gamberras como Friné eran modelos para las diosas y amantes entusiastas de escultores. Nada te salva.

Se hunden los cuerpos entre la baba como los miserables de Haití son arrasados por un naturaleza cuyos temblores no están hechos a la medida humana.

Reconstruyo mi alma pasada desde el futuro. La belleza se me escapa cuando, lejos de la mística, se hunden los dedos pringados de monedas en la entrepierna dulce de la esclava (como dios mete sus dedazos en Puerto Príncipe).


Me consuela, en la esperanza, el rostro de la niña que mira con tedio el espectáculo, spleen, casi ajena en su cansancio a la depredación masculina-capitalista. Quizás sueña, como la Jenny de los Piratas de Brecht, con aquel barco que ha de llegar una noche cargado de cuchillos de venganza. Roguemos, hermanos, para que en sus sueños aún quede sitio para el amor, la amistad civilizada y la conversación en la que dos pueden mirarse sin miedo a la cara. Recemos al ángel de la guarda que no nos juzga y nos protege con sus alas.


Imágenes:

Jean Léon Gérôme: La subasta de esclavos (1884)
Detalles de la subasta de esclavos y de Friné ante el areópago.
Mujer colaboracionista francesa (1945)

miércoles, 13 de enero de 2010

LOVE LAB(01) MOSTRAR A FRINÉ(GÉRÔME - 1)


Friné, musa de Plaxíteles, señora de la curva, hetaira y virgen de los Misterios. Parece que la bella dama se burla de los secretos eleusinos y de los dioses, de los ancianos que miran con eréctiles levantamiento de toga y de la retórica masculina agotada, vieja y envidiosa en la izquierda del cuadro. Las bellezas griegas tienden a ser almas gamberras.

- ¡Insania!
- le dicen - ¡ Ebriedad de la mortal que pretende compararse con la misma Afrodita!

Friné ha sido modelo en la escultura de Plaxíteles, invirtiendo éste el platonismo y toda su retahíla - que quiere que las hermosas princesas que recorren las calles sean (ellas sí) copias del Eterno Femenino. Aquí la diosa esculpida en el canon nace de la piel tersa de la mujer. Amar y después informar la piedra. Si de la mirada incandescente de Plaxíteles, posada en Friné, surgió la Afrodita Cnidea ¿ no tiene razones más que justificadas la hetaira para sentirse más bella que la mísera escultura de mármol, frío mineral, inmóviles pechos, vagina cancelada a toda excitación?.

-Yo soy carne, diosa gélida, y hago temblar a los hombres más que tu padre majestuoso con todos sus rayos de eunuco.

Pero el pasado lúbrico no es ahora cosa de broma. Ni tampoco habla la mujer cara a cara con la diosa sino con un consejo de hombres ---- La diosa sí es amazona de ironías y acepta la soberbia de Friné. En la distancia hasta sonríe a la mortal quizás porque sabe que la humana muy pronto será caduca celestina (vieja, desdentada, emputecida por el tiempo). Piedad divina; justicia humana. No. No hay bromas en el tribunal, ante el Tribunal humillada. Han llevado a Friné al areópago y aquellos viejos que frotaban sus togas con su cuerpo dictan ahora sentencias que el verdugo hace cumplir con el cuchillo délfico. No, Friné, hermana, no hay bromas. Agacha la cabeza y simula ser avara de virtud venérea.



Acusada de impiedad, el tal Hipérides trata de defenderla ante el tribunal de machos sabios que no aceptan tonterías. Los argumentos resbalan en aquellos que fueron cabalgados y no hay metáfora ni cita de autoridad ni figura retórica que salve a la mujer envuelta en su capa ligera...

- ¡Nada de soberbia en la vestimenta, por dios! - le aconsejó su abogado. Estrategia de la defensa: simular arrepentimiento, deseos secretos de recluirse en mísera cueva, volverse María Magdalena con calavera y traje de esparto. Hipérides intenta violentar la perversión del viejo y su lógica macabra: ya que no es mía - piensa cada uno -¡que no sea sino del dios castrado!.

No hay argumento que venza a la ganas de escarmentar a quien de los dioses se burlan en la embriaguez de la juventud y la belleza.

De nada ha servido el discurso de la inocencia o, al menos, del arrepentimiento. Inflexible el tribunal se cierra a la dialéctica y a la retórica. Desde que desapareció el coro, los griegos han sido poco permeables a las complejidades del corazón. Por eso, Hipérides opta por la solución desesperada - pidiendo perdón a su maestro Platón o quizás con su anuencia (nunca se sabe con el viejo zorro). Deus ex machina. Hipérides desnuda a la dama con gesto decidido, mostrando la luminosa palidez que provoca espasmos en las caras de los jueces, todo un abanico de gestos y contrargumentos corporales. El reflejo de la piel rompe la condena y disuelve la asamblea.

Desconozco el sentido de esta historia. Dicen que Friné fue absuelta después del episodio pero no sé de las razones del tribunal -precisamente porque no las hubo ni antes ni después del desvelamiento. Quizás murieron todos en el chorreo de luz proyectado por la piel blanca - una especie de síndrome de Stendhal generalizado - y, por eso, Friné se tapa la cara, preservando su mirada del poder luminoso de su desnudez. La belleza mata. O, quién sabe, pudiera ser que los últimos herederos de los trágicos griegos, en el estertor de la época clásica, rindieron homenaje a toda la belleza que sus antepasados habían velado con armas y cuerpos fuertes como de dioses.


Lo fácil, aquí, es citar a Wittgenstein:

"Lo que puede ser mostrado, no puede ser dicho"(Tractatus 4.1212)

"Lo inexpresable ciertamente existe. Se muestra en lo místico (Tractatus 6.522)

Friné, musa de Plaxíteles, muestra su cuerpo y la belleza de su orgullo cierra el horizonte a las viejas palabras que hablan de reyes y jerarquías, de blasfemias y condenas. No hay pecado porque la belleza resplandece.

Es difícil reconstruir el alma desde el futuro sabiendo que quedó atrapada en el pasado.

Seguiré hablando pues la belleza se me escapa de las manos.....






Imágenes:
Jean Léon Gérôme: Friné ante el areópago (1861)
Hans Baldung Grün: Aristóteles y Filis (1513)
Cabeza de Kauffman (Copia helenística de la Afrodita de Cnido de Plaxíteles)

sábado, 9 de enero de 2010

POTSDAMMER PLATZ


"Ya en casa, Kirchner esperaba preocupado a que
le reclutasen con destino al frente y ahogaba el pánico en absenta,
en una proporción, según Erna, de casi un litro diari
o"


Potsdammer Platz
(1914). Gran Guerra. Calle verde absenta. Las formas angulosas intentan penetrar muy masculinamente en el gran círculo que se eleva como altar o escenario de un pep show donde el voyeur se ciega con la mujer de sombrero azul. Sin embargo todo se deforma en el crisol de la velocidad urbana y bélica. Si quitásemos las figuras humanas y sus sombras nos las veríamos con la extraña acuarela de un Kandinsky borracho. Sinfonía verde con acento gris. Pero hay "el hombre" y el cuadro se define como un nuevo Vitruvio, reactualización del modelo de Leonardo. La escala de las proporciones humanas en la época de la hybris, de la desproporción.

Los viajeros salen en estampida de la estación y, caminando por las calles como en sueños, se expanden por el espacio público a la vez que la aceleración se encabrita. Los hombres del cuadro - anónimas cabezas con sombrero, buscones o despistados - esperan la llegada de la mujer lúbrica o el deseo o el valor o el tiempo de guerra que todo lo perdona (dicen) y depura("La guerra iba a traernos grandeza, fortaleza, majestuosidad"- recuerda Jünger). No se desvela el deseo o se hace inalcanzable en las vibrantes calles de absenta y ellas - al menos una- se viste ya como viuda de guerra, patriota de la entrepierna, lado oscuro de la vida cuartelaria. Todo parece que se hunde en la impotencia por efecto de la velocidad y el miedo. ¿Impotencia? ¿Qué es impotencia en 1914? Ernst L.K. quiere retornar a algún otro sitio- ¿los lagos de Moritzburg?¿la isla de Fehmarn? - pero se vive atrapado de la Plaza de Potsdam y pinta un mundo que tiembla como la eyaculación de un moribundo.

¿Temor o alma exaltada por el combate que se avecina? Llegan los hombres a la estación y se topan con las mujeres que se cubren la cabeza - son cocotas, dicen, cabezas sujetas a cuerpos que pueden ser intercambiadas - y, más tarde, se estigmatizarán en la extraña economía erótica en el rostro con velos, según instrucción de la policía que considera que el decoro exige que las lumis representen el papel de viuda de guerra. Angustia, erotismo y muerte. Cuesta cruzar la calle en el asfalto verde que vibra pero todos están como en tránsito, perdiendo la línea que los marca y ancla a un espacio, desdibujándose en sus formas intranquilas con el plumeado tan característico del Kirchner berlinés. Velocidad futurista que, sin embargo, sólo aparentemente es reflejo de los tiempos que corren; en verdad es el alma de Ernst la que tiembla y al acelerarse se distorsiona casi al modo Greco - pero mirando al espectador, como los pecados que Munch predijo para el siglo.

Yo también tiemblo por dentro y por eso me voy con Kirchner a la Potsdammer Platz en 1914. No es que sea un tipo imaginativo sino que, sencillamente, he sido devorado por el cuadro y voy a probar suerte con las lumis. Si es que logro cruzar. Voy borracho de absenta.


Imágenes:

Ernst Ludwig Kirchner: Potsdammer Platz (1914).
Vídeo Alban Berg: Lulú (Adagio)


viernes, 8 de enero de 2010

LOVE WILL TEAR US APART AGAIN ( y 4).IAN CURTIS Y (DES) CONTROL


LOVE WILL TEAR US APART AGAIN. Escucho la canción por última vez. Cierro una atmósfera de hielo que se quiebra por la calidez inmensa que oculta. La glaciación, sin embargo, sigue su curso porque Victor Frankenstein perseguirá a la Criatura (o viceversa) hasta llegar a lo más recóndito del Ártico. Y todos somos Victor Frankenstein huyendo de la destrucción del amor que no pudo decir su nombre o persiguiendo su estela de gloria y arquitectura. Nos espera el Hielo así que más vale que le salgamos al encuentro. ¿O acaso crees que resistirás toda la carrera sin agotar-te en el amor que adormeces y pretendes preservar con colores y auroras boreales? Tal vez...

LOVE WILL TEAR US APART AGAIN. Escucho la canción por última vez. Canción triste y poderosa. No deja de ser una curiosidad digna de estudio la enorme potencia que logra desplegar la tristeza del amor (¿hay otra?) en su recorrido. Curiosidades zoológicas.

***

Veo Control (Anton Corbijn, 2007) la película que quiere retratar la vida de Ian Curtis (1956- 1980), la voz de Joy Division y autor de la canción que nos ocupa.

¿No tiene algo de indecente pretender que los demás posen su mirada en las propias depresiones y tristezas?. Sí, desde luego, pero no nos dejemos llevar por las apariencias. Ian Curtis decía que la cuestión nunca es si lo que se narra es reflejo de la propia vida y de las miserias genuinas que la rodean (o si el baile en el escenario es danza o ataque epiléptico). No seamos idiotas. Lo importante es mostrar cómo las personas resuelven sus problemas ( o no lo consiguen). Lo relevante siempre es el juego y la lógica, la arquitectura de las palabras. No olvido que estoy en la Escritura.


- Ian, ¡¡eres tan deprimente!!
- Me siento feliz de estar aquí contigo
(Control)


****

El amor es fuerza que rompe los protocolos y ensangrienta los decálogos. El amor está detrás del bien vivir y de la mala vida, es eje de una civilización que amarra y destruye y siempre desborda. Es poder que genera sonrisas, sonrojos, caricias y pequeños arañazos como de gatito marramiau. Pero ese amor que nos fuerza a salir afuera - la única forma de ser digno - y romper el maldito ensimismamiento del alma, también terminará por destrozarnos, por separarnos.

Hate - y no Love - escribe Ian Curtis en su cazadora. El amor nos destruye ya incluso en la forma de juego y fragmenta la base de la cama, el pie de la columna, la raíz de la galaxia. El amor nos rompe y es entonces cansancio. Agotamiento entrópico. Estío del odio. El largo, largo aburrimiento... Spleen o desesperación. Langeweile o angustia insoportable.

Tomar conciencia de la caída del amor en el cansancio es una de las formas de la inteligencia. Difícil.

****


Amar.

Cuidar.

Salir afuera, al afuera de otro,

lo distante, lo diferido,

lo perdido...

She lost control!! - dice.





Confusión en sus ojos, que lo dice todo:
Ha perdido el control.
Y se agarra al transeúnte más próximo:
Ha perdido el control.
Y reveló los secretos de su pasado,
y dijo: "He vuelto a perder el control".
Y oyó la voz que le dijo cuándo y dónde actuar.
Dijo: "He vuelto a perder el control".

(Confusion in her eyes that says it all.
She's lost control.
And she's clinging to the nearest passer by,
She's lost control.

And she gave away the secrets of her past,
And said I've lost control again,
And a voice that told her when and where to act,
She said I've lost control again)






¡Tiene Ian tantas cosas que cuidar!.

Cuida a la mujer y a su niña
cuando el amor ya le quema en otra cama

Cuida su talento y la voz de su escritura
cuando el espectáculo le sodomiza con groupis y TV

Cuida la salud y la epilepsia con fenobarbital.

Cuida el poema con valproato.

Cuida la depresión para que no se deprima
y la locura para que no entre en cordura.

¿Cómo cuidar sin que se dañen las arterias, sin cicatrices ni somnolencia? ¿Cómo amar sin que el miedo a la sombra del cansancio nos mate poco a poco?

Inteligencia, dices. ¿Y que es inteligencia?


- La gente no comprende lo mucho que me entrego.... Hasta los que me quieren me odian.
(Control)

****

Luchan, dicen en la película, la conciencia y el corazón hasta que finalmente se pierde el control y el sistema entra en estadio convulso. Pero ¿qué es esa lucha?¿Ética y estética? ¿Deseo y deber? ¿El poema y el star- system?¿La conyugalidad y el amor-pasión?

No. No hay conflicto. Hay giro de amor expansivo que se (re)calienta a cada vuelta porque pretende llegar a todos los sitios, neuronas que se descargan porque lo quieren todo, foco de irritabilidad en le lóbulo temporal siempre alerta al éxtasis.

Grand mal o petit mal.

El amor: cuidar de mi, de ti, de él, de ello.... hasta el ahogo.

- La gente no comprende lo mucho que me entrego....
(Control)




jueves, 7 de enero de 2010

LOVE WILL TEAR US APART AGAIN (3) FRANKENSTEIN Y LA AURORA BOREAL



«húmedo y poco amable en lo que respecta al
clima,
ya que la lluvia incesante nos obligó
a encerrarnos durante días en la casa»

(Mary Shelley, sobre el verano de 1816 en Villa Diodati)

Glaciación. Inicio del proceso: cinco, cuatro, tres, dos, uno, cero.

Salgo fuera de la casa - ya no llueve - buscando los hielos que nunca se acaban; pretendo congelar mi corazón y, de paso, el fuego loco que anima mis manos en la escritura. La filosofía cayó en la ficción y ésta, ahora, cae en la ontología de un paisaje, el bello espejo de cien colores, el horizonte que no alcanzan los seres vivos - sin osos ni zorros polares - y que es desierto más allá del desierto. El septentrión. Allí donde se siente la penetración del eje terrestre y el viento solar juega a las imposturas con el campo magnético.

Frío polar. ¿Cuál es el equivalente del frío polar y la edad glacial en el orden de la meditación y el arte? ¿La desolación de un paisaje romántico o el blanco sobre blanco de Malevitch? ¿O la trepanación craneal para desmontar la geografía de los lóbulos cerebrales y volverse idiota? ¿La apatía de Marco Aurelio o el apasionamiento fanático por la estela de Belén Esteban? ¿La indolencia de Diógenes y sus compañeros los perros pulgosos? ¿Cómo conseguir que el amor no nos vuelva a partir ( Love will tear us apart again)? ¿Es la inteligencia la respuesta? Pero ¿qué es eso de la inteligencia? ¿Es la inteligencia frialdad, edad glacial, negación de la explosión de las emociones en nombre de la civilización, la lógica, el protocolo de actuación en caso de incendio, el desgarro del alma en nombre del alma? ¿O es la inteligencia sólo Escritura y ésta es refrigeración, entrada gloriosa en la edad glacial, hundimiento de la nave en los hielos árticos?

¡¡ Ejercicios espirituales en el Polo!!

- ...nos adaptamos al tiempo que nos ha tocado vivir. Eso es lo que he intentado hacer. No sé si dejando de lado lo que tú defines como amor y centrándome más en lo racional, en la inteligencia.

- ¿Dejar de lado el amor? ¿Cómo? ¿Glaciación? ¿Puede congelarse el amor y, de paso, la existencia? ¿Puede evitarse que el amor nos vuelva a separar, como dice el tema de los Joy Division?. Pero ¿cómo quebrar el amor si es fuerza cósmica - Empédocles - y todas las criaturas dicen moverse por su influjo? Congelemos el corazón, hermanos. Pero ¿cómo, cómo, cómo? ¿Acudimos a las viejas putas de la filosofía y el arte?. Que nos toquen lascivas el corazón y nos muestren que tras todos los enamoramientos sólo se esconde mecanismos chapuzas, impulsos vagos y bajos y vacíos... ¡Oh qué lejos el amor del impulso físico, animal, instintivo de la Isinbaeva en su salto !

Enfrentémonos a la tormenta y la cellisca. Escondamos el amor en una caja de hielo con triple cerradura. Dejemos que el impulso, la fuerza física se muestre. Huyamos, como la Criatura, a las frías regiones del Ártico. Dejemos que el amor se rompa para que no nos vuelva romper ni separar.



La Criatura del Doctor Frankenstein como doble - y opuesto - de Dorian Gray. El monstruo interior de Wilde se exterioriza y deja oculto al ser sensible, la criatura mejor dotada para el amor nacida de Mary Shelley, la última posibilidad de la sublimación romántica ----- el hijo de la tormenta en Villa Diodati es la expresión extremada en mitad del lago de la imposibilidad del amor civilizado. ¡¡Cuántos son los impedimentos para el despliegue del amor de la Criatura!! El deber, la fealdad, el ansia de matar y humillar y frustrar (en nombre de la educación, la cultura o la danza) que nos desborda las meninges, la envidia por la felicidad ajena o por la juventud y belleza de Dorian o por la inteligencia extrema de la Criatura nacida del ciego impulso de Victor Frankenstein. Obstáculos que incitan a la huida (o a la muerte).

- "Todos los humanos odian a los que son infelices" - dices, hermano, y te adjudicas la infelicidad más tremenda. Tu inteligencia te permite jugar con las flores y la niña, llevando al extremo la lógica, la inteligencia. Nadie entiende la jugada.

Por eso huyes al paisaje alpino, te dejas arrastrar por la soledad del viento norte y el anticiclón que trasparenta como nadie la luz. Huyes de la lluvia que nos encierra en comunidad monástica - como Byron, Polidori y Percy y Mary Shelley. Buscas el amor que no nos vuelva a separar, el amor blindado contra el cansancio y los golpes de las limitaciones. Y te fijas, quizás, en los pequeños riscos y en los cardos (como Friedrich) y compruebas que ver a los hombres desde lejos - a media ladera, como mi perro amarillo, ángel custodio que aúlla - les hace entrañables. Y te amargas por no poder acercarte a ellos y eres más consciente que nunca de tu fealdad y de tu inteligencia implacable, la sabiduría mefistofélica que has adquirido tirando a la niña, lógicamente, al lago. Todo esto tapa -lapida - el infinito amor que escondes en el interior, como un doble tierno del retrato de Dorian Gray.

Huyes al polo. Te cierras en la infinita soledad.

Te dejas arrastrar por los colores.


Sólo el color. ¿Basta con el color? ¿Cabe la glaciación del alma, la quiebra del amor para que no nos vuelva a separar, a través de la entrega al color, a los brillos y reflejos de las cosas, la inversión plena del platonismo? Llega la Criatura al Ártico y descubre la aurora boreal. El espectáculo del cielo pintándose la cara con perversión de artista cabaretero. La Criatura mira y se deja seducir. Los hombres a lo lejos, fuera de la explosión cromática.

¿Y si el enfriamiento fuese la entrega a la apariencia? ¿Y si la quiebra del amor que quema nos exigiera no abandonar jamás el espacio del color fantasmal, la mentira, la caída de toda meditación en una suerte de ficción en la que no hay que ganarse la coherencia sino sólo el placer del enlace de palabras, el chorreo de los conceptos, la sonrisa por el encadenamiento de las voces en la conversación que no va a ningún lado... No dice adónde va; vive sin la presión del salir afuera que nos exige siempre el amor.

Leía ayer (tendencias para el año 2010) que entramos en la edad del dónde, la época de la localización. "Atrás quedan el cómo de la primera mitad del siglo XX, el qué de la era dorada del pop y el cuándo de la época del revival". Todo esto me parece idiota - pero no voy a entrar en ello.Pero, ¿ y si la respuesta fuera que no vamos a ningún sitio ni hay un dónde del que partamos en la carrera? Todo es caída en el color, entrega a la fatalidad del tiempo que de todo acaba cansándonos, hasta del amor y del odio. Entrega al juego de colores del cansancio en el que siempre acabamos cayendo. Se cansó Platón de su teoría y el amante de la amada. Se cansó dios, al séptimo día, del juego de la creación (del hombre se agotó ya su amor al día siguiente) y se retiró al fondo oscuro de la historia y la cosmogonía. Nos dejó el color como anticipo del cansancio:

And were changing our ways,
Taking different roads
(love will tear us apart)


Una filosofía perezosa. Una meditación enfriada. Sólo el color basta - dices. Me arrastro en la aventura porque lo único que sé es que este juego de la Escritura me ha dominado el corazón.



Imágenes:

Friedrich: Acantilado con árboles, 20 de mayo de 1799.
Vídeos You Tube.
Imagen de aurora boreal.

miércoles, 6 de enero de 2010

LOVE WILL TEAR US APART AGAIN (2) Dorian Gray



- Belleza y juventud. Las dos cosas que merecen la pena

- ¿Cuál es tu secreto?

- Si te lo dijera tendría que matarte

- Qué aterrador!!!!


Juventud y decencia en el andamiaje. Modales en el saber estar; adverbios de modo sin verbo.

así, bien, mal, casi, como, despacio, rápido, lento, deprisa
¿Amar, odiar, respetar, violar.... ? lo irrelevante


Dorian es un encanto de hombre para las buenas suegras victorianas ----- ser encantador entre las furcias y los pervertidos no tiene mérito.

Los depravados comen de todo; ¡esa es la depravación!. Hacen el bien y el mal con idéntica dejadez, asumiendo la excitación del acto - lo extraño y raro, lo que no sucede casi nunca - o la pereza y el tedio que genera - lo habitual, lo que acaece salvo excepción de maravilla en los días que discurren en serie finita. Para el depravado todo es encantador (incluso el tedio) y encuentra brillos hermosos en el charco del sangre que deja la mujer asesinada por el aristócrata enloquecido en su belleza.

¿Qué precio estamos dispuestos a pagar por la belleza? ¿Hay algún límite que deba ser conocido en la representación de las cosas? ¿Existe lo irrepresentable o todo puede ser expuesto en este juego, en la dramaturgia del día a día? ¿Podemos jugar a cualquier juego?

Dorian: Imposibilidad para el amor (o ¡la negación del amor!) y la entrega a la fluctuación perpetua de la pulsión triunfante sabiendo que no hay consecuencias, que toda "representación" o todo juego es aceptable porque los estigmas se traducen en otro sitio, fuera de la mansión estética, en un cuadro escondido en la habitación blindada, en cajitas de cristal negro cerradas con triple llave. Cuando esto sucede, cuando sabes que hay una fuerza que nos posee desbordante y que nadie va a negarte el capricho - eso prometió a Dorian el gato mefistofélico sin abrir la boca - eres poseedor de encanto, el duende o la musa... ¡¡ la inspiración poética que convierte el pensamiento en acto sin mediación de la escritura o el sueño!!.

La pulsión se ofrece como conversión de mi mirada en fuerza física - como Isinbaeva en el salto. Más allá del bien y del mal.

¡¡ Pureza del enamoramiento sin el amor!!

Comprendemos así la tensión decadentista de Dorian por las pequeñas cosas elevadas a la categoría de detalles (lo que no puede faltar: un posavasos a juego con la copa )


- ¿El secreto? No ames porque Love will tear us apart again. No dejes que el afuera te contamine e infecte tu rostro inmaculado con los límites de la decencia, el cuidado, la represión, la civilidad... No salgas de ti. No salgas de tu enamoramiento y proyecta toda la decrepitud en otro lado. No ames porque el amor nos separará... de nosotros mismos. Y entonces, si sales fuera de ti, entonces hermano, estás perdido.

- Qué aterrador!!!!

Is my timing that flawed,
Our respect run so dry?


Imagen: Ivan Albraigth: Retrato de Dorian Gray (1945)
Video: Love will tear us apart / Susanna and The Magical Orchestra

lunes, 4 de enero de 2010

LOVE WILL TEAR US APART AGAIN ( 1 ). ¡A Yelena, si mi pluma valiera tu pértiga / de plusmarquista contento moriría!

Qué mirar????



Yelena Isinbaeva....


What do you see?,
se pregunta el autor (Bebel) del vídeo. Perfection, se contesta.

Yelena- hija de fontanero tabasarán (?) y cajera de supermercado- ama el deporte y, además, dice que le encanta leer filosofía. Quizás por eso le gustan los delfines. Los delfines parecen animales filosóficos, siempre atentos a los navíos que surcan los mares y con esa ironía socrática cruzándoles el morro. Sin embrago me parecen bichos crueles con cara de chico bueno (un remedo del retrato de Dorian Gray) y con un desprecio absoluto por las leyes del mar. Es decir: hacen lo que les da la gana --- un día salvan náufragos y otros destrozan bañistas con sus fálicos hocicos. En todo caso no creo que Isinbaeva sea un delfín filosófico. Veo a Yelena más bien hegeliana, una suerte de espíritu autoconsciente de sí que entra en el estadio olímpico como Napoleón en Jena: siendo el alma del mundo. Dice Isinbaeva:

" Es increíble (su triunfo en Zurich en 2009), después de un fracaso semejante en Berlín, pero en parte me alegro de haber sido derrotada allí porque de otra forma no hubiera tenido hambre de récords" ( aquí)

Hambre. En el inicio es el hambre ( y el hambre creó a los seres para poder saciarse - dice Chantal Maillard). Yelena siente hambre en la derrota y en los postres destroza a sus rivales. ¡Qué poco se parece a mi! Yo cuando pierdo me humillo y fantaseo con la destrucción total. El apocalipsis. Por eso no soy hegeliano: no veo eso del mal que se muta en bien. El mal es un absoluto - una infinita putada - y Yelena es la luz del estadio. Su derrota de Berlín sabe a gloria porque excita el hambre. Tengo que aprender... Sin embargo, en estos asuntos, debo ser medio anoréxico porque trato de pactar con el hambre y, al final, no tengo deseo de poder ni de gloria. Yelena se convierte en hambre positiva y me devora.


Yelena y la perfección. ¿Qué debemos hacer para alcanzar la perfección, hermanos? Yelena lo sabe - y el autor del vídeo nos da la pista. La perfección exige la conversión del hombre en animal, la mutación de la técnica en instinto. La elevación moral del cuerpo o el alma (o ambos) por encima de los tristes protocolos y manuales de instrucciones para la vida. Destrucción de la ética y la conciencia (Dicho sea de paso: Eso no lo quieren saber aquellos que programan la asignatura de filosofía en los colegios. La filosofía - ¡el arte! - nace para desmontar todos los manuales de buenas formas y ciudadanía). La perfección es crueldad para los que miramos desde abajo, aquellos sobrepasados por el movimiento de Yelena en el aire, su geometría de perfil variable, su rostro en el triunfo y en la derrota.

Me gustaría amar a Yelena y desearla. Quizás cuando acabe la glaciación. Sé que si la amara no podría percibir el impacto de su animalidad. Love will Tear Us Apart. Si me venciera su belleza y - sucio - me dejara seducir cuasionanista por los vídeos de su trasero, perdería la perspectiva de la animalidad. La glaciación sobre mi alma rompe el flujo del amor (y del deseo) y de paso me permite gestionar emociones (congelándolas). Contemplo la tremenda conversión del cuerpo y la voluntad en fuerza, en espíritu de la historia. Miro y callo. No diré te deseo, Yelena, porque Love will Tear Us Apart

Yelena no es máquina - qué estúpida la metáfora mecanicista - sino que es jaguar o guepardo. El hombre entra en trance de perfección retornando a la animalidad. Convertirse en lo otro, mutar, levantarse convertido en escarabajo o en Yelena. Fuerza y crueldad. Ternura en la sangre que bombea el corazón y que nos hace ser el desgarro en la piel de la gacela atacada por la leona y que nos muestra sus arterias. Yelena nos desgarra el lienzo de la mediocridad, de la tontuna, de este idiotismo que inicia el siglo, de aquella mezcla de pusilanimidad y fanatismo que caracterizó el siglo XX. Yelena, convertida en fuerza inconsciente, nos recuerda que el amor nos volverá a separar pero persistirá la fuerza.


Retorno a Franz Marc y su pintura con ojo de animal. Yelena Isinbaeva: animal que consiguió convertir la fuerza de la inteligencia y el hegelianismo en violencia de salto, anulación de la mente, grado cero de conciencia ética y estética, todo poder. Esa sonrisa inconsciente en la boca de Yelena que los agazapados en la escritura logramos contemplar - como gorriones a punto de ser atrapados por el águila - es el premio de la mirada fría.

Verte sonreír, Yelena, atrapados en la tormenta de hielo.

Imágenes:

Yelena Isenbayeva


Franz Marc: Destinos de animales(Los árboles mostraron sus anillos, los animales sus venas). 1913.

Video final: The Swans Love will Tear Us Apart - Jarboe Vocal

domingo, 3 de enero de 2010

Love will tear us apart ( 0) Grado cero


Parece que toca comenzar. Saco mis dedos- ojos y comienzo a tocar (el tocador distante).

- ¿Comenzar qué?

- Nada.

- ¿Acabar entonces?

- Nadie puede acabar nada. Son las cosas las que pueden acabar contigo. Calla, escribe y no te toques con versos imparisíalbos.



Soy Perro Amarillo en la mitad de la ladera.

Miro. De lejos:

Me cuesta más entregar mi amor a las personas que a las cosas. Soy un pervertido de lo inanimado. Soy la inversión del Nataniel de Hoffman. La Olimpia mecánica me seduce, no me aterra.


Inicio de la glaciación. Tres, dos, uno. Cero.


No soy dueño de mi destino. Lo necesario es un chorro spinoziano de semen divino. Una única sustancia de la que sólo conocemos dos propiedades: la extensión y el pensamiento. En definitiva: nos sobra con la arquitectura y la poética. Todo lo demás es tontería. El semen divino me fecunda, vale, pero sobre todo me pringa - a mis años con estos jueguecitos - y pretende ahogarme. Me arrojo al río de la necesidad con ojos de perro glacial. Me ahogo un buen rato aunque, finalmente, me salvo porque puedo hacer desaparecer de mi mente la pesadilla.

El Myolastan relaja mi espalda y me cancela la producción de recuerdos (eso dice el prospecto). No tengo resaca. El cava, amigos, me da hipo. Como si fuera una señorita. Pero, jopé, habíamos quedado que era un perro. Debe de ser cosa de la tortuga que es muy mala y me convierte en un perro- señorita (Miss Hund) con sombrero berlinés azul-klein. Bueno, la tortuga no es mala; es casi mineral. Casi. Y exhala hielo por su boca para frenar la dialéctica(que me aburre).

- ¿Es esto lo que esperabas, amiga, en el inicio de la escritura?

- No. No espero nada. Nada exijo. Sin sacrificios.

- Pero yo sí me sacrifico. ¿No ves mi cuerpo mortificado por el frío y la cellisca?

- No. No espero nada. Nada exijo. Sin sacrificios.

- Pero yo sí me exijo. Fíjate: escribo sin ganas sólo para ti... por ti me hundo en el Ganges blanco y me medio ahogo entre los hielos de Friedrich.

- No. No espero nada. Nada exijo. Sin sacrificios.


Empiezo el año. Es bonito 2010. Los años diez del siglo veintiuno dieron a la humanidad éxtasis y arrobamientos que entretuvieron a la población.

Inicio la glaciación para cruzar la década.

Privatizo al gatito marramamiau.

Convierto a la tortuga bicéfala en cabeza del Estado (New Order)

Soy un perro que no ladra y sube y baja la montaña suave pero inquieto.



Love will tear us apart

When the routine bites hard
And ambitions are low
And the resentment rides high
But emotions wont grow
And were changing our ways,
Taking different roads
Then love, love will tear us apart again

Why is the bedroom so cold
Turned away on your side?
Is my timing that flawed,
Our respect run so dry?
Yet theres still this appeal
That weve kept through our lives
Love, love will tear us apart again

Do you cry out in your sleep
All my failings expose?
Get a taste in my mouth
As desperation takes hold
Is it something so good
Just cant function no more?
When love, love will tear us apart again

Traducción:

Cuando la rutina aprieta,
y las ambiciones están por los suelos,
y el resentimiento cabalga fuerte,
las emociones no crecen.
Y al cambiar nuestros caminos,
tomando carreteras diferentes.
El amor, el amor nos destrozará otra vez.

¿Por qué la cama está tan fría
en el lado en el que tú estás?
¿Soy yo el que no está a la altura?
¿Hemos perdido el respeto mutuo?
Todavía queda algo de atracción,
que hemos mantenido a lo largo de nuestras vidas.
Amor. El amor nos destrozará otra vez.

¿Gritas todos mis errores
cuando estás durmiendo?
Tengo un sabor en la boca.
Mientras la desesperación aguanta.
¿Es eso algo bueno?
¿No podrá funcionar nunca más?
Cuando el amor,… el amor nos destrozará otra vez.






Imágenes:
Friedrich: Naufragio de la Esperanza (1825)
Video: Joy Division Love will tear us apart