Recordaba Umberto Eco en reciente entrevista los momentos felices de la niñez. Estos recordatorios de la memoria son cifras también de que es aquella una etapa triste.

A veces los padres y profesores olvidamos el dolor insoportable del hombre de trece años que, en un pliegue de su experiencia, siente el olvido del mundo y la pérdida de lo que aún no ha encontrado.

La etapa niña y ese estado desmadejado que es la adolescencia sea al menos, para todos, etapa que llene el zurrón de pasajes de nostalgia, cuando el olvido ha hecho ya su trabajo en la memoria y uno puede enfrentarse al pasado como es debido (a través de la mentira).

Si alquien quiere algo más, invitado queda al análisis. Sin embargo, hoy
vindico el borrado, la supresión de la masa espinosa.

PALITO ORTEGA Y MARISOL




Marisol