viernes, 10 de octubre de 2008

PLATÓN Y EL ETERNO FEMENINO(II). LILI MARLEEN COMO AVATAR POSTMODERNO DEL ETERNO FEMENINO Y ESCORZO DE NINA HAGEN

Sigo con mis dudas sobre Platón y el “Eterno Femenino”(del que, por cierto, creo que no habla). Por un lado me inclino, como dije, a considerar que el amante platónico se enamora de la fuente inagotable (sea esto lo que sea) que subyace debajo o detrás de toda mujer – no importa su forma o color . Sin embargo, la objeción de la alumna tiene su sentido(platónico): ¿pero no buscamos la diferencia del alma particular en lo profundo siendo que superficialmente todas somos iguales?. Subyace la cuestión de si en Platón cabe hablar de un alma individual preexistente y eterna...

Una variante del caso: Lili Marleen. Lili Marleen como avatar postmoderno del eterno femenino. Según cuentan (xy) Ella fue presenciada por vez primera en un poema del soldado Hans Leip. Las malas lenguas dicen que la chica del farol es, en raíz, dos: la tal Lili (la Lirio), hija de un tendero del barrio de Hans, y Marleen, la novia de un camarada de trinchera o la enfermera que les atendía. En el poema las chicas – que son comparadas, se imagina uno, en la conversación cuartelaria y sin obviar detalles sucios por parte de la soldadesca – se fusionan y trascienden sin perder un ápice de erotismo. Esa trascendencia del poema supone que Lili Marleen abarca ahora a otras mujeres (todas las novias y todas las chicas del farol, las enfermeras e, incluso, las madres que esperan con el caldito el regreso, las penélopes y la propia ciudad a la que deseamos volver).

Ahora bien: cuando el poema se convierte en canción en 1937 e himno de los soldados de todos los bandos en la IIª Guerra Mundial, a Lili Marleen se la identifica, de nuevo, con una voz - Lale Andersen o Marlene Dietrich -, y esta materialización artística no elimina un ápice de su sentido universal ni de su erotismo. De lo particular a lo universal y de éste a lo particular. Peculiaridades del arte y de la historia.


El soldado en la trinchera escucha la canción. Se siente cubierto por un extraño manto emocional y conceptual. Siente nostalgia y presiente el cuidado: sabe que puede ser cubierto de besos por esa pelirroja de la tienda de al lado o por la cálida muerte de los campos minados, por la enfermera o por el hogar. Amor y Sangre.
Y el Amor así intuido vuelve a volverse carne y materia en la voz de la cantante, en la propia voz trémula que subraya la gran paradoja del soldado que llora.
Y la sangre se coagula en un cuerpo que se siente único en el mismo momento en el que el Alto Mando sustituye al soldado muerto - generalización de generalizaciones - por nuevos reemplazos.


(POSDATA: Otra vuelta de tuerca: Lili Marleen interpretada por Nana Mouskouri & Nina Hagen. Para neutralizar el platonismo)








" En el barracón del cuartel,
junto a la entrada, ahí una farola encontré.
Y si aún permanece en pie
entonces nos volveremos a ver
bajo esa vieja farola, estaremos
como estuvimos una vez, Lili Marleen.

Nuestras sombras encontrándose,
fundiéndose en una sóla.
Nuestro amor no fue efímero,
fue puro para los que nos miraron,
y toda la gente contemplará
el momento en que estaremos bajo esa vieja farola,
como estuvimos una vez, Lili Marleen.

Entonces el guardia a mí me dirá:
"Nos llaman al frente, vámonos.
Esto podría costarte tres días de arresto."
"Estaré en un momento"
Y así fue como nos dijimos "hasta siempre",
aunque hubiera preferido quedarme contigo,
contigo Lili Marleen.

Bien conoce ella mis pisadas,
mi decidido caminar.
Cada tarde esperando...
¿por mi? Un recuerdo reciente.
Si algo me llegara a suceder,
¿quién bajo la farola estará,
contigo Lili Marleen?

De mi plácida existencia,
y de este descolorido día a día,
como un sueño me liberaste,
con tus labios tan vivos.
Cuando la nieblas nieblas de la noche se arremolinan y agitan,
a esa farola regreso,
como hice una vez, Lili Marleen."
(Poema de Hans Leip)

No hay comentarios: