Y gritaré, gritaré hasta que encuentre una razón.
Soy el último primate convertido en francotirador.
Y ahora apunto hacia tu cráneo,
porque el pulso no me fallará,
me queda el desempate,
remitido y desarmado,
mi amor no fue lo bastante.
Y gritaré, gritaré hasta llegar a tí.
Porque el tiempo nos espera y nos dará la razón.
(Najwa Nimri: El último primate)
O por el contrario....
endureceré mi cráneo con letras químicas para que ningún cuchillo pueda abrir brecha que prometa la
fuga de luz de sus atardeceres
cerraré los ojos para que no puedan descubrir el brillo de mis entusiasmos
con parches de pirata les haré sospechar que el vacío ya arropa o embalsama mi mirada (que algunos estimaban dulce y triste)
mandaré cubrir mi cabeza con plásticos agrícolas
y en vez de mi rostro verán el caballo del nitrato de chile
taponaré mis oídos con cera o con mi propia saliva coagulada en sangre de abeja
no oír será mi objetivo y pagaré con gusto el precio: no volveré a escuchar mi alma
seré el rostro olvidado
del que nadie encuentra una foto
mi piel se exiliará de todo color
mi palidez y mi sonrojo se convertirán - si quieren - en arquetipos que no encuentran carne
la magia de la luz se negará a retratarme
marginaré toda metáfora que hable del encanto o que encierre las sombras en algo parecido a un aura de exhibición
convertiré mi lengua en embutido y la haré filetes
me masticaré
y en la sombra de la tarde llamaré a todos mis muertos
para pedirles que embrollen con su jerga la gramática
escribiré con minúsculas como castigo
mientras un pintor me dibuja como el hueco que dejan tus manos al dejarse caer sobre la mesa
odiaré a la humanidad con el silencio
seré el último primate de tu colección de naturalezas muertas
2 comentarios:
decir algo sería manchar tu formidable castillo siniestro. pero yo quiero decir algo: lo que escribiste me atravesó como una estaca (y esta Srta. Nosferatu no está acostumbrada a estos embates).
tengo que escribirte para contarte que mi cuerpo, a pesar de todo, está mejor. ya respiro un poco más fácilmente (da un poco de risa, lo sé, pero es literal).
guardé como talismanes tus palabras en el pájaro de China y conservo el cuaderno en el que te tomaba notas. un cuaderno infantil de tapas blandas, color naranja. las notas se hacían árbol y bucle y terminaron siendo notas-dibujo.
la dulzura brutal de ciertos quirófanos, esa luz fría atemperada por el tacto de las enfermeras y los anestesistas, me hizo recordar tu escritura.
te abrazo fuerte.
P.S.: quise a Najwa desde que se hizo amante en el círculo polar.
¡¡ Oh, Mariel!! Escribí siniestro para ver si golpeando en el timbal resonaba otra vez tu voz. Por eso besos, besos, besos... porque tu voz me abre el cráneo con silex (no saldrá luz, no hay eón en el horizonte, pero al menos descarga la presión como en arbotante.
Que tu cuerpo esté mejor es alivio - sabía del mal pero de cómo ni de su nombre. Es hermoso respirar (y reír con el aire que nos va sobrando). Sigue cuidándote y yo te nombraré en mis ateas oraciones.
Ver mi escritura en un quirófano es elogio. La voz ácida y clínica, me decías. O así.
Un abrazo y un golpe de abanico para refrescar el aire que te atraviesa.
Luis
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