En el aula y en la faena, entre café y copa y puro o en la intimidad del estudio. Aquí mismo, círculo de escritura y vaciado del espíritu; aquí, en la oquedad escrita, me sorprendo ayer mismo en la EXAGERACIÓN. De una sentencia judicial la deriva conduce hacia el Apocalipsis y el fin de una época. El ataque a la EpC es la antesala del fin de la escuela y, puestos, de la civilización moderna, retorno a la sociedad preestatal, la “afganistanización” del mundo .
Exageración: “Concepto, hecho o cosa que traspasa los límites de lo justo, verdadero o razonable” (RAE). La exageración como motor del chiste y el opuesto de la filosofía – ella definida en la justicia, la verdad y la razón. Una filosofía (metodológicamente) exagerada pareciera una sedición en el contexto de la filosofía misma ( si es que la expresión “ la filosofía misma” tiene un sentido).
Sin embargo, sin caer en la exageración de que toda la filosofía es exageración, no puedo por menos de considerar que muchas posiciones filosóficas clásicas ( del Elogio a Helena al Ecce Homo nietzscheano pasando por la duda cartesiana o la macarra confesión de Agustín) son reflexivamente exageradas, salidas de tono, circunloquios de la razón (socialmente configurada), ebriedades de la verdad seducida por el opio o enervada por la anfetamina. Diagnóstico: la guardiana de la verdad y la mesura, es sorprendida en postura equívoca más de lo que muchos desearan.
La filosofía no puede renunciar a su actuación profética. Más allá de la lechuza hegeliana, se siente insatisfecha con la conceptualización del presente y anhela el dictamen sobre el porvenir. Y el futuro, si nuevo, es siempre exagerado. Más espectáculo de cabaret o circo freak que auto sacramental – réplica de rituales pasados. Ver el futuro en los posos de café.
Por ello continúo fiel en mi exageración: la sentencia que apoya la objeción de conciencia ante una asignatura (Epc) es la hoz que desbroza el camino hacia la eliminación de la escuela y el neo-retorno (¿neoretorno?) al totalitarismo de la familia y la tribu, el pesebre y el púlpito.
(En la imagen, X y Z, filósofos modernos, contemplan el descenso psicodélico de la justa medida)
Blondi(1978, oh exageración) Oh denis doo-be-do/i'm in love with you, denis doo-be-do/ i'm ... Oh when we walk it always feels so nice/ and when we talk it seems like paradise/denis denis i'm so in love with you/ You're my king and i'm in heaven every time i look at you/ when you smile it's like a dreamand i'm so lucky 'cause i found a boy like you
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