martes, 13 de enero de 2009
Sopresa.
Me ha gustado El guardián entre el centeno de Salinger --- tras dos o tres intentos a lo largo de quince años. He debido sobrepasar el umbral de la primera muerte para dejarme penetrar por ese Peter Pan depresivo.
Juvenil, bañado en mi sangre sangre virgen , retorno al mundo.
En Central Park he comprendio por qué sentía tanta pena al contrastar ( por activa y por pasiva) que la mayor parte de la gente es idiota .
Tengo menos de ningún amigo y, por eso, Holden Caulfield se aprovechó de mi. Bueno no estuvo tan mal: no-descubrimos dónde estaban los patos del lago en invierno y no- nos preparamos para morir en el medio oeste cuidando vacas (bueno, yo me bajé antes: en la Castilla profunda. Ahora hago balances contables, llamo a empleados atrapados por la nieve y leo la temperatura ambiente de las heladas aulas llenas de niños con ojos dorados que juegan en el campo de centeno. Temperatura media: 14 º).
Dios: sin alma y sin corazón habrías hecho carrera y yo no me hubiera perdido en aquellas largas sendas depresivas.
Patos en Central Park
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
si un cuerpo encuentra a otro cuerpo, cuando van entre el centeno...
Holden fue mi segundo amor (despues de henry chinaski,claro)
un saludo!
Publicar un comentario