Mi imagen : Balthus (Los bellos días).
Asumo la relevancia de la filosofía como instrumento para el desarrollo de la actitud crítica y la apertura al mundo ignoto con la espada consagrada de la Verdad, la Belleza y la Bondad. Vale. Sin embargo, me gustaría subrayar en mi agenda pedagógica oculta, el hedonismo subyacente de toda especulación o uso de conceptos, ese gozoso estiramiento del alma (como las niñas de Balthus) derivado de la lectura y, sobre todo, de la conversación sin fin.
¿Qué me gustaría transmitir a mis alumnos? Tal vez que comprendieran que la obtención del placer espiritual – tan poco distinto del físico – es un objetivo de toda reunión en el aula. La iniciación a la filosofía exige la apertura de la mente a la infinita movilidad del vocabulario y al gusto que provoca el recorrido del mismo por la cabeza o el papel blanco o el aire de la complicidad.
La filosofía – y enlazo con lo anterior – definida como psicodelia: manifestación del alma (o si se me permite un añadido: psicodelia como desvelamiento gozoso del alma sobre base de la memoria de otros) .
Más tarde vendrán otros que nos hablen de utilidades y coherencias, de verdad y belleza y bondad. Más tarde vendrán los Días Extraños de los real
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