miércoles, 29 de marzo de 2006

CONTROL DE LA REPRODUCCIÓN Y REPRODUCCIÓN TÉCNICAMENTE ASISTIDA


Alguien puede encontrar paradójico que propongamos la necesidad de realizar un control de la natalidad para frenar nuestra proliferación en el planeta y, a la vez, nos esforcemos humana y materialmente en mejorar nuestras técnicas de reproducción médicamente asistida. Si el objetivo es frenar los nacimientos, ¿por qué incidir y modificar la naturaleza allí donde ésta nos ofrece el objetivo cumplido?.

No faltará quien establezca una lectura política de este hecho, afirmando que es en el Sur pobre donde se insiste con más fuerza en la necesidad de frenar el crecimiento demográfico natural sin ofrecer ni medios ni alternativas técnicas mientras que el Norte rico gasta millones en incrementar las posibilidades reproductivas de sus ciudadanos más allá de los límites naturales. Algunos grupos hablan de “un genocidio silencioso de los pueblos” en conspiración malvada de la ONU a través de sus planes de control demográfico. No lejos de esta tesis están los grupos provida. En fin, muchos politólogos hablan de la demografía como un arma potentísima en las relaciones internacionales.

Quizás la paradoja sea menos intensa si tenemos en cuenta que la exigencia de un control de la reproducción se propone en el ámbito global – es una cuestión ecológica y social - y, por ello, trata de incidirse en aquellos países en los que la demografía está menos controlada y el incremento de la población repercute – negativamente – en la calidad de vida. Por el contrario, la reproducción médicamente asistida es un asunto individual que intenta responder al deseo de una maternidad (o paternidad) biológica. No habría contradicción entre exigir un control natalicio y ayudar a aquellos que no pudieran a tener un hijo. Desde luego, una justicia global nos exigiría que todo el mundo acceda a estas técnicas que permiten una maternidad deseada y a la vez el apoyo para el control necesario de la población.

Algunos enlaces sobre el tema:

Centro Joven de Anticoncepción de Madrid

Sociedad Española de Contracepción





Como curiosidad, en la página del Instituto Marquès de Ginecología nos informan sobre la donación de semen (para hombres) y de ovocitos(para mujeres).

domingo, 19 de marzo de 2006

ARMAS BAJO CONTROL

Cada minuto una persona muere víctima de la violencia armada.La falta de control sobre el comercio de armas agrava los conflictos, la pobreza y los abusos contra los derechos humanos.2006 es un año decisivo para poner las armas bajo control. En junio, Naciones Unidas celebrará una conferencia en la que se deberían aprobar unos principios globales que regulen el comercio internacional de armas. De momento más de 50 gobiernos de todo el mundo apoyan la necesidad de un mayor control.
Que no pase ni un minuto más. Muchas vidas están en juego. Ha empezado la cuenta atrás y tenemos 100 días para poner fin a esta situación

¡Adhiérete a Un Millón de Rostros y pide un Tratado Internacional sobre Comercio de Armas!

viernes, 17 de marzo de 2006

AUTONOMÍA Y SALUD, ¿PRINCIPIOS COMPLEMENTARIOS INCOMPATIBLES?


La anorexia es una grave enfermedad que afecta, es sus formas más severas, al 2 % de la población. Pudiera estar generada por alguna predisposición genética aunque el entorno es su desencadenante. Afecta sobre todo a mujeres jóvenes. Creo que la anorexia es un asunto que ha despertado un alto interés social por la combinación de varios factores: la juventud de las afectadas, la asociación de la enfermedad con valores estéticos muy aceptados socialmente – la belleza y la imagen – y la crueldad de una patología que desmonta ante nuestros ojos cuerpos jóvenes.

Esta semana hemos sabido que la Audiencia de Barcelona ha ordenado el internamiento (forzoso) de una anoréxica de 20 años, atendiendo a la petición de la familia y al riesgo de suicidio que corre la enferma. La joven precisa de tutela – judicial y familiar – a pesar de su mayoría de edad porque es incapaz de reconocer la gravedad de su enfermedad. El Tribunal en la sentencia considera el caso de esta joven una forma de “detención regular de un enajenado”, previsto en la Convención Europea de Derechos Humanos. Desde una perspectiva ética, el principio de autonomía se ve “cancelado” (o imposibilitado) en virtud del principio de no maleficencia ( se impide que el paciente se haga un mal por omisión y para ello se niega su derecho a elegir). O, en argumento paralelo, se considera que el principio de autonomía no es que se cancele por la sentencia sino que estaba ya anulado por la enfermedad (la paciente no es realmente libre).

Seguramente nada podemos objetar a esta actuación judicial. Más aún: consideraríamos que no “hacer algo” en este caso implicaría una actuación indigna de toda la sociedad.

El alcohol y las drogas generan graves problemas. En casos extremos las personas que abusan de estas sustancias pueden acabar en situaciones de “enajenación mental” grave poniendo en riesgo tanto sus vidas como la de los demás. De hecho, la mayor parte de la gente razonable considera normal que la sociedad – a través de los tribunales – intervenga en estos casos de drogadicción (quitando la tutela de sus los hijos menores por ejemplo o forzando su atención sanitaria). Los argumentos son similares: la autonomía personal queda cancelada cuando nos situamos en riesgo grave de autoagresión o de daños a terceros. O, en el segundo argumento, la libertad de hecho no se da en esa persona al estar “enferma en el alma” por su adicción o por los efectos de la droga.


Este fin de semana se convocan grandes concentraciones de “botellón” en toda España. El consumo de alcohol y drogas es un grave peligro para la salud propia y ajena (pensemos en los accidentes de tráfico que cada año provocan personas con altas tasas de alcohol en sangre y que terminan con la vida de ellos, de sus acompañantes o de otros usuarios de la vía pública). Por otro lado, el consumo de drogas y alcohol es y ha sido un vehículo de diversión y socialización. Las drogas nos quitan los males, ofrecen paraísos artificiales.

¿Qué hacer para encontrar el equilibrio entre nuestras costumbres y los riesgos, entre la libertad y la evitación de daños letales a uno mismo y a los demás?
¿Deben actuar los poderes públicos con leyes que busquen la salud y persigan a los generadores de enfermedad? De hecho la prohibición de muchas drogas es una realidad y su tráfico (o comercio) se penaliza como delito contra la salud pública. La ley antitabaco, las prohibiciones de venta de alcohol a menores etc, va en la misma línea. ¿Debemos seguir haciendo BIOPOLÍTICA para evitar los graves riesgos de la salud?
¿Es legítimo este cierre de nuestra libertad en nombre de la salud?

jueves, 2 de marzo de 2006

El sueño de la razón produce monstruos























En su célebre grabado "el sueño de la razón produce monstruos" Goya nos advertía, en los inicios del siglo XIX, de los problemas que podía plantear al ser humano el olvido de la inteligencia. Libre del razonamiento, sujeto a las fuerzas del prejuicio y la ignorancia, la historia humana nos conduce al horror. La ciencia debería ser arma de liberación.

Ahora bien: cabe entender el aforismo de otro modo. También la razón (la ciencia, la técnica) sueña con el poder. Y su sueño puede culminar en pesadilla. La razón, no sujeta a los límites de la prudencia humana, también puede llevarnos a la zona oscura en la que aquello que nos debía liberar nos esclaviza.


Nada más siniestro que la madre que desea asesinar a sus hijos - así Blancanieves o Hansel y Gretel. De igual modo hay algo de monstruoso e innombrable en que aquellos que debían cuidarnos nos aniquilen. La enfermera vampiro - la otra cara de la sensual enfermera vampiresa - es símbolo del temor que, de fondo, recorre muchas de las problemáticas de bioética.

Nos sentimos débiles en manos de la bio-técnica. Precisamos cuidado pero queremos conservar la libertad y la dignidad. En estos días que comenzamos a hablar de bioética convendría reconocer el papel de los profesionales de la salud ( y rogemos que no se conviertan en vampiros).