jueves, 30 de abril de 2009

तत् त्वम् असि or तत्त्वमसि

Tat tvam asi

"LAS FORMAS DEL MUNDO MANIFESTADO

no las fuerzas formantes

ni los orígenes,

menos el centro radiante"

"Por su lentitud, (la tortuga)pudiera simbolizar la evolución natural, contrapuesta a la evolución espiritual, rápida o discontinua en mayor grado"


(Todo: Juan Eduardo Cirlot: Diccionario de símbolos)

Imagen: Gunther von Hagens


miércoles, 29 de abril de 2009

ZOOLOGÍA BICÉFALA. LA TORTUGA (I ).

En el Extremo Oriente tiene un significado cósmico. En relación con ello, dice Chochod: “La tortuga primordial tiene la concha redonda por encima para representar el cielo y cuadrada por debajo para representar la tierra".


Dali: Tortuga, sobre poemas de Mao Zedong



Para los negros de Nigeria, es similar al sexo femenino y efectivamente se le atribuye sentido emblemático de la lujuria.

La sonrisa vertical: Karla Mena


En alquimia representa “la masa confusa”

La tortuga es un símbolo de la realidad existencial, no un símbolo trascendente, pues aún como conjunción de círculo y cuadrado concierne a


LAS FORMAS DEL MUNDO MANIFESTADO



no a las fuerzas formantes ni a los orígenes, menos al centro radiante.



Cirlot: Diccionario de los símbolos


lunes, 27 de abril de 2009

AUTOBIOGRAFÍA: LA CLÍNICA Y EL POP ( I )


" Estimada señorita Corazones Solitarios:

Tengo dieciséis años y estoy desorientada; le agradecería que me aconsejara. Cuando pequeña estaba acostumbrada a que los chicos que vivían en la cuadra se burlaran de mi y no era tan terrible, pero ahora me gustaría tener amigos con quien salir los sábados a la noche como las demás chicas, pero ningún muchacho me va a invitar, porque aunque bailo muy bien y tengo una linda figura y mi padre me compra lindos vestidos, nací sin nariz.

Me siento y me observo todo el día y lloro. Tengo un gran agujero en medio de la cara que asusta a la gente y también a mi; por eso no puedo culpar a los muchachos de que no quieran invitarme a salir con ellos. Mi madre me quiere pero se pone a llorar desconsoladamente cuando me mira. ¿Qué hice yo para merecer esta terrible desgracia? Aunque hubiera hecho algo malo, nada malo hice antes de cumplir un año, y sin embargo nací así. Le pregunté a mi papá; me dijo que no sabía, pero que tal vez algo hice en el otro mundo antes de nacer, o quizás me castigaron por sus pecados. Eso no lo puedo creer porque él es un hombre muy bueno. ¿Debo suicidarme?

La saluda atentamente,
Desesperada


(Cfr. Miss Lonelyhearts, de Nathanael West. Citado por Erving Goffman: Estigma. La identidad deterioriada. Amorrortu editores.)

Compré este libro hace veinte años y aún no lo he leído. Sin embargo de vez en cuando vuelvo a esta cita inicial que, debo reconocer, me conmueve. Mis sentimientos ante la carta de Desesperada mutan en mi alma y paso de la risa a la tristeza, del horror a la ternura en escasos segundos.

Modalidades de la autobiografía como género: el consultorio periodístico o el análisis clínico pop.

Miss Lonelyhearts de Nathanael West o el poder perverso de la ficción que se regenera a sí mismo.

La mejor autobiografía (incluso en el caso de la autobiografía del otro) ¿es la ficción?

miércoles, 22 de abril de 2009

AUTOBIOGRAFÍA Y AUTO-MASOQUISMO CAMP


“La belleza de la antigüedad es un efecto y no una causa de la nostalgia. Sé muy bien que se trata de nuestra propia invención. Pero es bueno mantener este tipo de nostalgia, de la misma manera que es bueno tener una buena relación con nuestra propia infancia si se tienen niños. Es bueno sentir nostalgia hacia algún período, a condición de que sea una manera de tener una relación positiva y responsable hacia el propio presente. Pero si la nostalgia se convierte en una razón de mostrarse agresivo e incomprensivo hacia el presente debe ser excluida. ( Una entrevista con Michel Foucault, 25 de octubre de 1982).

La autobiografía no puede construirse como ejercicio de nostalgia. Autobiografía es a la nostalgia como la virtud al vicio (al menos en la edad adulta: quizás sea legítima en la adolescencia) . Sentir nostalgia del propio pasado implica el movimiento exactamente contrario al de la escritura de la propia vida. La nostalgia vivifica muertos: proyecta en el fondo de la caverna la impresión de que nuestros cadáveres continúan bailando y amando en algún rincón olvidado de la historia. La autobiografía, por el contrario, debe fosilizar el pasado, enfriarlo hasta convertirlo en causalmente inactivo y posibilitar así la apertura de alguna nueva posibilidad, una brecha de juegos y libertades. La autobiografía es el Ur- relato que nace de la ruina fosilizada e invadida por la selva. El pasado se mira como el espacio arquitectónicamente inhabitable y nos lanzamos a nuevas narraciones.

La nostalgia impide la fosilización que la autobiografía escrita exige. Ese elemento constructor que definimos como “nostalgia” es una cierta forma de ver, una trampa que algo pone a la escritura para hacerle creer que ella (la escritura) es vida o vivificadora y no fósil o fosilizadora. Malo si la escritura se cree herida y no mera cicatriz.

La nostalgia, en la que caemos irremediablemente, se desactiva si y sólo si se la violenta para que se muestre bajo la forma de lo camp o, incluso, lo kitsch ( y ese sería el uso irónico-positivo de esa maldición estética)

"No es un modo natural de sensibilidad, suponiendo que tal cosa exista. Es más, la esencia de lo camp es el amor a lo no natural: al artificio y la exageración. Y lo camp es esotérico: tiene algo de código privado, de símbolo de identidad incluso, entre pequeños círculos urbanos" (Susan Sontag :Notas sobre lo camp (1964)

La nostalgia vertida en pop lleva impresa la cifra de “lo ridículo” y queda asumida como ejercicio masoquista quién sabe si necesario para la escritura de la autobiografía.


RAE: ridículo, la. (Del lat. ridicŭlus).
1. adj. Que por su rareza o extravagancia mueve o puede mover a risa.
4. adj. De genio irregular, excesivamente delicado o reparón.

(Imagen: Balthus, El pintor y su modelo leyendo)


IF I LISTEN TO YOUR LIES WOULD YOU SAY
I´M A MAN WITHOUT CONVICTION
I´M A MAN WHO DOESN´T KNOW
HOW TO SELL A CONTRADICTION

(SI ESCUCHO TUS MENTIRAS, ¿DIRIAS QUE SOY UN HOMBRE SIN CONVICCIONES?/¿QUE SOY UN HOMBRE QUE NO SABE CÓMO VENDER UNA CONTRADICCIÓN?)



“COMO PUEDES SER CONMIGO TAN CRUEL/ CUANDO SIEMPRE ME HAS HECHO TU CREER / QUE MI AMOR ERA UNA DROGA/ Y TU AMOR ERA PASIÓN”

lunes, 20 de abril de 2009

¿Por qué me muerdes el labio precisamente ahora que había decidido besarte?(Burgos, hacia 1980)


“La asociación de la prohibición y de la fuerte incitación a hablar es un rasgo constante de nuestra cultura.(....) Mi pregunta era: ¿cómo se obligó al sujeto a descifrarse a sí mismo respecto a lo que estaba prohibido? Es una pregunta sobre la relación entre el ascetismo y la verdad.
Max Weber dejó planteada la pregunta: si uno quiere conducirse racionalmente y regular su acción de acuerdo con principios verdaderos, ¿a qué parte de su yo debe uno renunciar? ¿Cuál es el ascético precio de la razón? ¿A qué tipo de ascetismo debe uno someterse? Yo planteo la pregunta opuesta: ¿de qué forma han requerido algunas prohibiciones el precio de cierto conocimiento de sí mismo? ¿Qué es lo que uno debe ser capaz de saber sobre sí para desear renunciar a algo? Así llegué a la hermenéutica de las tecnologías del yo
” (Michel Foucault: Tecnologías del yo).

Supongo que es realmente difícil encontrar constantes en la vida propia. Siempre se ha dicho que uno es el peor espectador de uno mismo y por eso nos entregamos a maestros, psicoanalistas o amigos. Sin embargo creo que éstos de nada sirven si el objetivo es la escritura de esas constantes más que la comprensión o el alivio. O si la escritura se levanta en la entrega de despachos existenciales con pretensiones de generalato o comandancia.

No quiero curarme sino escribir mi cura. Por ello, la escritura no es sólo una tecnología del yo (que quiere conocerse o cuidarse o mutar en esposa) sino que el yo es tecnología de la escritura (que quiere de algún modo instituirse en el pastor robótico de la autobiografía en marcha).

La auto-biografía como auto-escritura. Cubrirme del caparazón de los signos ( el destino de la tortuga). Una forma de morir libremente elegida; una muerte filosófica: ser fósil, piedra, reptil, gramática de lengua ignota jamás hablada --- incapacidad para generar gusanos, impotente para la putrefacción.


Por eso muerde en el beso el labio que había decido ya morir

Las anécdotas de mi vida se tornan (terapéutica o algebraicamente) categorías, estigmas en la carne muerta de los antiguos instrumentos de tortura (gramaticales) que el ejercicio revela.

¿Por qué levantamos la postilla? Alargamos así la cicatrización y garantizamos la marca. Siempre me he levantado la costra de mis heridas. Uno no se acostumbra al dolor sino que se hace adicto por fe redentora.

He mordido los labios que habían decidido besarme.
He huido del conocimiento cuando este me abría sus puertas ( y anunciaba entre susurros la promesa de hacer lo propio con sus piernas).
He quemado cuadernos; he escrito cuadernos.


Me dejo llevar por esta vergüenza de la ininteligibilidad.

Pido perdón.
(Imagen ---- Balthus: Couple)

sábado, 18 de abril de 2009

Cajones cerrados y las mil llaves


La imposibilidad de la propia autobiografía y la autobiografía como ruptura de sí, quiebra del traje (ya no tan nuevo) del emperador, conquista de la libertad por la liquidación de esa mezcla de sangre y polvo que es la propia tradición (mi vida).

“Y aún podría justificarse este empeño diciendo que lo que se intenta con este alejamiento del paradigma, kantiano es desplegar un análisis crítico del pensamiento que evite la sujeción antropológica a la que, de Kant a Heidegger, parecemos estar condenados: esa continuada repetición de lo positivo en lo trascendental, en la que la finitud aparece siempre a la vez como límite y como fundamento. Acerca de este horizonte filosófico cuya caducidad fue denunciada por Foucault en Les mots et les choses, Dreyfus y Rabinow nos dicen: «El hombre aparece: 1) como uno entre otros hechos que hay que someter al análisis empírico, a la vez que la condición trascendental de posibilidad de todo saber; 2) como un ser rodeado por todo lo que no puede explicarse claramente (lo impensado) a la vez que un cogito potencialmente lúcido; 3) como el producto de una larga historia de la que nunca podrá alcanzar el origen, a la vez que, paradójicamente, la fuente misma de esa historia».(Citado por Miguel Morey: Introducción a Tecnología del YO)


“ Yo aparezco(1) como el hecho que hay que someter al análisis de la inteligencia soportando el camino que va desde la memoria hasta la acción y, a la vez, el único que puede hacer mi autobiografía, , convirtiéndome en ficcionador de mi propio ser, negándome al silencio en Dios (hágase en mi según tu palabra), rechazando en ese primer gesto de la escritura autobiográfica la instancia del consuelo (aún anhelando, como el adicto, la dosis). Yo aparezco (2) como un ser impregnado (ser y no ser) por todo aquello por lo que yo soy un artefacto, una plataforma de escritura y de violencia, ese punto negro que – dicen – es “un cogito potencialmente lúcido”. Yo aparezco (3) como el producto de una vida imposible ya de recorrer (no vale aquí la corrupción voluntaria de lo vivido ni la casta santidad), una vida que se ha perdido y malgastado en sueños provocados por una mala digestión, frases de amor fosilizadas plagiadas de libros de fósiles, cajones cerrados y sin llave; y a la vez yo sólo soy y sólo yo puedo ser las llaves de esos cajones :

Nous sommes deux nous sommes trois
Nous sommes mille vingt et trois
Avec le temps avec la pluie
Avec le sang qui a séché
Et la douleur qui vit en nous
Qui nous transperce et qui nous cloue
(G. Moustaki)

Y a la vez, digo - y siempre todo es a la vez - yo somos la fuente de esa historia que sólo perversa e impropiamente me pertenece en autoría”
(Citado por Bicéfala: Prólogo a Antropología zoológica, I)
Imágen: Dalí, Cabinet Antropomórfico)

jueves, 16 de abril de 2009

"Teenage Wasteland"


Veo Quadrophenia .

Conocí a Jimmy siendo yo también adolescente. Me identifiqué, claro, con su hostilidad romántica y su decepción. En las mismas fechas leía el
Lobo estepario de Hesse. Dos veces seguidas. No he logrado superar el ateísmo desde entonces. Y eso que me enamoro casi a diario.

Ahora , muchos años después, vivo-sufro la adolescencia desde otra esquina del cuadrilátero. Soy el padre que se duerme en el sofá y el profesor que regaña al chaval por malgastar su tiempo. Sin embargo en el fluir lento hacia la muerte siempre hay algo que perdura, una huella sin pie, un marca que no han logrado borrar los mantras del deber y la norma y que se cuela entre las canas y la barriga, la próstata y la colonoscopia: ¡Sostiene mi identidad aquel vacío! ¡El desierto!. Amigos, no he logrado superar la emoción básica de Jimmy en el callejón.

Teenage wasteland
Its only teenage wasteland

Teenage wasteland

Oh, oh
Teenage wasteland
Theyre all wasted!


Cuando todos los mitos se derrumban, cuando los símbolos que sustituyen a la tradición que uno niega se estrellan en el fondo del acantilado, la única forma de no caer en el cinismo ( en el sentido malo de la palabra: yuppis, brokers y otros espabilados) es la fidelidad al desierto, al teenage wasteland.

Ser sabio - lo que ahora pretendo - es saber modular el vacío que me raja el vientre desde aquellos maravillosos años.

(Nota mental 1: Uno de mis primeros recuerdos es una escena de televisión. Un coche como de los años veinte se dirige hacia una casa en la colina).

(Cita mental 1:
"La importancia social de éste(del cine) no es imaginable incluso en su forma más positiva, y precisamente en ella, sin este otro lado suyo destructivo, catártico: la liquidación del valor de la tradición en la herencia cultural. Este fenómeno es sobre todo perceptible en las grandes películas históricas. Es éste un terreno en el que constantemente toma posiciones. Y cuando Abel Gance proclamó con entusiasmo en 1927: «Shakespeare, Rembrandt, Beethoven, harán cine... Todas las leyendas, toda la mitología y todos los mitos, todos los fundadores de religiones y todas las religiones incluso... esperan su resurrección luminosa, y los héroes se apelotonan, para entrar, ante nuestras puertas» nos estaba invitando, sin saberlo, a una liquidación general. (W. Benjamin :La obra de arte en la época de la reproductibilidad técnica).

(Alucinación virtual 1: BABA O´RILEY























martes, 14 de abril de 2009

COSAS QUE HACER


1.- Hacer mi autobiografía.

2.- Hacer una voz. Oír la voz que hago. Oír voces.

3.- Hacer violencia a las cosas --- según dicen, la única posibilidad de hacer filosofía.

4.- Hacer (-me) una colonoscopia.

5.- Hacer que la ternura de las cosas no se vea flagelada por la violencia de la filosofía (y la colonoscopia). Salvo si la ternura de las cosas cede a la voluptuosidad y olvida la inteligencia. En este caso,

6.-¡ Haced de mi un tipo duro!.

7.- Hacer de danzante y cantor para entonar himnos y nanas que saquen a Bicéfala de su hueco óntico.

8.- Hacer un blog (éste). Hacer una escritura (ésta).

9.- Hacer lo que debo sin morir antes de hacer lo que no debo(en Denver).

10.- Hacer que la Semana sólo autorice dos días de hundimiento, caída y pústula.

martes, 7 de abril de 2009

viernes, 3 de abril de 2009

PROYECTO Y FRACASO DE AUTOBIOGRAFÍA POR DESERCIÓN DE LA MEMORIA EN EL INICIO DE LA BATALLA. CUATRO

LAS CARTAS DE LOS MUERTOS

Leemos las cartas de los muertos como dioses indefensos
pero, al fin y al cabo, dioses, ya que conocemos la continuación.
Sabemos qué deudas no se pagaron.
Con quiénes se precipitaron a casarse las viudas.
Pobres muertos, muertos cegados,
engañados, falibles, previsores en vano.
Vemos muecas y guiños a sus espaldas.
Al oído nos llega el rasgar de testamentos rotos.
Ridículos, como sentados en tostadas de mantequilla,
echan a correr en pos de sombreros al viento.
Su mal gusto, Napoleón, el vapor y la electricidad,
sus curas mortíferas a enfermedades curables,
su bobo Apocalipsis según San Juan,
su falso paraíso terrenal según Jean-Jacques...
En silencio contemplamos sus peones en el tablero de ajedrez.
pero cuando ya han avanzado tres casillas.
Cuanto habían previsto sucedió diferente,
o un poco diferente, es decir, absolutamente diferente.
Los más vehementes nos miran confiados a los ojos
para por fin ver, según sus cálculos, la perfección.

Wislawa Szymborska (Acaso, 1972)


Praemeditatio malorum: Meditación que anticipa la pobreza, el sufrimiento y la muerte.

Tarea: Dejar de escribir en la blog. Conversión en Viernes de Dolores

jueves, 2 de abril de 2009

PROYECTO Y FRACASO DE AUTOBIOGRAFÍA POR DESERCIÓN DE LA MEMORIA EN EL INICIO DE LA BATALLA. TRES

“Nietzsche se convierte a si mismo en un atleta de la vigilancia y de la presencia de espíritu. Todas las excitaciones, aspiraciones y acciones son puestas bajo la luz penetrante de la atención. Su pensamiento se convierte en una tensa percepción de sí mismo. Nuestro filosófo querrá ver también su propio pensamiento, y en este intento se le descubre un mundo profundamente diferenciado de pensamientos en la trastienda, se le revelan motivos, autoengaños y ardides de todo tipo.

Desde muy pronto Nietzsche es un maestro en desenmascarar los propios manejos. En 1867, durante su época militar, anota: “Es una buena calidad la capacidad de poder ver su propio estado con ojos de artista, la de tener una mirada de gorgona incluso en medio de los sufrimientos y dolores, en medio de las incomodidades y cosas semejantes, aquella mirada que instantáneamente lo petrifica todo en una obra de arte, la mirada venida del reino donde no hay ningún dolor” (Safranski: Nietzsche)

¿Puedo yo mantener semejante tensión y vigilancia o, por el contrario, el aire y el agua acaban por reventar la costuras de mi traje nuevo de memorialista de sí? ¿Puedo crear la memoria que me petrifique o, por el contrario, yo soy lo único que no puedo mineralizar y, paradoja, el único con derecho a ser mineralizado por mi?

miércoles, 1 de abril de 2009

PROYECTO Y FRACASO DE AUTOBIOGRAFÍA POR DESERCIÓN DE LA MEMORIA EN EL INICIO DE LA BATALLA. INTERMEDIO

1 de abril. Se impone el día.

La imposibilidad de la memoria me mata. También su promiscuidad. Mi memoria se acuesta con todos y, por más que intento fijar la atención y mantener la distancia, se disparan imágenes y sabores, olores y palabras que el buen sentido me dice que son imposibles. El perfume de mi memoria es de otros; sabe a cama extraña, incestuosa. El tacto de su saliva es una mezcla imposible de todos sus amantes. La memoria es buscona.

Me recuerdo corriendo - la guerra ha terminado pero yo corro - por temor a un bombardeo. Cruzo el Paseo de la Isla, cerca del palacio de Franco (hoy es sede del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua). Me caigo y me abro la cabeza. Se me infectará la herida. Me curaron con polvos de azor . No terminaba la brecha de convertirse en costra o cicatriz. Pero la herida me importaba un pito. Todo me importaba una mierda porque nada lograba acabar con el agujero de mi estómago. La época del hambre. Mi padre me hablaba de la época del hambre. Él - Franco, no mi padre - prometió Ni un hogar sin lumbre, ni un español sin pan. Eso me lo decía la abuela por la mañana, en la cama y rodeados del maldito frío burgalés. Mi abuela pasó hambre pero el hambre no se tatuó en su piel. Fue la primera persona digna que conocí ( o recuerdo). ¡Dios! Siento el hambre; el hambre es mi poética. El día más feliz de mi vida fue cuando terminó racionamiento del pan. Se lo contaré a mi hijo -- para que sufra como yo; lograré hacerle culpable de no haber pasado hambre. Serás débil, hijo, caga más un buey que mil golondrinas. Hambre, hambre... Madre, la guerra ha terminado y yo me he abierto la cabeza. Ella me mira ciega. Quema un extraño cartón oloroso para combatir su asma que huele a hachis. No me mira la cabeza. Es una sombra. Fue una viuda de posguerra. Al abuelo lo mató una ambulancia. Aprovecharon el atropello para llevarlo a la morgue.

La guerra ha terminado. Será peor la posguerra que la guerra, profetizo. La herida de mi cabeza me hace visionario. Mi nieto será poeta. Pero eso lo vi yo, creo; mi padre se hundió en la niebla del hambre --- y allí sigue.