martes, 31 de marzo de 2009

PROYECTO Y FRACASO DE AUTOBIOGRAFÍA POR DESERCIÓN DE LA MEMORIA EN EL INICIO DE LA BATALLA. DOS

“¿Por qué me pongo tan triste cuando pienso en aquellos días?¿Será que añoro la felicidad pasada?... ¿O será por lo que descubrí más tarde, por la sombra que ese descubrimiento tardío arroja sobre aquellos días del pasado?
¿Por qué? ¿Por qué lo que fue hermoso, cuando miramos atrás, se nos vuelve quebradizo al saber que ocultaba verdades amargas?¿Por qué se oscurece el recuerdo de unos años felices de matrimonio cuando nos enteramos de que el otro tuvo un amante durante todo ese tiempo? (...) A veces un final doloroso hace que el recuerdo traicione la felicidad pasada. A lo mejor es que la única felicidad verdadera es la que dura siempre. Porque sólo puede tener un final doloroso lo que ya era doloroso de por sí, aunque no fuéramos conscientes de ello, aunque lo ignorásemos. Pero un dolor inconsciente e ignorado, ¿es dolor?”
(Bernhard Schlink: El lector)

¿Cuánta es la espesura de lo borrado? ¿Cuántas interpretaciones y hermenéuticas que desconocían su nombre han fracasado antes de iniciar esta autobiografía? La costra de la tachadura hace temblar el signo. Lo quiebra. El pasado rememorado, si consciente, tienta al silencio. Nada más lleno de pringue que la memoria; incapaces somos de limpiar el espejo en el que se desborda. No hay pulido definitivo de la lente.

La autobiografía, si consciente, es dolorosa. No por lo desagradable del pasado sino porque en el amago de un primer inicio se ocultan cien intentos previos que no se atrevieron a dar el paso: “Nací en aquel lugar y en aquella hora. Los relojes no se pararon”.

¡Es tanto lo borrado!. Nos gustaría leer los cuadernos que de niños llenamos de poemas y cuentos pero fueron quemados una tarde de vino y rosas. En cualquier caso, ¿quién se atreve a ver en ellos lo que allí había?¿No veremos en aquellas letras la estupidez de nuestros rencores? Es por eso que nos persigue el abandono; el suicidio. La morfina nos parece más digna que el ridículo. Rememoramos aturdidos por una dosis extra y así nos enfrentamos a la alucinación transvestida de la autenticidad del pasado. En el humo del opio se caligrafiaron las palabras del embrujo: amor fati.

El cínico observa al emperador con sorna y anuncia su borradura. Nada dura, idiota, en tu imperio. El final doloroso, el final cierto, el sufrimiento, la angustia y la muerte que acompañan la existencia te alcanzarán a ti. Olvidamos que todos vamos a llegar a casa en cajas de madera. La memoria olvida.



Bicéfala: no se me escapa que, fruto de la pasión y del constante enamoramiento en el que caemos los viejos, a veces creemos estar en el primer poema y en el pórtico de la carne virginal, flechazo de la letra y los pezones morenos. A veces confiamos en la memoria posible, en aquello que vamos a relatar a nuestros amigos después de la juerga. Nos imaginamos narrando el juego de la seducción y lo buena que estaba la menda










(¿Son estos recuerdos míos? ¿Estuve yo allí? ¿Deserté en Viet Nam? ¿Soy yo Sweet Martha Lorraine? ¿Por qué me resultan tan familiares estos sonidos?)

lunes, 30 de marzo de 2009

PROYECTO Y FRACASO DE AUTOBIOGRAFÍA POR DESERCIÓN DE LA MEMORIA EN EL INICIO DE LA BATALLA. UNO

“Esa memoria es y será siempre un palimpsesto y cada nueva inscripción borra la anterior , y aún cuando la última no sea - y eso es más frecuente de lo que se confiesa – más que una invención destinada a adaptar el pasado a las predilecciones del presente” (Juan Benet:Luis Martín-Santos, un memento).

ÉL: Si esto es así, no cabe argüir que mi experiencia de viejo sea escudo y valor en el combate, ni que la experiencia defina un grado que nos eleve por encima del propio discurrir de las palabras jóvenes. ¿Qué ventaja tiene ser palimpsesto y no ya tabula rasa o pantalla en blanco? Ninguna: nada eleva ni ilumina el paso de los años, cada palabra debe combatir en el decálogo de la lógica, el ritmo, la sonoridad o la cuadratura. Como el primer día.


BICÉFALA: Sin embargo se me ocurre que cabe salvar el santuario de Mneme considerando que nuestra experiencia de viejo es mejor que la palabra del joven por una cuestión de textura, por nuestra capacidad para detectar en el palimpsesto de la memoria el grosor de lo borrado. De otro modo: si frente al dogmatismo del primer trazo imponemos desde la vejez la ironía del gesto mil veces repetido ---- tócala otra vez Sam, volveremos mañana a (re)escribir la historia. La memoria se salva si se torna nihilista y melancólica; si la escritura incluye su borrado. Si nuestro canto se transforma en la voz de nómada que abandona su propia vida en el gesto de la autobiografía.

Pero nadie conocía la tonada
que era inventada para la ocasión
y se fue por el camino a contemplar
los desvelos de las ultimas sombras.

Y caminando iba pensando que ganar
siempre es tentar a la otra cara de la suerte
y que por eso te hacen daño los huesos
cuando golpeas fuerte.

Y sintió la alegría del olvido
y al andar descubrió la maravilla
del sonido de sus propios pasos
en la gravilla.


domingo, 29 de marzo de 2009

BERLÍN (CHA CHA)


Sólo una vez vi Berlín. Fue un año después de la caída del muro. 1989 o 1990.

Yo tenía un Renault 21. Ellos, los osteuropäisch, Trabis recalentados donde metían sus dos metros de pierna y el olor a berza. Los alemanes con mercedes y casitas en Mallorca miraban a sus (próximamente) compatriotas como se mira a los sobrinos huérfanos. Distanciados y expectantes. Mi amiga alemana decía que olían extraño. La cocción de la verdura en agua marca la diferencia (“¿Cueces o enriqueces?”). Entre el Wansee berlinés y las calles de entrada a Potsdam había años de polvo. Y abandono. La frontera entre el jardín y la ruina era una bandera roja. En Potsdam triunfaba el kippel. Yo penetré el muro con mi coche y sólo vi esa bandera roja - limpia, planchada, reluciente en el ondulante viento. No sentí nada. Es decir, sólo tristeza.

Dormí en mi coche, dentro ya de Berlín Occidental. A la mañana siguiente aparqué a veinte metros del Reichstag, cuando el Reichstag era ruina y en su interior creo que Foster exponía sus ideas de remodelación. Éxtasis: la Alemania soñada (un totum revolutum de años treinta con nazis y Brecht, la Rote Armee Fraktion y los squattters...) me penetró en golpe de realidad por la vena izquierda. Pero es extraño que yo pudiera aparcar allí. Algo no era adecuado. Toda la mitología comenzó a resquebrajarse. Yo no lo sabía, claro, casi nunca uno sabe lo que pasa cuando pasa. En cualquier caso es lo malo de viajar con la cabeza llena de imágenes.

El telón de acero olía a tocino rancio. Los puestos fronterizos abandonados - los checkpoint – eran ocupados por el utillaje de las constructoras. Los policías orientales y occidentales reprimían a los turcos del rastro. Me vendieron trozos de muro y medallas comunistas.

Nadie me selló el pasaporte.

Huí. De un tirón hasta Heidelberg. ( Civilización morfina: si la vida es tránsito a la muerte, la hermana morfina debe acompañarnos siempre y bajo las más diversas formas. La cultura y la tarea de civilización es una de ellas).

(Coches pequeños que contrastaban con mi flamante coche nuevo y grande. Creo que nos odiaban. Con razón: íbamos a verlos como se mira a los monos. Dos españolitos miraban a los "ciudadanos del este" como las suecas miraban a Alfredo Landa).


Maravillosos años ochenta. Entré en ellos con mitos y salí atontado. Creí que aquella sería mi década. Pero nadie tiene década. Da igual ser joven como aquella hermosa o viejo como éste. Creerse más cerca o más lejos del pasado, de tu pasado, es juego de intelecto y escritura. No estamos en ningún sitio. Sólo en las tristezas y alegrías, espantos y bellezas, que se recrean constantemente en la memoria y que parecen remitirnos a un tiempo – aquél o éste – necesariamente falseado por nuestra maldita tendencia de escribir y borrar, escribir y borrar, escribir y borrar









viernes, 27 de marzo de 2009

I love you like I love myself and I don't need nobody else !





Al fin y al cabo esto es lo que hay. Y sólo hay lo que hay por mucho que el otro de bicéfala se empeñe en triquiñuelas y misticismos. Estos fueron mis ejercicios espirituales; esta película- Cha Cha - nos llevó a salir cantando sin saber inglés ni alemán, a amar Berlín y el Este cuando aún existía el Este frío, nuclear y triste. Nosotros no habíamos salido de la ancha Castilla y nos hicimos cosmopolitas por el r´n ´r. Toda una inmersión en la aguas del Jordán, fiesta de Pentecostés, don de las lenguas, cha cha

miércoles, 25 de marzo de 2009

bucle místico y espejo de Boulesis

( Viene de la nota 2 del día de ayer o es la nota 3 al día de ayer o es nota al ayer del ave boulésica o comentario de la metamorfosis de Nina Hagen en Böhme transformada)

¡0h maravilla de metamorfosis! Estaba allá y, en fin, me creí aquí ( o me creí allá y estaba aquí). La blog rompe sus barreras espaciales y allí, en la casa Boulesis, uno se siente en casa. Y casa es Wandeland25... y otros (muchos o pocos) sitios donde recala la tortuga, donde el pie de página es cuerpo de texto. Esto es la familiaridad.

En todo caso, fluctúan los espacios (el "éste" y el "aquél". Pensemos en la ambigüedad de la frase: "Ésta refleja a aquella y aquella refleja a ésta". Cuestión: ¿a quién se refiere el segundo "aquella" del enunciado, ¿a "ésta"? ¿"aquella se transforma en "ésta"?.).

Los bucles de identificación - el allá es el aquí - no son fruto del azar si tal cosa significara cierre de la investigación, abandono de la sorpresa a la sorpresa por afán de gozo que sólo buscara el vértigo de la montaña rusa. Ahora bien: si el azar "es el nombre de nuestra ignorancia" y de la pasión (por la escritura, por ejemplo, o por la existencia, quizás), el bucle no teme ser hijo del azar. Si es asumible la cita de Wittgenstein - "No cómo sea el mundo es lo místico,sino que sea" - la coincidencia( del allí en el aquí) es familiaridad en la experiencia. Y ya se sabe: la familiaridad es siempre tarea de faunos, demiurgos y silenos; obreros del azar y patinadores que quieren poner freno - cifra y medida - a la sorpresa sin abandonar por completo el impulso y el viento en la cara .

(Al vent,
la cara al vent,
el cor al vent,
les mans al vent,
ells ulls al vent,
al vent del món)

salud - os

martes, 24 de marzo de 2009

bucle místico y espejo de Boulesis

Degrademos: de la razón a la inteligencia. De la realidad al mundo.
Degrademos: de la inteligencia a mi inteligencia; del mundo a mi mundo.
Degrademos: de mi inteligencia a mi mente; de mi mundo a mi horizonte.

Degrademos: de mi mente a mi percepción; de mi horizonte a mi paisaje.
Degrademos: de mi mente a mi imagen; de mi paisaje a mi geología.
Degrademos: de mi imagen a mis colores; de mi geología a mi tierra.
Degrademos: de mis colores a la LUZ BLANCA; de mi tierra al POLVO MINERAL.

La luz blanca y el polvo mineral. Una ontología.

"El juego de negaciones no puede atravesar el abismo, del mismo modo que tampoco puede atravesar el abismo entre racionalidad y existencia: "No cómo sea el mundo es lo místico,sino que sea". La suma de negaciones puede en todo caso provocar en el alma un vacío que la predisponga a la experiencia. Y también puede servir, tras la experiencia, para expresar el fracaso de cualquier intento de descripción de lo indecible. (Pierra Hadot: Apofatismo y teología negativa)

Lo mismo, tal cual, en la BOULESIS hoy.

lunes, 23 de marzo de 2009

la experiencia

Creo que siempre me ha interesado la conexión existente entre la (mi) experiencia y la filosofía – o la creación literaria en un sentido más amplio. Cuando hablo de (mi) experiencia en este sentido estoy pensando en la peculiarísima y exclusiva relación que se establece entre los (mis)diversos órganos conectados – del estómago al cerebro pasando por el tacto o la uretra, el alma o la arrugas perversas del carácter – y eso que para abreviar llamamos el mundo externo . O dicho de otra forma: lo que me sucede a mi y en mi, para mi y circunnavegado por mi. La experiencia es “mi mundo”, eso a lo que se refieren los señores y señoras de cierta edad cuando dicen “ay, si yo le contara. Podría escribir una novela” ----- y que generalmente tienden a ocultar por pudor o vergüenza (que no sentido del ridículo).


Inicialmente mi posición con respecto a la experiencia era militantemente negativa. La escritura – y más la filosófica – debía negarse a ser cauce expresivo de la experiencia. La ruptura con lo vivencial particular debía ser plena. Por ello se debía huir de ese espacio con la misma repugnancia y elegancia con la que un neoplatónico ignoraba sus poluciones. Nada más horroroso -me decía - que el pensador pesimista porque ha perdido a su familia en un accidente o atentado y ha quedado lisiado de por vida. Antes bien: me parecía digno de encomio la actitud del existencialismo más oscuro – todo tipo de discurso sobre la podredumbre y la precariedad violenta de las cosas – que venía retratado por un tipo sonriente que jugaba al tenis con pantaloncitos blancos, rodeado de bellas y achispadas mujeres, sin un maldito día de depresión. La escritura era actividad de la palabra, el concepto debía imperar sin contagio de hemorroides o corazones partidos. Por eso, en cierta ocasión inicié un escrito con la siguiente declaración de intenciones: “Vivo en el mundo; que a nadie importe”.

La edad me ha hecho viejo y me encuentro en el inicio de la tarde (o es ya la noche) de la vida solo con mi experiencia, con la memoria que me da testimonio de su muchas falsedades, con impulsos insanos y manías vergonzantes. La palabra no gana a la depresión o al entusiasmo. Me interrogo sobre la (im)posibilidad de salir de la experiencia en la escritura, sobre la subordinación de ésta a aquella, sobre el bucle (no melancólico) que nos conduce después del giro lingüístico a la subjetividad experiencial, al yo-yo-yo-yo-yo-yo-yo- yo-yo-yo-yo-yo-yo-yo- yo-yo-yo-yo-yo-yo-yo- yo-yo-yo-yo-yo-yo-yo - yo-yo-yo-yo-yo-yo-yo- yo-yo-yo-yo-yo-yo-yo- yo-yo-yo-yo-yo-yo-yo- yo-yo-yo-yo-yo-yo-yo - yo-yo-yo-yo-yo-yo-yo- yo-yo-yo-yo-yo-yo-yo- yo-yo-yo-yo-yo-yo-yo- yo-yo-yo-yo-yo-yo-yo - yo-yo-yo-yo-yo-yo-yo- yo-yo-yo-yo-yo-yo-yo- yo-yo-yo-yo-yo-yo-yo- yo-yo-yo-yo-yo-yo-yo.

Un problema: es difícil tratar con el más mentiroso de los seres.

viernes, 20 de marzo de 2009

LA CUESTIÓN ESCOLAR (SIN BICÉFALA) TRES

JORNADA TERCERA: LA SAGRADA FAMILIA

4.- La escuela y las familias. Ellas mandan; ella (bajo su forma tradicional) pierde.

4.0. El objetivo de este ejercicio meditativo no es el cambio político sino la toma de conciencia de lo creo que ya está ahí como masa desbocada, con el santo propósito de que intentemos tomar las riendas en el oficio. No sé si puede hacerse. Por otro lado, insisto en que las leyes han sido la espuma del proceso de más largo alcance que nos ubica en lo que podemos llamar “la edad democrática


4.1. La escuela era espacio libre de familia en el modelo antiguo. En la anécdota más veces contada - “en aquellos tiempos, si decías a tu padre que el profesor te había castigado (o pegado) él añadía nuevas penitencias a tu osadía”- queda claro el poder autónomo de la escuela nacida a finales del XIX para “amejoramiento de las clases desfavorecidas” e inicio de la estabulación de los infantes. Hoy la democratización a la que la escuela debía conducir ha acabado con la escuela (aquella) al posibilitar la penetración de la familia en la misma. Lo escolar se nos ha hecho familiar -- porque la escuela es hoy ampliación de la familia nos guste o no.

4.1.1. La escuela, como creación del siglo XIX, era ya en el origen un proyecto de la “edad democrática”. El giro radical en nuestros días deriva de aquel propósito. Al separar al niño de la familia extensa se subrayó y se ayudó a crear a la familia nuclear moderna y su dominio omnímodo sobre el infante.


5.- ¿ El futuro es la expansión del hogar en la escuela?.

5.0. Una lección a sacar de la polémica de la Educación para la Ciudadanía. La familia está madura para elegir los temarios y los objetivos y hasta el profesorado. Si puedo elegir facultativo y pedir una segunda opinión médica, ¿no tiene sentido que mi hijo se enfrente al aprendizaje de las matemáticas o la lengua con quien ofrezca el proyecto más adecuado a mis intereses?. De hecho la célebre sentencia de la EpC niega el derecho a la objeción pero abre la puerta de la censura a aquel profesor que opte por las exposición de lo inadecuado. Ahora bien: lo inadecuado ¿lo define el Estado o el Profesor (libertad de cátedra)? No parece el caso. Ambos deben circunscribir su tarea en el orden de la “información objetiva”, según la sentencia. Lo adecuado y lo inadecuado es un asunto de los proyectos personales que sólo las familias pueden decidir (en el caso de los menores). Y, sin el menor género de dudas, me parece que lo adecuado y lo inadecuado definen “la información objetiva” en todos los espacios del saber.

5.0.1. ¿Serían las matemáticas una excepción? No; el rigor y disciplina que exigen pueden quedar fuera del tipo de esfuerzo que yo considero adecuado para un adolescente. Es decir, pueden ser más dañinas para el espíritu de mi “proyecto de vida” que mil quinientas clases de EpC.

5.0 bis. Una lección a sacar de la polémica de la Educación para la Ciudadanía. La sociedad – la familia - está madura para elegir los temarios y los objetivos y hasta el profesorado. En los tiempos que corren, lo adecuado, lo que debe ser contado, se define por “compromiso de la comunidad educativa con los alumnos y las familias”. Es una (cuasi)evidencia: si tuneamos coches y customizamos vestimentas, ¿no podemos hacer lo propio con la educación de los hijos? La tesis del cheque escolar insiste en lo mismo: si me otorga la posibilidad de elegir a quién entrego la tarea de educar a mis criaturas previamente debo “chequear” lo que me ofrece – su catálogo de servicios y compromisos, su Proyecto Curricular - y supervisar – y monitorizar si fuere el caso – todo el proceso.

5.0 bis 1 Si nos colocamos en analogía con la ética médica, no asumir la personalización de la educación sería como garantizar el derecho de la autonomía del paciente y, más tarde, considerar que el principio de beneficencia médicamente interpretado es carta de triunfo.

5.0.bis 2 En la actualidad puede personalizarse la educación cambiando a los hijos de colegio o instituto. Hay niveles de exigencia diversos. Y, visto lo visto, pretender homogeneizar niveles con una prueba común – reválida o selectividad - ¿no sería intromisión, violación de los idearios de Colegio, intento de definir lo inadecuado?

5.1 . La administración – hablo desde Castilla y León – insiste en sus documentos en la cuestión de “el compromiso de las familias”. Vemos cambios del lenguaje. Así, por ejemplo, se pasa del Programa para la Mejora del Éxito Escolar al Programa para la Mejora del Éxito Educativo. Si debe haber compromiso o pacto, las partes deben poder tener cartas de triunfo. A primera vista las familias parece que están excluidas de “lo escolar”(definido por los expertos) pero sí tienen una capacidad para estipular qué es “lo educativo”. El siguiente paso es la redefinición de lo escolar para que tenga cabida el hogar. La intervención en el diseño curricular.


5.1.2. El cambio de la expresión “éxito escolar” a “éxito educativo” muestra que el objetivo socializante del que hablamos como objetivo de la escuela está para no irse.

5.2. La renuncia a lo escolar nos debe llamar a alarma. Lo escolar deviene confuso y “políticamente incorrecto” porque carga con toda la herencia de una escuela sin familia.

5.3 La rivalidad de la escuela publica y la privada no es cuestión relevante en este espacio de meditación. Ambas sucumben. En todo caso, ¿se abre la escuela privada a las familias tal y como son o invoca a éstas a la ejemplaridad de la Sagrada Familia? Tiendo a pensar que esta última es ya hoy grupo desestructurado. El niño Jesús precisa apoyo educativo (en la privada, claro).

5.3.1.Por lo demás ¿tiene interés para nosotros que la iglesia católica – señora principal de la escuela privada-concertada – sea hiperconsciente de la relevancia del cuidado de las almas infantiles? La iglesia siempre es un ejemplar zoológicamente interesante para los etólogos.

6.- Debemos experimentar la presencia de las familias en lo escolar para que el proceso no conduzca al nihilismo. ¿Claudicación?. Quizá otro instrumento de resistencia: después de la fragmentación autonómica y la conversión de las leyes generales de educación en temas estrella del cambio político ( el “mareo de las leyes”), la presencia de las familias sin un plan de combate adecuado en la toma de decisiones pedagógicas puede convertir la escuela en un acelerador de partículas: una fragmentación exponencial. Intentemos controlar el proceso, oh Santos Caballeros del Saber.

6.1. La escuela puede ofrecer la disciplina y la apertura a la comunidad que la familia no se atreve a marcar. Y, vergüenza da repetirlo, la escuela es sitio para el saber experto que necesariamente se mueve en una caracterización de lo adecuado y lo inadecuado.

6.2. La presencia de las familias en el Alto Mando de la escuela – de cada escuela – ¿exigiría (idealmente) que éstas trabajaran con el “velo de la ignorancia”, sabiendo que deben legislar para todos? Muchos creerán que esto es evidente (los Consejos Escolares trabajan según el modelo parlamentario). Ahora bien:¿es esto posible y hasta adecuado? La familia no puede trabajar por el interés general porque es familia y ella define (¿define?) lo adecuado y lo inadecuado. La familia en el Alto mando de la escuela, chequeando y monitorizando la faceta “escolar” no puede traicionar su espíritu para convertirse en otra cosa (un grupo de burócratas cubiertos por el velo de la imparcialidad). La cosa no es ofrecer más peso al Consejo Escolar. La familia comprometida en lo escolar debe ser Sagrada Familiadefinidora de lo inadecuado - y no representante público. Pero esa Sagrada familia debe entrar en combate con la definición de lo inadecuado que plantea el profesor.

6.3. ¿Son las familias Sagradas Familias? En un porcentaje elevadísimo, cuando surgen los problemas, las familias muestran ante sus hijos – adolescentes – una sensación de impotencia que acaban proyectando en el medio. Si esa impotencia pudiera convertirse en poder – Cheque Escolar Power - ¿qué sucedía con nuestro orden escolar?.

6.4. La escuela tendrá futuro si los Santos Caballeros del Saber combaten o danzan con la Sagrada Familia

Bicáfala bosteza: Muchacho, la familia en la escuela acabará proponiendo la salida de la familia de la escuela (si tuviera un momento de autoconciencia). Lo más probable es que tu idea de la escuela como acelerador de partículas se haga realidad. Yo, en mi esquina, contemplaré el espectáculos con mis gafas polarizadas. Tus apelaciones comunitarias acaban, si acaso, en estalinismo y, como se sabe, el estalinismo es poco duradero ( la burla se adueñe del sistema tras las primeras matanzas).

martes, 17 de marzo de 2009

LA CUESTIÓN ESCOLAR (SIN BICÉFALA) DOS

JORNADA SEGUNDA

1.- El tic-tac del tedio escolar clásico no se conjuga adecuadamente en la sociedad de la Tuenti-PSP. Sin embargo, convertir la escuela en espectáculo no se sabe a qué extraños lugares nos puede llevar. Ese es extremo peligro. Por eso debemos asumir el acto educativo en términos teatrales. La dramaturgia debe poner límite a la espectacularidad de los tiempos; está forzada a “marcar los tiempos”.


1.1. La pedagogía como dramaturgia. La retórica deviene pareja – no sierva – de la dialéctica (quizás más adelante, cuando se entre en intimidades, pueda desvelarse quién es estricta gobernante en esta extraña pareja). Curiosamente la escuela, institución del aprendizaje y del conocimiento, debe jugar alquímicamente con la mentira y la caricatura. Debemos mentir para que algunos jugadores continúen en la mesa. “Escolar” es a conocimiento como “caricatura” a retrato.


1.1.1. Las TIC sin la mesura o marca del canon escolar son inicio de perversión (pedagógica).

2.0. En “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” de P.K.Dick los humanos construyen su existencia entre el Amigo Buster – signo y cifra del Show TV: el entretenimiento - y el Mercerismo – una neo-religión de corte extático y comunitario: la espiritualidad. Creo que esta dualidad marca camino en la reflexión pedagógica.

2.0.1 La escuela es espacio de conocimiento y aprendizaje. Ahora bien: en ella también se tiene que bautizar al alumno con una cierta concepción del sacrificio - como gestor de transformaciones cognoscitivas – opuesto al hedonismo dominante en la sociedad del entre-tener. Del mismo modo el sentido comunitario – el pacto y el cuidado que construyen la vida social - parece que debe ser tematizado escolarmente para limitar la atomización que nos conforma en los tiempos de la Bowling Alone.


2.0.2 La escuela prepara para el combate con el mundo. De algún modo, es “militar” en su textura. Esta “estructura de apropiación” militar del alma infantil debe ser circunvalada dramatúrgicamente para que la obediencia no esterilice el alma. La dramaturgia permite dar paso a la ironía y la crítica (bien es verdad que de un modo medido, escolar). Esta aporía define la escuela.


2.0.3 . El tardo-capitalismo en crisis (¿si?) nos individualiza como borregos a través del placer barato que, si sensatos, nos haría llorar y orinar sangre. A veces, como alternativa, nos propone extravagantes integrismos que enrojecen.


2.0.4 . Estos componentes de sacrificio y comunidad que se añaden a la enseñanza de los contenidos positivos por parte de expertos exigen medidas socializantes y tienen que ver con un cambio de actitudes. En los cimientos la (aparentemente neutra) transmisión del saber exige un cambio existencial y social --- entre otras cosas porque los alumnos ya no vienen de casas aseados en disciplina y responsabilidad. Por eso se justifica que en la escuela habiten los sabios y los desvalidos, los poetas y los alienados. Sólo esto justificaría la escuela “integrada”.


2.0.4.1. La escuela debe ser espacio de terapia y socialización. Ambas funciones articulan la transmisión de saberes y habilidades en un decálogo que debe imponerse con pacto y cuidado, con látigo y espuela , seda y caricia. En la escuela hay una violencia legítima que la supresión de los castigos corporales no debe hacernos olvidar.


2.1. ¿Quién puede matar a un ruiseñor con diez asignaturas si en la calle claman el hip hop y The Grand Theft Auto: Vice City Stories ? Nadie. No hay pervertido ni criminal capaz de vencer a la Voluntad que se ha adueñado de las jóvenes cabezas. La Voluntad demoníaca dice: ¿para qué el sacrificio y el cuidado? (En el Orbe de los juegos electrónicos el “cuidado social” no abunda– el Tamagochi está de capa caída – y la idea de sacrificio es pura caricatura) .


2.1.1. ¿Cuánto tardarán en aprender las muchachas – esa esperanza blanca del trabajo escolar - que la lectura y el estudio tampoco son cosa de niñas? ¿Cuánto falta para que el sexo débil descubra dónde se esconde la fuerza del showbusiness?.


2.2. Nos salvaría la conversión (espontánea) al poema o al polinomio del chaval. Pero el duende nos debe capturar trabajando. Contra la Voluntad Demoníaca del Espectáculo Total y a la espera serena del duende.


“poéticamente habita
el hombre en esta tierra”(Hörderlin)


2.2.1. Lo más probable – y hablo por experiencia – es que a los chicos les pille la inspiración fuera de la escuela, ante la pantalla del videojuego o en performances inconscientes de las neurosis de los adultos(botellón, agrupaciones, club..).


2.2.1.1. ¿Cómo introducir nuestros dedos pedagógicos en esos mundos complejos extra-escolares? Quizás no olvidándonos de ellos en la escuela. Otro gran dilema: ¿debe la escuela acabar en la puerta del patio o debe también diluirse- con disfraz si fuere menester – en lo que sucede ahí fuera, para estar presente si la llamada del saber tiene lugar en horario distinto? ¿Es esto totalitarismo? Aunque ¿no somos los Santos Caballeros del Saber y debemos defender la causa allí donde pueda surgir?


2.2.1.2. Cuestión psico-social: Nunca los niños adquirieron tan pronto los rictus patológicos de los padres. Efecto de la TV y la navegación web, la PSP y el pop-para-niños (Manga, hip-hop, deporte de masas, etcétera). Quizás también del abandono que subyace a la sociedad de la hiperprotección. Nunca los adultos mantuvimos tanto tiempo los afanes del adolescente.


3. A pesar de todo debemos cuidar la escuela. Una vez al año, por lo menos, limpiar los cristales, encerar los suelos y reponer borradores. Expedir títulos y diseñar horario. Dar notas en boletines de colores. Crear listas de libros. Mantener los ritos y cuidar a sus sacerdotes. Esta tarea del cuidado material es tarea de los que se ocupan de la cosa. El profesor debe ser vigilante. La vigilancia como propedéutica de toda la dialéctica (o cómo vas a imponer el saber y la disciplina si no eres capaza de mantener el suelo libre de papeles).

3.0. Y dedicar el verano, oh hermanos profesores, a reparar la honestidad cuarteada. Ser honrados después del claustro de septiembre cuando se han desvelado los horarios. Con orden ritual y honradez renovada podemos empezar una tarea marcada por un cierta imposibilidad. ¡DRAMATURGIA!


3.1.También es obvio, y por eso nada digo, que para mantener la escuela en los años de derrota se precisa “calidad del profesorado” y “sensatez de las leyes”. Sin embargo, la obsesión por la legalidad como eje de todos los males me parece que confunde. El mal está ahí fuera: son los tiempos. Las leyes educativas son espuma – por eso se las cambia con tanta alegría y no se teme que entren en contradicciones. Pero no bajemos la guardia: leyes inanes pueden atarnos en el futuro con cadenas de bronce. Lo uno no quita lo otro.


3.2. Reducir la violencia es tan elemental como el vaciado de las papeleras . Sin embargo hay que asumir que la escuela es institución de violencia legítima (la violencia del esfuerzo). Por eso, en efecto, la lucha contra la violencia no legítima es tarea de los Santos Caballeros del Saber. De todos. Hay un compromiso ético-socializante en los mínimos de la tarea de transmisión del saber.

Bicéfala dice: la ampliación de la tarea, aún bajo la forma de la militarización dramatúrgica, puede acabar destruyendo toda la casa escolar. ¿No es mejor la simplificación: la escuela como espacio de aprendizaje? Quien mucho abarca poco aprieta...Amigo, amado, dedíquemonos a la poética existencial, abandona el compromiso, déjate llevar por los vientos. Al menos inscríbete en la escuela de los estoicos.

lunes, 16 de marzo de 2009

LA CUESTIÓN ESCOLAR ( sin Bicéfala) UNO

JORNADA PRIMERA. TIEMPO DE DERROTA


RAE: ESCUELA (Del lat. schola, y este del gr. σχολή).2. f. Establecimiento público donde se da cualquier género de instrucción.4. f. Conjunto de profesores y alumnos de una misma enseñanza.

0.- No me encuentro en verdad capacitado para dar un paso atrás y crear un santa distancia que permita el inicio de la reflexión sobre la cuestión escolar. No es que crea que no puedo o debo decir unas palabras. No hay tanta tragedia. Al fin y al cabo las palabras se las lleva el viento y, en esa derrota, iniciamos siempre la escritura. Mi duda no se inscribe en el terreno de la ontología existencial sino en la del aburrimiento.

Las sirenas me incitan cada vez más al cálido abandono en el flujo caótico de lo vientos. El aburrimiento puede ser vía de acceso a la trascendencia y, amándolo, se corre el peligro de olvidar “la cocina de la vida”. ¿Merece la pena “el compromiso”?. Para Bicéfala, no. Violentaré, pues, estos días su espíritu.

0.1. No teman. Habrá escuela mientras subsistan los comedores escolares y haya recreos. En algún sitio debe comenzar la estabulación. Que las aguas fluyan, de nuevo, hacia el espacio familiar en la tarea de la educación y la custodia de los infantes no me parece probable salvo crisis apocalíptica. Nos necesitan por mucho que no nos reconozcan, censuren nuestras vacaciones y hablen en la pescadería de nuestra incompetencia. Las (gentes de las )sociedades modernas odian a los niños (y temen a los adolescentes) tanto como compulsivamente los aman (y los desean envidiosos). La omnipresencia de la cultura pop es prueba de esta tesis sólo aparentemente extrema.

0.2 Jugamos con cierta idea de tiempos pasados que fueron mejores. Yo no puedo olvidar que “yo” estuvo en aquel BUP de los setenta. Fustigar mi recuerdo es la mejor manera de evitar mixtificaciones.


0.3. Nunca olviden que en las aulas están ya los poetas y los sabios del futuro. También están los alienados, los ángeles caídos y los seres condenados al desvalimiento. La cuestión es si nos hacemos dignos de gratitud en el futuro de estos sabios y poetas, y también de los alienados y desvalidos. Nuestra acción hoy es el motor del reconocimiento futuro que, estoy de acuerdo, es esencial en el oficio.

0.4.
“No me protegía ningún cielo extranjero,
no, alas extranjeras no me protegían
.”(Anna Ajmatova)

0.5. Protegidos en el amparo del trabajo blindado nos quejamos: "Se nos dice cuidadores y no los somos. Nos negamos a desarrollar otras funciones que supongan bajar del Cielo. Para empezar: nada de reuniones y olvidémonos del papeleo. No tenemos que coordinarnos con nadie. ¿Por qué justificar mis calificaciones – puede dudarse de mi maestría? La educación cívica, en casa. El cuidado para policías y limpiadores y animadores-socio-culturales. El cambio social para los revolucionarios. Yo enseño Saber y no me pagan (¡!) para controlar faltas, vigilar acosos, amparar desvalidos o cuidar la salud de los enfermos." .

Esto ¿no es síntoma de alguna extraña alienación? ¿Nos hemos despertado imaginándonos príncipes rusos o poetas románticos en la Villa Diodati?


0.6. Podría estar de acuerdo con mucho de lo que se dice en el manifiesto No es verdad. Sin embargo no lo firmo. Lo que en él se dice no explica los síntomas, las quejas del paciente, la presencia de los antipedagógicos. ¿Qué es lo que ha cambiado en la escuela si, en apariencia, los métodos y las manías siguen estando ahí como hace treinta años? ¿No habremos cambiado nosotros que nos hemos hechos hipersensibles a la frustración, que no admitimos que las cosas no funcionen como en nuestros recuerdos ideados?


0.7. La escuela es síntoma. No tengo idea de qué (como dije en otro día). El diagnóstico y la respuesta los supongo espirituales ---- un cambio en la dirección de los vientos



Bicéfala, acostumbrada al olor de la tierra, bizquea sus cabezas. Habla de que nos obligaría a todos a barrer el patio y, después, forzaría voluntades y cuerpos ensayando mañana y tarde "el Lago de los cisnes" como actividad para la función de fin de curso. Eso sí es Espíritu, esfuerzo y recuerdo de tiempos mejores.

viernes, 13 de marzo de 2009

aparte de la conexión natural

El hombre honesto puede

decir: QUIERO que exista

un Dios,



el hombre honesto puede

decir: QUIERO

que mi existencia en este mundo sea

una existencia en un mundo puro

del entendimiento



El hombre honesto puede

decir: QUIERO

que mi duración sea infinita.


Me adhiero

firmemente a ello

y no me dejo arrebatar

mi creencia




el hombre honesto

puede

decir:

QUIERO



No diferenciar géneros. Este empeño no es afán de amalgama o mestizaje – signo patético de los tiempos (confunden ellos la novedad que anuncian los astros con la bastardía). Es la indiferencia que nos da alcance por agotamiento del alma .

Fuera bromas, tío, la escritura es una red nodular, una malla de sentidos centrifugados y centripetados, una pasta extraña regurgitada con cadáveres y huesos de lo ya proferido.


Lo que no es clásico es plagio: Lo plágico. El sentimiento plágico de la vida. La plagedia de la modernidad. La plagedia líquida.

La poesía rodea su grumo de silencio. La meditación filosófica y la narración de un canto salmódico que no acaba, de hecho, salvo por ahogo del desdichado coro.

(Créditos: © Inmanuel Kant: Crítica de la razón práctica II)

miércoles, 11 de marzo de 2009

Bicéfala; manifiesto del miedo como método de pensamiento (cuando no hay otro remedio --- por defecto del carácter).

Un tardión viaja más lento que la luz y tiene una masa en reposo no nula. Un luzón viaja exactamente a la velocidad de la luz, y no tiene masa. Un taquión es una partícula hipotética que viaja más rápido que la luz, y cuya masa debe de ser imaginaria

Ocultamiento por cierre (no por veladura);sin gracia, de modo antipático como huella de cuchilla o navaja.


Retrotracción, blindaje, escondidas en las espesuras, rechazo sin explicación --- ¿Por qué me muerdes el labio precisamente ahora que había decidido besarte?


Mirar desde la oscuridad la poca luz que se cuela. Cerrar diafragma y campo de visión. Artificiosa amputación del horizonte.


Enfermedad que es la terapia (o salvación) para un mal desconocido que acecha en la apertura del futuro ---- contra-transferencia, voltereta dislocada y voluntaria hacia el interior desde la cima de la montaña cuando se está a punto de llegar, alegando olvido de “lo fundamental”.


(¿Tiene esto sentido y cabe tripulación, oh Bicéfala?)


Y en la carrera con Aquiles quedó a tres metros de la salida (detrás de la marca). Ganó por impotencia del contrincante, por negativa de Bicéfala a la carrera misma.

( Si alguien incita y luego frustra más que tortuga es zorra. Pero ésta permanece en escena como esperando nueva batalla, perdón, oportunidad o castigo. Nobleza mamífera. Ella, la Bicéfala, corazón reptiliano, sale fuera del escenario y, hundida en la oquedad de lo ininteligible, cierra todo cruce de categorías y diálogo, recluye en un minimalismo que ni ella entiende: la poca luz que se vislumbra desde el fondo del caparazón).


( el blindaje es la ininteligibilidad necesaria del método bicéfalo)


Llegar tarde- después del después - al campo de batalla no porque se espere contendientes sino porque ya se han ido sin combate y ya no se les espera y está todo como al principio pero sin posibilidad de dialéctica. Un espacio de seres vacíos). Lo opuesto del taquión que llega antes de salir, entrando en el campo de batalla como campeón.


Bicéfala:

Asilo

Funeraria

Fortaleza hitleriana en la montaña.

Abuso del paréntesis.

Éxtasis en la ininteligibilidad.


¿De qué se esconde?¿Por qué se esconde? ¿Qué rechaza? ¿Para qué rechaza? ¿Adónde conduce el método?

martes, 10 de marzo de 2009

LIMONADA ( SIN ALCOHOL)


Me cuesta no responder al afecto. Bicéfala, por el contrario, se empeña en mostrarme las enormes ventajas de esconder la cabeza en el momento crucial, cuando está a punto de producirse la metamorfosis o la transmutación. Esta antipatía en los modales es la mejor manera – dice Bicéfala - de no caer en el engaño o, lo peor de lo peor, el ridículo. Bicéfala es uno de los seres vacíos por filiación reptiliana. Sangre fría, ya se sabe; necesitada de luz solar y magisterio pero mordiendo el labio del que la besa.

La lechuza es un animal de sangre caliente y bajo la forma de inteligencia muestra un trabajo animoso y templado como lechuza de Minerva(vs Conchi). La Lechuza ha tenido a bien entregar limonada a la Bicéfala y , en su nombre, yo se lo agradezco siguiendo la cadena de reciprocidad del abrazo. Bicéfala me escupe desde su bunker acorazado palabras mal sonantes. Me dice que “nombrar” a cinco blogs es hacerse notar, romper la perversa mirada del voyeur, exponerse....

Las reglas del premio limonada dicen:

1. Poner el logo en el post o en el blog.
2. Nominar al menos a otros 5 blogs que muestren gran Actitud y/o Gratitud
3. Asegurarse de enlazar bien a los nominados en el post.
4. Hacerles saber que han recibido este premio mediante un comentario en su blog.
5. Esparcir el amor y no olvidarse de enlazar a quien te premió.

¿Quién instituyó la normativa? ¿ ¿Hago caso a Bicéfala y oculto el rostro expandiendo trozos de lechuga entre los dientes de aquellos que osan besarnos? ¿Qué puede más el amor o temor?¿Qué nos une el espanto o la amistad?


¡Calla bicéfala y atiende a los premios que concedo en tu nombre!


PREMIO LIMONADA

1.- Boulesis de Miguel Santaolalla por conversar cuando en el cielo todos callan – salvo los demonios – y por la lucha que no cesa y por el amor al decir y por ser referencia.

2.- La luz no basta de Luna Miguel por cruzar desiertos con uniforme de Alicia-protopunk y amar la farmacopea del espíritu. Su poética in nuce está trufada de filosofía.

3.- Wandeland 25 de Serenus por seguirnos sin saber si nos entendemos y compartir un extraño vínculo (más mamífero que reptiliano)

4.- Pensamiento en imágenes de José Luis Molinuevo por abrir puertas de percepción a través de las imágenes.

5.- A la Lechuza de Minerva ( Concepción Pérez) en bucle ( porque no hay normas limoneras que digan que no cabe la reciprocidad)

Nota: la tortuga bicéfala no se hace responsable de lista alguna ni de cadena ni de cariños ni de las emociones mamíferas que, en su opinión, no son otra cosa que protuberancias evolutivas que rompieron la elegancia reptiliana de los instintos.






lunes, 9 de marzo de 2009

EL PUERCO ESTILO DE LAS COSAS

“...por el momento mi obra tiene un sentido claramente destructivo. Espero que en el futuro y por cierto tiempo , siga destructiva. Prácticamente en nuestra realidad espiritual española está todo por destruir” (Luis Martín-Santos)


Siempre he considerado que la meditación filosófica – discurso, verso o novela - debiera proporcionarnos pistas indicativas de lo que ha de llegar, pronósticos laminados y estimuladores sobre lo que nos espera a una vida vista (de aquí a la muerte de nuestro hijos). Dicho de otro modo: meditamos para cerrar ( o entornar, como se hace con las puertas cuando se quiere contar un secreto) la maldita sorpresa , esa que supuestamente incitó a los pensadores.


No pretendo, desde luego, suponerme maestrías ni capacidad de peritación.

qué pinceles me dieron
no lo sé realmente para contar
en tono-susurro
algunos cotilleos de alma

(que más ángulos no son posibles para el canto rodado)


No tengo inconveniente en buscar magisterio. Sin embargo no me siento capacitado para decantar maestros en esta foresta del veintiún siglo después del Cristo. Como en otros aspectos de la vida aquí también somos elegidos. Seguimos hambrientos de diálogo.


Porque, para empezar, contésteme a esta pregunta: ¿En qué tiempos estamos? ¿Qué toca ahora y, sobre todo, que tocará mañana y el pasado mañana, “ahora y en la hora de nuestra muerte”?. ¿Qué dicen las cartas? ¿Toca destrucción, aniquilación de la mitología heredada y de toda la farsa que acompaña porque el espíritu (o la cultura o la sociedad o las condiciones de posibilidad de la existencia en general) huele a putrefacción y ya no sirve y no vamos a ofrecer a nuestros descendientes sino vacío e idiotez? ¿O es prudencia lo que se impone, responsabilidad que intenta conservar lo mucho ganado, apuntalando los andamios y tirando de los cordajes para que la nave pueda seguir, porque puede, en la travesía, hacia reino de justicia o piedad o felicidad o, cuando menos, mera sabiduría? ¿O, sin más, podemos apostar por la tontería y el divertido placer finalmente descubiertos en toda su extensión, asumir la liviandad como marca de la existencia después de tantos siglos de profundidad y amargura (devoción o nihilismo, sacralización-desacralización - resacralización) arrojándonos a lo que nos pongan porque hay secreta sabiduría en lo vanal? ¿O se nos exige la entrega definitiva a la farmacia, la nubecilla tóxica, el plasma y la píldora de color del olvido?


- ¿Y el silencio? - replicas.

- No sirve el silencio – te niego e insulto - como propuesta porque el silencio es a lo que nos llaman las sirenas que bordean la escritura. O, mejor dicho, nos invocan las muy zorras a esa variedad del silencio que es el chillido y la gestualización verbal. Y no quiero renunciar a la escritura como un Lord Chandos de mercadillo o hiper.


Por eso, porque el silencio no basta se impone tomar los síntomas por los pelos o las pantorrillas, intentar un diagnóstico, hacer la predicción echando las cartas o las letras.... Trato o truco, truco o susto, prudencia o destrucción, inteligencia moral.

¿Quién me revela un magisterio y me incita a la devoción? ¿Destrucción o prudencia? ¿Farmacopea o liviandad? ¿Seriedad o juego? ¿Disyunción o conjunción?

sábado, 7 de marzo de 2009

Alcibiades revela el secreto de la filosofía


El hombre más feo de la villa - y con pretensiones de fealdad universal – aprovechaba avaro cualquier momento para profundizar en la seducción del joven Alcibíades. Todo eran alabanzas a su cuerpo duro y a su alma gentil. ¡Cuánto aprendería aquel repulsivo Sileno, oh envidioso de la juventud y de los noveles poetas, del entusiasmo y hasta de la temeridad del más hermoso de los atenienses! Si miedo al desprecio ni a la risa, volteando con su humillación por los callejones, el viejo decía abrirse en todos su poros para recibir el aliento del muchacho. Finalmente Alcibíades, crecido en su honra y con un morboso interés por los pliegues ventrales de aquel viejo y feo de pretensiones cósmicas, se cuela en la cama del Sátiro. Quiere hacer o dejarse hacer y por una vez ha escapado de los brazos de Lujuria para dejarse elevar por Amor o Morbo.


El viejo, ya se sabe, desprecia el intento carnal de la hermosa criatura. Rompe con las líneas de tensión erótica que había ido creando tan trabajosamente. El feo, el viejo y, ahora, despiadado censor, expulsa al joven al que rescató de los brazos de Lujuria. Nadie comprende el mensaje – ni aquel luchador grueso que se decía favorito. ¿No hubiere sido piadoso acercar al joven Alcibíades al círculo de los amigos?¿Es que la burla no tenía objeto y, finalizada la comedia, no se nos lleva a las puertas de la épica o al menos a la lírica o al género pastoril ...o, siquiera, a la tragedia?

No, insiste el viejo. Fuera de mi lado.

Nadie entiende el método de la seducción constantemente frustrada. ( ¿Por qué me muerdes el labio precisamente ahora que había decidido besarte?) Es ininteligible la falta de compasión ni la imagen de que sólo importa el camino y que, al final, la posada se deja a un lado y se prefiere dormir a la intemperie. Manías de hoplita o marine. Como no usar papel higiénico o sonarse los mocos con las manos, expulsando a chorro lo que tapona.


Y algunos creen encontrar aquí el secreto de la filosofía.



Imagen: Jean-Baptiste Regnault (1754- 1829): Socrate arrachant Alcibiade du sein de la Volupté



jueves, 5 de marzo de 2009

FILOSOFÍA Y BOLONIA

Vía Phiblógsofo se invita a la reflexión sobre Bolonia (el proceso) y la filosofía. Realmente el tema es lo suficientemente complejo como para ser sabio el silencio pero ¡quién quiere ser sabio si se puede ser diletante!. En todo caso por lo que sé y por lo que supongo, por lo que parece y por lo que se teme, por esperanzas y frustraciones, por las visiones especulativas, me cabe decir:


1.- Me parece razonable lo que dijo hace un par de días Miguel “Boulesis” Santa Olalla en su blog y que en nota al pie pedí refrendar.


2.- Parto del supuesto de que las normativas y estructuras institucionales, con ser condicionantes ( y hasta trascendentales) en la constitución de la historia y la existencia finalmente deben apoyarse en el “hombre que trabaja y juega” que decía Xenius y esta pobre criatura se ve afectada por múltiples factores, incluida su santa voluntad. Así, para no ir más lejos, me parece que las décadas de psicopedagogía more logse( o como quiera llamarse) no han conseguido implantar un modo de enseñanza de tal tono en las enseñanzas medias (para bien o para mal). Pues lo mismo con el affaire boloñés. Todos los andamios normativos funcionarán de un modo u otro dependiendo del personal que lo sustenta: los profesores y los alumnos. Por eso, cualquier cambio de interés exigiría un paralelo cambio de espíritu de los tiempos. Respecto a este cambio de actitud espiritual soy escéptico ( salvo catástrofe) y me da la impresión de que, como siempre, se cambia algo para que todo siga igual (endogamia universitaria, profesores que sólo atienden a su clan y a su tema, donde el quién importa más que el qué (se dice) y el afán de magisterio arruina la humildad – no exenta de soberbia – que debe funcionar en el conocer. Pero, quién sabe .


3.- No me parece mal que se armonicen los sistemas educativos de Europa, que aparezca el grado de cuatro años o que se plantee un postgrado. No me parece mal que la (grosera) rentabilidad sea un criterio – pues todos pagamos la cosa – aunque no sea necesariamente ni el único ni el principal ( o sí, quién sabe). No me parece mal que el sector privado aporte dinero para mejorar ciertos estudios y que exija lo que necesita (si es que lo sabe, claro, pues quizás una de las tareas de la universidad sea abrir los ojos al mundo de la rentabilidad y el negocio, en ocasiones tan ciego como las propias instituciones educativas). Me parece, por tanto, bien que la escuela superior y los negocios se entrelacen y hasta, como dice el lapsus del presidente, forniquen para ver si se hace a la gente feliz y libre. Y que la gente, no tan feliz y bastante más esclava, los quinientoseuristas y los jóvenes, se metan en la cama de esta orgía de las élites con su látigo de reivindicación, superando la pasividad del sodomizado como en sueños. El trabajo en las alturas del sistema no tiene por qué entorpecer el trabajo del subsuelo (antes bien: el trabajo de zapa democrática, la participación y la lucha reivindicativa no puede institucionalizarse, debe fluir como fuerza de realidad).


4.- No me parece mal que se pregunte a la filosofía(en la universidad y los estudios medios) por su catálogo de servicios y sus compromisos de calidad. No cabe esperar que las gentes apuesten por financiar el negocio especulativo si no tiene claro que es un nec-otium y no sólo un mero otium que, bien pensado, debería costear el usuario de los placeres. La pregunta utilitarista está justificada en la mayor parte de las actividades humanas. ¿Por qué no pedir informes sobre aquel que ponemos al servicio del público?



4.1. Corolario: Desde luego, la filosofía existirá siempre con Bolonias y sin ellas, con escuelas y sin facultades. Pero eso no es el tema.


5.- Creo que cabe ofrecer argumentos sobre el papel de la filosofía en el sistema educativo. Creo que formar para la abstracción, la competencia especulativa, es un trabajo de interés para los señores de los negocios y para la sociedad. Por lo demás, todas las filosofías de... (y muy especialmente, en el orden jurídico-político, la ética práctica y la teoría política) son precisas como instrumentos de autoevaluación del sistema desde criterios pragmáticos y ético-políticos (Coda: ¿no es esto de la filosofía evaluadora del orden del saber algo ya superado? No sé pero o la filosofía es evaluadora o la evaluación es filosófica).

La filosofía, como el esclavo de los generales romanos, recuerda por interés en la eficacia, que todo constructo es mortal y tiene sus horizontes de construcción y destrucción. Por eso no es tontuna que la filosofía debe tener un poder de otear futuros (para hacer realistas a los constructores de pragmatismos). ¡Creemos ese poder, que para eso contamos con un amplia tradición!


6.- La polémica de la filosofía, en este contexto, creo que se incluye en la problemática más amplia de la situación de las humanidades. En verdad creo que ya va siendo hora de fundir en nuestro interés toda la saga de la humanidades: la reflexión filosófica y la literatura, la ficción y la historia, liberando incluso a las ciencias sociales de la “trampa” científica que sólo ha servido para incrementar su complejo. ¡Siéntete orgulloso de las letras y de la actividad del lenguaje, letras útiles porque leen el futuro, ordenan y fortalecen el carácter, transforman, nos hacen más clarificadores!. Un negocio, vamos; un chollo que hasta un pueblo de demonios-hombres de negocios, si son inteligentes, aceptarán.


7.- ¿Y el master para las futuros profesores de enseñanzas medias? Si las cosas se hacen bien, ¿por qué no? Cuando yo llegué a la escuela, después de mi paso por la Universidad, olía a desvarío especulativo. Tuve que aprender por ensayo y error a actuar ante mi público. Sirva el master como ensayo, para tocar tierra y mirar al público, para dejar claro que la enseñanza trata con niños-adolescentes y que a ellos nos debemos.

7.1. Otra cosa: ¿Frustrará las expectativas especulativas de los estudiantes los sólo cuatro años de carrera? No tiene por qué pues la biblioteca alejandrina es infinita. Necesitamos sapientes filósofos paridores de conceptos y captadores de matices. Pero cada cosa en su sitio: Un buen profesor de filosofía seguramente es mejor que sea un pensador apañado pero me parece claro que un gran filósofo no será un gran profesor si no cae en la cuenta de su público. Desde luego: ¡Pedagogía, idiotas, pedagogía!. Pero, ¿qué pedagogía? Ahí está la lucha.

7.2. Por cierto: creo que las facultades de filosofía deben cuidar-nos más a los profesores de medias. Somos su público natural.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Hace frío

¿Qué es la vida si no hay cariño?

Sorprende la simplicidad de algunos mensajes que se estiman clave para la comprensión del existir. Como si no precisaran argumentación y todo el mundo viera su verdad porque la experiencia que los sustenta es primaria. Como la teta de mamá.

Los que negaban la evidencia del Dios existe eran considerados por Agustín y Anselmo necios. Si alguien niega el cariño como motor y objetivo de la existencia puede ser tildado de idiota ( o psicópata).

Creo que la reflexión filosófica cuestiona esta verdad existencial, esa evidencia de nuestra vida.

El frío nos muestra otros paisajes.

Víctor Frankenstein y la Criatura se citaron en el Ártico para saldar cuentas. No presuponemos el amor ni el cariño como el lazo que los une. Será otra cosa. El afán de conocimiento y el ansia de justicia.

La filosofía no puede jugar con el cariño que se desprende en el arrumaco. La ruptura con la "común ternura de las cosas" es el primer paso especulativo.


martes, 3 de marzo de 2009

hace frío

Recibo material de studio. Cuatro tacos encuadernados con diversos artículos y capítulos de libros. No me gusta cómo están fotocopiados. Algunos se ven mal y otros se repiten. De suyo criticable. Como lo es el que sea ahora, en marzo, cuando den noticias. Se me va a juntar el estudio con las charlas en el programa interuniversitario de la experiencia.

Estoy en un curso de la UNED

Se titulaba noséquépostmodernaypragmática.

Hay muchos folios sobre pragmática.

No tengo ni idea de pragmática.

Yo estaba leyendo la biografía de Martín Santos y un libro de Pierre Hadot (Ejercicios espirituales y filosofía antigua). Recomiendo ambos - sobre todo el segundo.

Era feliz porque estaba en vena metafísica.

Pero ahora soy estudiante. Formación permanente del profesorado.

Debo estudiar pragmática.

En los artículos que me envían hay algunas cosas sobre Austin. Austin decía: "no son las coas sino los filósofos los que son simples"