viernes, 20 de marzo de 2009

LA CUESTIÓN ESCOLAR (SIN BICÉFALA) TRES

JORNADA TERCERA: LA SAGRADA FAMILIA

4.- La escuela y las familias. Ellas mandan; ella (bajo su forma tradicional) pierde.

4.0. El objetivo de este ejercicio meditativo no es el cambio político sino la toma de conciencia de lo creo que ya está ahí como masa desbocada, con el santo propósito de que intentemos tomar las riendas en el oficio. No sé si puede hacerse. Por otro lado, insisto en que las leyes han sido la espuma del proceso de más largo alcance que nos ubica en lo que podemos llamar “la edad democrática


4.1. La escuela era espacio libre de familia en el modelo antiguo. En la anécdota más veces contada - “en aquellos tiempos, si decías a tu padre que el profesor te había castigado (o pegado) él añadía nuevas penitencias a tu osadía”- queda claro el poder autónomo de la escuela nacida a finales del XIX para “amejoramiento de las clases desfavorecidas” e inicio de la estabulación de los infantes. Hoy la democratización a la que la escuela debía conducir ha acabado con la escuela (aquella) al posibilitar la penetración de la familia en la misma. Lo escolar se nos ha hecho familiar -- porque la escuela es hoy ampliación de la familia nos guste o no.

4.1.1. La escuela, como creación del siglo XIX, era ya en el origen un proyecto de la “edad democrática”. El giro radical en nuestros días deriva de aquel propósito. Al separar al niño de la familia extensa se subrayó y se ayudó a crear a la familia nuclear moderna y su dominio omnímodo sobre el infante.


5.- ¿ El futuro es la expansión del hogar en la escuela?.

5.0. Una lección a sacar de la polémica de la Educación para la Ciudadanía. La familia está madura para elegir los temarios y los objetivos y hasta el profesorado. Si puedo elegir facultativo y pedir una segunda opinión médica, ¿no tiene sentido que mi hijo se enfrente al aprendizaje de las matemáticas o la lengua con quien ofrezca el proyecto más adecuado a mis intereses?. De hecho la célebre sentencia de la EpC niega el derecho a la objeción pero abre la puerta de la censura a aquel profesor que opte por las exposición de lo inadecuado. Ahora bien: lo inadecuado ¿lo define el Estado o el Profesor (libertad de cátedra)? No parece el caso. Ambos deben circunscribir su tarea en el orden de la “información objetiva”, según la sentencia. Lo adecuado y lo inadecuado es un asunto de los proyectos personales que sólo las familias pueden decidir (en el caso de los menores). Y, sin el menor género de dudas, me parece que lo adecuado y lo inadecuado definen “la información objetiva” en todos los espacios del saber.

5.0.1. ¿Serían las matemáticas una excepción? No; el rigor y disciplina que exigen pueden quedar fuera del tipo de esfuerzo que yo considero adecuado para un adolescente. Es decir, pueden ser más dañinas para el espíritu de mi “proyecto de vida” que mil quinientas clases de EpC.

5.0 bis. Una lección a sacar de la polémica de la Educación para la Ciudadanía. La sociedad – la familia - está madura para elegir los temarios y los objetivos y hasta el profesorado. En los tiempos que corren, lo adecuado, lo que debe ser contado, se define por “compromiso de la comunidad educativa con los alumnos y las familias”. Es una (cuasi)evidencia: si tuneamos coches y customizamos vestimentas, ¿no podemos hacer lo propio con la educación de los hijos? La tesis del cheque escolar insiste en lo mismo: si me otorga la posibilidad de elegir a quién entrego la tarea de educar a mis criaturas previamente debo “chequear” lo que me ofrece – su catálogo de servicios y compromisos, su Proyecto Curricular - y supervisar – y monitorizar si fuere el caso – todo el proceso.

5.0 bis 1 Si nos colocamos en analogía con la ética médica, no asumir la personalización de la educación sería como garantizar el derecho de la autonomía del paciente y, más tarde, considerar que el principio de beneficencia médicamente interpretado es carta de triunfo.

5.0.bis 2 En la actualidad puede personalizarse la educación cambiando a los hijos de colegio o instituto. Hay niveles de exigencia diversos. Y, visto lo visto, pretender homogeneizar niveles con una prueba común – reválida o selectividad - ¿no sería intromisión, violación de los idearios de Colegio, intento de definir lo inadecuado?

5.1 . La administración – hablo desde Castilla y León – insiste en sus documentos en la cuestión de “el compromiso de las familias”. Vemos cambios del lenguaje. Así, por ejemplo, se pasa del Programa para la Mejora del Éxito Escolar al Programa para la Mejora del Éxito Educativo. Si debe haber compromiso o pacto, las partes deben poder tener cartas de triunfo. A primera vista las familias parece que están excluidas de “lo escolar”(definido por los expertos) pero sí tienen una capacidad para estipular qué es “lo educativo”. El siguiente paso es la redefinición de lo escolar para que tenga cabida el hogar. La intervención en el diseño curricular.


5.1.2. El cambio de la expresión “éxito escolar” a “éxito educativo” muestra que el objetivo socializante del que hablamos como objetivo de la escuela está para no irse.

5.2. La renuncia a lo escolar nos debe llamar a alarma. Lo escolar deviene confuso y “políticamente incorrecto” porque carga con toda la herencia de una escuela sin familia.

5.3 La rivalidad de la escuela publica y la privada no es cuestión relevante en este espacio de meditación. Ambas sucumben. En todo caso, ¿se abre la escuela privada a las familias tal y como son o invoca a éstas a la ejemplaridad de la Sagrada Familia? Tiendo a pensar que esta última es ya hoy grupo desestructurado. El niño Jesús precisa apoyo educativo (en la privada, claro).

5.3.1.Por lo demás ¿tiene interés para nosotros que la iglesia católica – señora principal de la escuela privada-concertada – sea hiperconsciente de la relevancia del cuidado de las almas infantiles? La iglesia siempre es un ejemplar zoológicamente interesante para los etólogos.

6.- Debemos experimentar la presencia de las familias en lo escolar para que el proceso no conduzca al nihilismo. ¿Claudicación?. Quizá otro instrumento de resistencia: después de la fragmentación autonómica y la conversión de las leyes generales de educación en temas estrella del cambio político ( el “mareo de las leyes”), la presencia de las familias sin un plan de combate adecuado en la toma de decisiones pedagógicas puede convertir la escuela en un acelerador de partículas: una fragmentación exponencial. Intentemos controlar el proceso, oh Santos Caballeros del Saber.

6.1. La escuela puede ofrecer la disciplina y la apertura a la comunidad que la familia no se atreve a marcar. Y, vergüenza da repetirlo, la escuela es sitio para el saber experto que necesariamente se mueve en una caracterización de lo adecuado y lo inadecuado.

6.2. La presencia de las familias en el Alto Mando de la escuela – de cada escuela – ¿exigiría (idealmente) que éstas trabajaran con el “velo de la ignorancia”, sabiendo que deben legislar para todos? Muchos creerán que esto es evidente (los Consejos Escolares trabajan según el modelo parlamentario). Ahora bien:¿es esto posible y hasta adecuado? La familia no puede trabajar por el interés general porque es familia y ella define (¿define?) lo adecuado y lo inadecuado. La familia en el Alto mando de la escuela, chequeando y monitorizando la faceta “escolar” no puede traicionar su espíritu para convertirse en otra cosa (un grupo de burócratas cubiertos por el velo de la imparcialidad). La cosa no es ofrecer más peso al Consejo Escolar. La familia comprometida en lo escolar debe ser Sagrada Familiadefinidora de lo inadecuado - y no representante público. Pero esa Sagrada familia debe entrar en combate con la definición de lo inadecuado que plantea el profesor.

6.3. ¿Son las familias Sagradas Familias? En un porcentaje elevadísimo, cuando surgen los problemas, las familias muestran ante sus hijos – adolescentes – una sensación de impotencia que acaban proyectando en el medio. Si esa impotencia pudiera convertirse en poder – Cheque Escolar Power - ¿qué sucedía con nuestro orden escolar?.

6.4. La escuela tendrá futuro si los Santos Caballeros del Saber combaten o danzan con la Sagrada Familia

Bicáfala bosteza: Muchacho, la familia en la escuela acabará proponiendo la salida de la familia de la escuela (si tuviera un momento de autoconciencia). Lo más probable es que tu idea de la escuela como acelerador de partículas se haga realidad. Yo, en mi esquina, contemplaré el espectáculos con mis gafas polarizadas. Tus apelaciones comunitarias acaban, si acaso, en estalinismo y, como se sabe, el estalinismo es poco duradero ( la burla se adueñe del sistema tras las primeras matanzas).

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