viernes, 31 de diciembre de 2010

THIS IS TRUE! THIS IS REAL! THIS ACTUALLY HAPPENED! FELIZ AÑO 2011

The Stranglers of Bombay (Terence Fisher, 1960)

THIS IS TRUE!  THIS IS REAL!  THIS ACTUALLY HAPPENED!

El Gran Anarko amenaza nuestras seguridades en 2011
(O qué incidentes tan desagradables puede provocar el culto a la simpática Kali)




.... y, oh hermanos, siempre siempre siempre se desliza la belleza en el fondo oscuro del alma, rasgando suave la sonrisa  el humo y la idiota crueldad de la historia. Porque sabe la sonrisa, desde la noche de los tiempos, que siempre hay un más abajo para caer  de igual modo que siempre hay un más arriba.  Y Marie Devereux y la Bicéfala desean que sus amigos no renuncien al más arriba por miedo a caer un poco más abajo.


Marie Devereux en Los estranguladores de Bombay 

 (...)
 "Para un payaso que se aproxima a la cincuentena existen dos posibilidades nada más:el arroyo o el asilo"(...)
"Aceptaré las cosas tal y como vengan, y cuento con el arroyo"

" ...se sobresaltó cuando hace un par de meses me compré una guitarra y le dije que de noche cantaría canciones compuestas y escritas por mí.Opinó que esto quedaba por debajo de mi nivel , y yo le dije que 
por debajo del nivel del arroyo queda aún la alcantarilla. 
 Pero ella no comprendió lo que quise decir, y odio dar explicaciones. Se me entiende o no. No soy un exégeta"
                                                                                                    (Heinrich Böll: Opiniones de un payaso)



Stranglers: No more heroes

Whatever happened to all the heroes?
All the Shakespearoes?
They watched their Rome burn
Whatever happened to the heroes?
Whatever happened to the heroes?

No more heroes any more
No more heroes any more

Feliz año 2011 

miércoles, 29 de diciembre de 2010

2011


 José María Guijarro: 18 versos de El Archipiélago de Hörderlin (2009)

2011 suena  en el horizonte con percusión de apocalipsis electrónica. O con tambores de hojalata chabolista y mucha droga de suburbio. Imposibilidad de análisis por saturación del sistema.

Me gustaría ser joven - joven artista - en 2011. En el apocalipsis de la grisalla despertarme color fauvista o algo por estilo. Escribir una opera prima. Todo apocalíptico. 

No es buen tema (el apocalipsis)para 2011 salvo que se zambulla o traduzca en el engrudo de la época, el geistzeit o lo que sea esa mancha invisible que me envuelve la frente y aprieta. Otros lo llaman amor, tristeza o soledad. De todas formas el efecto es similar con todos sus nombres: me impide escribir la historia del tipo que quería dormir porque desvela mi falta de bagaje cultural, de juventud, de feminidad (No soy, un suponer, Pola Oloixarac). Soy un pantera gris. Desde muy niño. Y me he dado cuenta ahora (en este destello de jetztzeit).

****

Engrudo del fin de año.  Me gustaría escribir un poema de Hörderlin con cuerdas como lo hace  el tal Guijarro. Soñé anteayer que era un artista plástico que hace circo con las cosas, las llena de buenas y malas intenciones, las convierte en objetos de amor y rebelión. En esta vida me he olvidado de las manos porque, acomplejado, quería huir del orden obrero y ser un pequeño burgués dedicado al intelecto y la poesía del silencio.

La escritura es una nube de estrellas que circuncidan los objetos. ¿Sucedaneo? ¿Proclamo la superioridad de las artes plásticas sobre las de las palabras? Gracias a Dios, la escritura es - cuando quiere - plástica y se olvida de lo invisible para mostrar su voluntad de hormiga.

Si no fuera tortuga bicéfala optaría por la metamorfosis en hormiga (verde).

****

 Estoy a un tris tras princesa de anunciar el pronto triunfo del Gran AnarKo. Noté su alargada sombra cuando en la nómina me descontaron casi seiscientos euros. Seiscientos euros no están mal. El hueco dejado por los seiscientos euros se llenó de una extraña melaza - el engrudo Geistzeit de antes pero en dulce - en la que hacían eco la maledicencia de muchos que se creen que merezco la pérdida y aún más. Jódete, jódete, jódete - dicen. Acepto la reducción sólo porque se hace en un contexto religioso - para aplacar a Moloch, a los mercados o a los inversores o al euro o al Estado de Sostenibilidad o...



Bien. Estoy, pues, a un palmo de la visión del triunfo de la anarquía. La Ministra Sinde frente al caos. Wikileaks. La prohibición del tabaco.El nuevo pacto de las pensiones. La tormenta de hielo en NY. Los piratas talibanes. Mis piedras en la vesícula -colelitiasis múltiple - como runas adivinatorias. Todo es signo, símbolo. Sobreabundancia de sentidos.  No me atrevo a proclamar el inicio de la anarquía, el fin de toda jerarquía y estilo. Todo es arte. Todo es joven. Todo es mujer.  Ugg!

Gana el modelo púbico del señor de la guerra. Sólo hay señores de la guerra con el pubis infestado de parásitos.


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No puedo ya ser samurai - por viejo. ¿Cabra mi conversión en payaso?.

Como payaso contemplo la carne colgada. Espesura de coágulo y Debussy en el ambiente.

 Chaïm Soutine: Pato blanco (1925)

lunes, 20 de diciembre de 2010

Descomposición (Meditaciones navideñas,2)


Salvador Dalí: La metamorfosis de Narciso (1937)

De esta manera, cuando se dice que ha sido puesto en evidencia lo oculto, lo que se ve realmente es la ordinaria obviedad de su funcionamiento. Como las lavadoras, los relojes o los pianos, que se pusieron de moda con una carcasa transparente para comunicar sus mecanismos íntimos, Wikileaks ha actuado como un manto calado para hacer ver la lencería transparente que a su vez transparentaba una obvia anatomía con la transparencia.(...) El pecado oculto es suficientemente previsible como para que su visibilidad no añada nada. De este modo, el juego del poder actúa con una impunidad absoluta porque su proceso se desarrolla por los parques de la corrupción de antemano admitidos como el espacio recreativo y natural del sistema. El sistema funciona merced a la energía emanada de la descomposición”(Vicente Verdú: La transparencia de la transparencia, El País, 4.12.10).

Con Dalí siempre estamos mirando el mundo con un catalejo al revés, un mundo brillantemente claro, envenenado y encogido, cuyas profundas perspectivas y definidas manchas de alucinantes sombras fascinan al ojo pero no invitan al cuerpo: no podemos imaginarnos caminando por ese paisaje, ni siquiera tocándolo porque todo es una ilusión (Robert Hughes: El impacto de lo nuevo).
 En estos días navideños no hay estrenos relevantes en la Pantalla. Nada, salvo la ya obvia  descomposición observada (no olfateada) a través de  un catalejo invertido: la fantasía de la conspiración jerárquica que anuncia wikileaks. Un alivio para el ojo. La navidad, despojada de esos atributos que nunca tuvo, es  un  paisaje erótico-puritano mostrado con el descaro de aquel que cree que ha descubierto un secreto (que la navidad no tienen atributos) . Las informaciones filtradas son bolitas navideñas de colores; el árbol ha sido sustituido por el cuerpo de una playmate vestida(?) con ropaje rojo-papanoel.

El paisaje wikileaks-dalí no llama al cuerpo - órgano de la danza y de la rebelión -  sino al ojo debilitadísimo por la sobreexposición a tanta imaginería: relato y metarrelato, poema y tesis, agitprop sin viagra ni éxtasis. El ojo bosteza y el cuerpo, inactivo, entra en barrena en la famosísima flacidez daliniana. En mi cabeza ahuecada la apuesta lobby del reino de España por los transgénicos se mezcla con el asunto de los condones rotos del señor rubio-assange ( y la interpretación  político-circense de Beatriz Preciado, siempre aleccionadora). El cuerpo y la rebelión: entumecimiento general; bostezo y langeweile...

"Yo sentía una cierta sorpresa pero también, y como impresión básica, una indiferencia profunda" (Stanislav Lem: Solaris )

 Realmente ponen poco en los canales heteronómicos del alma: sexo, mentiras y cintas de vídeo. La distancia entre información y conocimiento,entre  estar informado y estar meditado, es cada vez más amplia y, por  lo tanto, más floja la voluntad de superarla . Sex-tecno-info-conspiración en la que prima la flacidez daliniana, la falta de pulso para dibujar la osadía, el encierro en el dibujo clásico (como de cromo). El ojo hiper-tentado por el paisaje "claro, envenenado y encogido" de los medios informativos ortodoxos o heterodoxos, el ojo sunshine press ahora,  mira la descomposición como acumulación de noticias, de cuerpos-estados penetrados (supuestamente penetrados) por lo revelado (supuestamente revelado); porno-política punk.¿Alguien puede creer que el cuerpo (del sistema) ha sido violentado? Se hace simulacro para el ojo de una parodia erótico-light en la que se juega al como si  del secreto o de la razón de estado y sus sediciosos reveladores. Como si algo se rompe (secretos, condones assange...). Como si creyéramos que  en un cuadro de Dalí se revela  el inconsciente que, curioso, tiene aire clasicista.

Duele el camino de la descomposión.  Las relaciones personales se pudren de no hablarlas, de no convertirlas en pálpito de cuerpos cuyas miradas se cruzan. Las relaciones políticas se enmohecen y llenan de gusanos que, al ser vistos por el catalejo informativo, simulan activismo.

Bulle la vida; esa vida que no oímos de tanto ver.

Hagan los gusanos la labor que no nos atrevimos a hacer. Gusanos tecno-biológicos. La reserva espiritual del Espíritu.

viernes, 17 de diciembre de 2010

De hechos sudados y maldecidos (Meditaciones Navideñas)

 Rembrandt: Muchacha en la ventana (1645)


"Los pequeños tenemos que ser fuertes. 
El mundo es cruel con las cosas chiquitas


 Las palabras que anteceden son, de una forma u otra, de Truman Capote. El título de esta nota aparece en A sangre fría . Las frases que reposan debajo de la muchacha de Rembrandt fueron enunciadas por el propio Capote en el film Infamous (Historia de un crimen, 2006). O seamos precisos:  la voz que cubre los movimientos de la boca del actor Toby Jones  haciendo de Truman Capote me dice que el mundo es cruel con las cosas chiquitas y que (por eso) los pequeños tenemos que ser fuertes. No sé si esto lo dijo realmente Capote. No soy fetichista de los orígenes.

 El fetichista borra todos los sentidos que brotan a borbotones de las cosas y se ceba en uno, se ancla en un detalle y una emoción. Anula la posibilidad de nuevos sentidos por una extraña fidelidad a un origen: la primera lectura, el Ur-borrador de la gran novela,  el pie de la doncella y su zapato roto, el pecho de la matrona. El fetichista ancla las cosas a un emoción 1ue se nos presenta omnipotente y gira sobre ella como el círculo derviche.  Los zapatos-fetiche son el eje del universo perverso y configuran una cartografía minimalista o naïf.


Las palabras, sin fetichismo, se escinden  y se tiñen de los colores de la muchacha de  Rembrandt. La muchacha las escucha y  entrega convertidas en  pan caliente de comunión estética. El pan que amalgama los mil sentidos (o  mil mesetas ). Ella, que mira, se covierte en nuestra espectadora y en nuestra fuerza. Aceptando la debilidad debemos arrojar la rodilla al suelo y permitir que las pequeñas cosas- los sentidos - puedan rozarnos como en un sueño. No todo el mundo está preparado para recibir lo que la joven nos muestra. Las manos erosionadas por el agua helada del canal y el olor amargo de su aliento son polillas de luz invisible que anuncian el aroma liberador de ese pan. No es magia ni prestidigitación. Extrañamente religioso,  sólo la torpeza del pretendiente que - ingenuo- se cree espectador y no materia artística al servicio de la muchacha, puede provocar risas en la  comunión con ese pan que huele a manos enrojecidas por el agua de  y se adorna con el aliento agrio, punteado de miel, que nos desvela la  madrugada y el desayuno frugal a base de cebolla y aguardiente.

Digo que, mientras recorrí las calles buscando los hechos sudados y sus conexiones maldecidas, pude ver la belleza de las cosas y su ternura. No me avergüenzo.


*****


" Raramente un caso se resuelve gracias a bonitas teorías. Él confiaba en los hechos "sudados y maldecidos". La cantidad de hechos que  investigar y comprobar así como el plan fijado para obtenerlos , aseguraban sudores a mares ya que se trataba de seguir y controlar a centenares de personas... un viaje a paso de tortuga en su pasado"(...)"Hay que proseguir hasta que conozcamos a los Clutter mejor de lo que ellos llegaron jamás a conocerse. Hasta que veamos un punto de contacto entre lo que encontramos aquella mañana de domingo y algo que sucedió quizás cinco años atrás. La conexión. Tiene que haber una.Tiene que haberla" (A sangre fría)
Especialista en obsesiones,  repaso los hechos en balance fin de año. Los hechos, interrogados por las mil emociones que han tenido a bien visitarnos,  han visto como sus bordes se volvieron lisos y son ya irreconocibles. Se desfiguraron los motivos y enervaron las conexiones. Los hechos sudados y maldecidos se nos pegan tan cerca de los ojos que nos impiden la sana distancia, la ironización y el olvido que los culmina.  Pervierto el espíritu de la navidad  que no es época de obsesiones ni de acumulación de hechos, ni  combinatoria memorística  de conexiones posibles, búsqueda de aquel mal gesto o de la  sombra en la mirada que hacía presagiar el final, la ruina o el derrumbe. La navidad es engaño y olvido, proyección de deseos en el futuro, promesas de Gran Cambio o intento de rememorar un pasado en el que se dice fuimos felices. 

 El hombre de los hechos sudados y maldecidos extiende los mil estados de su conciencia sobre la cama como naipes de una partida que alguien debió jugar.

 Incapacitado para resumen y balance fin de año, bebe largos tragos de alcohol fuerte para seguir sudando sobre  los hechos que ahora nota bajo su espalda y que jamás podrá presentar ante un tribunal como prueba de nada.

 El hombre, borracho, cree que vislumbró cosas chiquitas en su trasiego con los hechos sudados y maldecidos, esos hechos  que, como naipes mutados cuchillas, le están ahora cortando el alma.

El hombre de los hechos sudados y maldecidos no supo defender las cosas chiquitas - las sonrisas y los sonrojos que se enunciaban en el exocuento del otro día. La crueldad las devoró dejando los naipes ajados  como huella de una partida que llegó a su final sin triunfo ni ganancia.

Ahora ya es tarde y ni el alcohol fuerte le permite romper la amnesia.

Se perdieron las cosas pequeñas que dan el sentido precario entre los hechos sudados y maldecidos. Faltó, hombre borracho, ternura para ver y distancia para amar.  Se perdió la  fuerza para ganar un pulso a Bogart.


Una pena que la navidad, engañosa y embustera, no pueda saber ni de hechos sudados ni de las cosas chuiquitas. Triste que la muchacha de Rembrabdt no nos pueda ofrecer el pan.

martes, 14 de diciembre de 2010

EXOCUENTO PRENAVIDEÑO (Sueño e ironía hermenéutica)

 
 Giorgio De Chirico: Las musas inquietantes(1916)

    Lo narrado en este exocuento  fue en su día un sueño que me entró al trapo para mostrar el momento de verdad de aquel odioso y fulero dicho que afirma:Dios aprieta pero no ahoga. La historia y su ritmo narrativo me aportaron paz mientras dormitaba en el frente de combate onírico. Tratando de aportar su cuota de buen rollo al singular progreso de la especie,  he reelaborado la materia soñada hasta hacerla casi irreconocible como sucede con la cara de la esfinge en el desierto o la naturaleza humana según Jean Jacques Rousseau.

Estoy en un cuadro de Giorgio de Chirico, dentro de ese afuera que tanto inquietó a los surrealistas. Esta situación justificaría un cierto nivel de nerviosismo y ansiedad para un caballero de buena familia - un arousal DEFCON II,  dirían los técnicos. Sin embargo estoy bastante tranquilo. De hecho son las cuatro de la mañana, aún no me he despertado y empiezo sentirme algo búdico cuando en la plazoleta las sombras rosáceas del invierno se alargan hasta confluir en las esquinas de los edificios. La escena simula ser un mal ejercicio de dibujo lineal pero en verdad (no es difícil caer en la cuenta) estoy en el centro de un escenario teatral metafísico que se pone en movimiento. Así, casi de inmediato, noto la presencia de las fuerzas que me definen y acompañan desde los albores de mi corta y aún niña existencia: la tristeza, el amor, la soledad. No me dicen nada porque están disfrazadas para la ocasión de maniquíes de sastrería. De hecho, en el sueño, yo soy también un muñeco sin cara.

El escenario metafísico de Chirico se transforma en el campus de una universidad y la juventud que lo habita, con esa alegría característica, hace huir a las fuerzas metafísicas. Yo dejo de ser un maniquí, convirtiéndome en cuerpo humano que encarna a la perfección mi adolescente alma. Estoy haciéndome a la idea de mi nuevo look – si esta expresión tiene sentido en el sueño – cuando aparece una joven poeta en lengua española que me mira y reconoce. Me coge de la mano y me besa  corto y suave. Ella no me dice nada pero si pudiera hablar diría: ven, sígueme. Yo me empotro en su sombra de delicado ámbar y recito los versos parmenídeos a modo de oración o detente- bala.

“Las yeguas que me arrastran tan lejos como mi ánimo pueda desear,
en su escolta me conducen al muy nombrado camino de la diosa,
el que por todas las ciudades llevan al hombre que sabe.
Por él me llevaban las hábiles yeguas que tiraban del carro;
pero el rumbo lo marcaban las muchachas”

El caso es que la joven poeta de ojos de koré griega me lleva tiernamente cogido de la mano y me da besitos como si fuesen cucharadas de sopa o vino caliente con canela para recuperar al enfermo. Me dejo cuidar porque comprendo que pasar de una escenografía metafísica como la de De Chirico a la realidad del mundo poético es difícil. De esa guisa y consuelo, abandonamos el espacio de los edificios públicos y entramos en una zona residencial en la que abunda la vegetación y los chalecitos de dos plantas con buhardilla. Se respira paz y bienestar burgués, espíritu ilustrado y un suave hedonismo no ajeno a la responsabilidad. En una de las casas,  la poeta me presenta a su madre y a su novio o esposo (de la poeta), sin dejar ni por un momento de besarme al modo corto-suave. A nadie le extraña su esmero y ambos, novio y madre, aceptan mi presencia con una amabilidad tan mesurada que estoy a punto de pensar que esto no es un sueño y que finalmente la diosa me ha abierto la puerta diciendo:

“… y que no fue un hado malo quien te impulsó a tomar este camino”

Estoy tan a gusto con mis nuevos amigos que elevo el beso suave y corto  a la categoría de rey del universo, luz de luz, dios verdadero dios verdadero, de la misma naturaleza que el Padre (etcétera). Todos nos besamos de ese modo tan bonito, sonreímos y hacemos crítica literaria sin amargura. Yo quisiera permanecer para siempre en tan amable compañía pero mi musa me saca de la casa de manera gentil pero firme, como si debiéramos cumplir una misión o la visión no se cerrara categorialmente con la imagen del beso-corto-suave. Tenemos que ir a otro sitio.

Recorremos sin violencia caminos de tierra suburbanos con olor a sombra y matorral  hasta que finalmente entramos en el trasiego de la gran ciudad sin que el bullicio rompa la magia. La  joven poeta me señala con el dedo una sala de baile moderno y eléctrico. Comprendo que ese es el puerto al que me conduce el sueño. Dentro de la disko mi kore me suelta de la mano por primera vez y se desliza en la pista para bailar como quien desterritorializa un clásico (el beso corto-suave) para desvelar nuevas posibilidades emancipatorias. La poeta se divierte en la danza y yo la miro desde mi esquinita mientras baila con otros jóvenes. En el techo esferas de colores giran, destacándose en el centro una de color rojo coca-cola que pareciera regir el destino de las demás. Enjoy, me dice mi poética proveedora de besos, y retorna al centro de la pista. Allí, debajo de la gran luna roja, despereza su cuerpo en una sonrisa y un sonrojo que se me desvelan como el secreto de lo real, el afuera invisible y cálido. Entro en suspensión de juicio cuando las burbujas de la coca-cola me hacen cosquillas en la nariz. El frescor dulce del sorbo  envuelve a los jóvenes que bailan debajo de la gran luna. El mundo me sonríe y se sonroja. Y yo, como cuando era niño y me enamoré por primera vez, me enfrento sin miedo a ese despertar que ya amenazaba mi conciencia. Sé que el camino de la diosa se me ha abierto con pajita y burbujeante carbonata sonrojante. Hoy el despertar será definitivo. Como el primer a amor.

Norman Rockwell: Spirit of education (1934)


NOTAS HERMENÉUTICAS PARA FILÓSOFOS CÍNICOS QUE NO DIFERENCIAN ENTRE LOS LABORABLES Y LAS FIESTAS DE GUARDAR


Desvelemos secretos de esta narración. Un exocuento es el  caparazón exterior de un alma que no admite vertebración, un alma arcaica que discurre por un espacio hostil. Los exoesqueletos son bonitos; los exocuentos no tienen por qué. Las yeguas son las fuerzas metafísicas antes citadas – la tristeza, el amor, la soledad - y las muchachas los deseos (puros o impuros) que marcan la existencia como ilusiones, expectativas y horizontes de felicidad. La escritura es una muchacha. La escritura corta a las fuerzas metafísicas en fragmentos digeribles. La diosa es el arte que se deja ver más que en los museos en la gracia de una muchacha que se levanta de su pupitre como la hermana de Gregorio Samsa al final de la Metamorfosis. La joven poeta es la ocasión, el suceder de lo maravilloso que acecha. Las ocasiones siempre son jóvenes y no hay ni adoración de la juventud ni lolitismo maldito en la preferencia. En el sueño la joven poeta tenía rostro reconocible  pero no cuerpo (como en las vírgenes barrocas de algunas ermitas). El detalle es irrelevante o no viene al caso. Los sorbitos de vino caliente con canela pueden simbolizar las inyecciones de dinamismo que los encuentros con las jóvenes generaciones aportan  en el alma de la tradición o en los señores cultos de una cierta edad que no se han vuelto escépticos, cínicos o Humbert Humbert . El primer mensajela comunión de besos cortos y suaves – parece que se aplica al espacio metaliterario y quizás sea una crítica larvada a la falta de comunicación entre las diversas camarillas poético-literarias. Que los críticos deban besar en el modo “pico” a sus criticados no parece sino un deslizamiento de la espesura de los días de ansiedad post-moderna agudizado por las fechas navideñas. En todo caso, no deja de ser interesante imaginar una generalización del beso suave y corto en los magazines culturales. Los besos cortos y suaves son bonitos. El segundo mensajela sonrisa y el sonrojo como secreto del mundo - tiene una clara lectura teológica y apostaría por la tesis de que dios es mujer y, seguramente, de una raza no blanca. También tiene una clave biográfica que ahora no merece la pena desvelar. En todo caso me gustaría ir por el mundo viendo sonrisas de gato de Cheshire.

La joven poeta se revela Kore para ajustarse al tono clásico del escenario y porque, desde chiquito, las esculturas del época arcaica me gustaron más que las clásicas.Los fragmentos citados son del famoso poema del Parménides sobre el ser. Frente a la obviedad de Heráclito el poema del eléata siempre me ha dejado de piedra (y esférico) pero fascinado.

De Chirico aparece de casualidad, por dar un toque perverso y pretencioso a este cuadrode mi vida onírica que, por lo demás, pretende ser adecuadamente sincero sin caer en la casquería. Casi purita ficción, por consiguiente.

domingo, 12 de diciembre de 2010

SOBRE EL ANDAR POR EL AFUERA Y OTRAS DIFICULTADES: SER OTRO / ESTAR FUERA

 Cindy Sherman: Working girl

- ¿Es bonito afuera?.
- No.
- Hubiera querido que dijeras que sí.
- ¿Por qué?.
- Me hubiera gustado que fuese bonito.
- Supongo que tú dirías que lo es, pero resulta un poco desagradable para andar.
- Bueno, no estamos fuera.

(Paul Bowles: El cielo protector)



Cindy Sherman Doll Clothes (1975)



"Los niños juegan; 
                           las mujeres, detrás de las ventanas, esperan siempre algo; 

                      los hombres marchan por la acera desamparados, silábicos, vacíos"

(Luis Rosales: Cervantes y la libertad)





jueves, 9 de diciembre de 2010

CHAHUT Y OSADÍA (y 4)


 "Allí estaban y hubieran sido gratos a sus ojos, pero no tenía fuerza 
para relacionarlos entre sí o consigo mismo: no conseguía ponerlos en foco"
(Paul Bowles: El cielo protector)

Osadía.  Queda esa palabra como expectativa y sensación indefinida; sombra alargada de solsticio de invierno en un cuadro de Chirico.

¿Qué significa la osadía? Deriva o deslizamiento estratégico y arriesgado desde el ruido y la payasada para encontrar una figura. La osadía como ejercicio de clasicismo en el filo de una navaja.

Sobre el papel  el grafito-Seurat se extiende como universo de  virutas de hierro que un  imán  subterráneo ordena. La negritud y el  blanco espectro de la cantante con la que soñamos se aparecen en una atmósfera de casualidad, misterio o milagro. La osadía es el giro atrevido de muñeca que moviliza los campos magnéticos.


Estamos dentro de un edificio que se derrumba - los constructores no pusieron demasiado esmero a la hora de mezclar el hormigón ni definir las retículas de acero que lo (des)armaban - y, en esa situación extrema, uno trata de protegerse debajo de un mesa de formica, llorando y rezando al dios por el abandono cruel; o, por el contrario, inicia una coreografía inédita, salva a la chica del desastre y, en arriesgado (que no espectacular) salto de baile, se eleva lo suficiente como para ver la caída del edificio desde arriba, con la polvareda subiendo corintia y espesa hasta mostrar la imbecilidad del miedo, de la aprensión. El sentimiento de decepción se volatiliza y oímos la noche transfigurada de Schönberg o una milonga. En el salto incluso podemos tomar apuntes del natural para nuestra próxima exposición. Eso, supongo, es la osadía.

Ni que decir tiene que cuando yo he sentido edificios que se derrumban me he escondido debajo de la mesa de formica; pero nunca he llorado jeremiaco. Sí ,  he clamado por la decepción del mundo y los humanos (¡cómo me ha decepcionado la vida, Luis!); también  he sentido el gran hueco de la pena, repitiendo para mí el viejo mantra: no me lo merezco , no soy (in)digno de esta crueldad, por qué la malicia me embarga (y etcétera). Sin embargo tampoco he hecho ostentación pública de ello. Sonrío y en el fondo de mis sonrisa habita una luminaria de osadía.

Tal vez he sido osado sin saberlo --- lo cual (claro) anula la osadía hasta el día del reconocimiento.

La osadía es hiperconsciente.

(por eso era virtud surrealista)

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  El ruido me agota y hunde. La osadía salva si y sólo si puedo identificarla en alguno de mis gestos.  El puntillismo de Seurat me exige quietud asiria en la percepción  y  aceptar el miedo paralizante, la sospecha de que tal vez todos sean(seamos) autómatas. Las figuras de Seurat son el terror en medio de una orgía de taxidermistas: todos esperamos que llegue el ejecutor con sus tijeras y las esferas cristalinas que sustituirán a nuestros ojos. Nos excita la eternidad del disecado pero, inquietos por nuestras aprensiones sobre cómo será el ser ahuecados completamente y rellenados de serrín, nos quedamos inmovilizados en vida en la explanada de La Grande Jatte. Nos momificamos solitos. Un domingo por la tarde.

 La osadía es un ligero quiebro inesperado de la inteligencia en la mirada para romper el efecto de los puntitos asirios.

Por eso, la osadía en el La Grande Jatte de Seurat  la ejecuta un mono y un perro.





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La visión, la risa y el amor nos hacen oscilar como derviches....
Claroscuro  desnudo 
y el horror de los espectros.


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Osadía. Alternativa en la época en la que no hay dios que se la juegue a la prudencia. De qué poco sirve la inteligencia y la fuerza de voluntad clásicas.  La osadía implica la experimentación de la distancia; el riesgo ajustado que sobrepasa en un escorzo, en un punto o en un par de pasos, el límite del non plus ultra. Jinete de irracionalidad que la mesura no vence y que, antes bien, pone a la inteligencia a su servicio en nombre de algo (¿qués eñora gobierna al paladín osado?¿la inteligencia?).

.....Y todo el esfuerzo para que, en rondó, las figuras que hemos observamos en el anterior paso de danza (también osado) terminen por desvelar el granulado, la vacuidad de la interferencia sin decodificador, el mensaje secreto de la vieja lámpara de queroseno, la excitación del señor de la primera fila por un movimiento en el seno de la cantante.

En el límite de lo insólito, cerca ya de la temeridad o de la misma locura, la osadía es en el orden del ruido y la mutación de la figura en puntos. El frío movimiento que sabe colocarse en el palpitar de lo inteligible y su disolución....




.... y ahora pienso y dejo correr las teclas y los dedos y el alma hasta que me embarga el nerviosismo, la desazón , la ganas de la violencia, la violencia sí aplicada a aquellos que se ama, al objeto de la risa y la broma, a lo inesperado, a lo que decepciona y  a lo que esperanza. Corre, corre....


Chahut como golpe seco, espectáculo burlesco en el que un enano castrado presenta las virtudes terapéuticas de la violencia sobre el deseo y su objeto: ella, la bailarina, la acróbata, la soprano opiómana. Kung fu entre Pierrot y Colombina.

Imágenes: 

Seurat: Dibujos (MOMA)
          :Un dimanche après-midi à l'Île de la Grande Jatte (detalles)
Giorgio de Chirico: melancolía y misterio de una calle (detalle)

domingo, 5 de diciembre de 2010

CHAHUT Y OSADÍA (3)

G.P. Seurat: Un dimanche après-midi à l'Île de la Grande Jatte(1886)

"...le tomaron el pelo por ocultar
la realidad
bajo un hormiguear de coloreadas pulgas
o se burlaron de sus figuras asirias"

La mirada asiria. Mira el asirio a la izquierda y trata de no ver para mejor situar su estampa en el desfile estático. La visión, la risa y el amor nos hacen oscilar como derviches y estamos incapacitados para vivir en los tres estadios durante un tiempo razonablemente mayor al de una sonrisa. Por eso es preciso cegar, condenar o dejar en suspenso la atención para participar en la parada. "Mire el cogote de su compañero y cúbrase", me decían en la escuela y en la mili mientras formábamos. Seriedad del ojo fijo en nada. Sieg Heil! En la situación asiria del cuadro manda el paso rítmico (en este caso congelado), la procesión pagana del ocio burgués y, poco a poco, también obrero (el 1 de mayo de 1886, año de la Grande Jatte, tienen lugar las revueltas de Haymarket y un año después la Segunda Internacional vindica la fecha como día de los trabajadores).

A veces siento envidia de la parada del asirio.


La mirada en esta tarde de domingo es milagro . La Grande Jatte es altar conmemorativo de los nuevos tiempos de prosperidad que se anuncian (los negros y las máquinas trabajarán por nosotros). Simultáneamente, su representación vive en un pasmo de fragilidad. Un ligero acercamiento a la imagen nos desmontará el universo puntillista y todo se convertirá en un circo de pulgas psicodélicas sin orden ni futuro ---- y realmente, en 1889 y en 2010, la paz asiria del ritual dominical no deja de ser mascarada porque no sólo trabajan los negros y las máquinas sino "nosotros" nos vemos afectados por el engranaje canalla, la apertura militar del espacio aéreo, la salud como corsé y la felicidad en un viaje exótico con el tiempo ajustado a la especulación de los mercados; la humillación de tener que mostrar a todos lo listos que somos, la agenda de alienaciones que tenemos, lo eficientes que nos parió la matriz mecánica. Sólo una generación me separa del hambre y el racionamiento. Sé escribir de milagro y veo los sabañones en mis pies. Me como los mocos a la sombra de los millones que desgastan su intestino en la diarrea, el tifus o el cólera. Somos muchos millones pero no somos siquiera puntos luminosos ni cabe esperar - como diría Kant - que a una cierta distancia el hervor del color puntillista muestre sendero, figura, estadio o mirada asiria.

Si acercamos la mirada estalla la imagen en pulgas de luz-emocional, ruido sordo sin partitura, bullicio anterior a la entrada del maestro en el aula. Sólo son puntitos de luz pero esos puntos se expanden diluidos y vibrando - como un cuerpo después del temor o la corrida- en los lienzos de Rothko. Y Rothko nos devuelve a un paisaje que aún no recordamos...... ¡ aunque tal vez no! ¿ Por qué su sangría, esa necesidad de pintar rojo con sangre y viento con cuchilla? Quizás sea un mito suponer que una vez aquel niño letón pintó cuadros atravesando el campo de minas de los puntos de color, expandiendo cada gota en banda/bandera de aleluya. Quizás un cuadro de Rothko no es una expansión dinámica del punto al ser roto por la rabia y el deseo sino sólo un zoom de cámara, un simulacro mecánico.

Es dudar un poco y comenzar a sentir el zumbido en los oídos, el tam tam salvaje en la tarde de domingo.

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La mirada asiria, la gran indiferencia que se hace carne en el rito tomado en serio, pasa de nosotros y nuestros chistes lerdos. No se ríe. ¡Qué distancia tan inmensa separa el circo y el espectáculo burlesco chalut de los dos cuadros anteriores de esa estampa de la Grande Jatte! ¿Qué ha podido suceder para que sea tan distinta la mirada en los tres lienzos y, a la vez, sigamos considerando superior precisamente a la Grande Jatte? ¿Qué sucedió esa tarde de domingo?

Salvajes amazónicos vestidos de positivismo cientifista (la teoría de la luz etc.), fuerzas mercenarias de la mirada asiria, lanzaron dardos de curare sobre el cuello de las bailarinas y los forzudos del circo, convirtiéndolos en puntos en equilibrio precario que contemplan relajados el triunfo de la clase obrera hermanada con la burguesía en el parque. No se trabaja en domingo.


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De pequeño tenía ropa sólo para los domingos y en ese orgullo de armario me hermano con algunos de los que miran a la izquierda en la tarde del domingo, simulando la mirada asiria, en el cuadro de Seurat. Sin embargo, antes como antes y ahora como ahora, siento las más profundas de las depresiones en las tardes del domingo. Mi alma reacciona ante la imposición del festivo, la pseudoquietud del curare que marca la Grande Jatte y que muestra el espacio de la libertad como camelo, espejismo drogadicto... Sucede que tras la paralización de los miembros las hormigas nos devoran en un clima de plácido domingo. Y yo siento esas hormigas que no puedo apartar de mis piernas.
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La liberación como engrasado de la máquina. ¿No son todos los personajes de La Grand Jette maniquíes de sí, Olimpias autómatas de las que nos enamoramos si sabemos mantener la justa distancia como sucedía en el cuento de Hoffman? Si cruzamos la calle y entramos en la casa la placidez del domingo estalla en diez mil puntos y eficientes engranajes.




Natalie Dessay, Olympia en los Cuentos de Hoffmann, de Offenbach


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"Las Panateneas de Fidias eran una procesión. Yo quiero mostrar a los modernos moviéndose como en los frisos, reducidos a sus elementos esenciales, colocarlos en cuadros combinados según armonías de colores por medio de la dirección de los matices y según armonías de líneas mediante su orientación, disponiendo línea y color en mutua relación" (Seurat)


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¿Quién me enseñará el salto de la osadía?

Y el monito disecado nos atrapa en su ternura. No otra cosa es la experiencia de lo siniestro.

sábado, 4 de diciembre de 2010

CHAHUT Y OSADÍA (2)

G. P. Seurat: El Circo (1891)

"...y bajo la influencia de la luz en combinaciones alegres, serenas o tristes"
(Seurat)

Sueño un circo de Seurat y me entrego inquieto a su ( )quietud. No dura - a la quietud le falta el tiempo - y, de pronto, se desvela la ingeniería, la trampa del ojo. Una pena. Ruido de puntos en el circo, como si la vida fuera retransmitida en diferido y pixelada por las manos de un Dios-niño autista.

Abandonado el mundo por sus controladores y Moisés atrapado en los pasillos de un aeropuerto, el pueblo inquieto se prepara para recibir una nueva visita de los mercados. Mi mente piensa ruido bastardo, circense, payaso. Sé que esto no es tesis ni poema. Es lo que hay(en precario).

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Pienso como si escribo y las ideas - sintagmas deshilvanados - rompen la piel del sueño. Las ideas que en ese estigma nacen, entre el pensar del insomnio y el deseo de inconsciencia, son las mil agujas del descontrol y sólo dejan de rasgar el alma cuando determino la forma en la escritura. La escritura es mi osadía y la osadía es lo que siempre me ha faltado. El resto es ruido, chahut; la inmensa payasada del mundo ante la que me subordino y digo Tú o Dios o los días eran menos tristes cuando parecía que éramos amigos o no digo nada, callo, sonrío y me despido.

Ajusto la mirada sobre la cosa y descoyunto la perspectiva habitual (no por vicio sino porque se ha quedado muda). Rompo los precintos de las formas que se pulverizan entre mis dedos. Realizo todo el ejercicio con cuidado para intentar encontrar el perfil, marcar el volumen, señalar los átomos de luz. El resultado: ruido.

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She´s lost Control




Joy Division: She´s lost control(1978). Vídeo Paul de Ridder(2007)

Militarización del espacio aéreo. Miles de afectados. Ruido de fondo en la pantalla muda. Ella ha perdido el control y la patria pierde puntos en el bataclán de los mercados. Los controladores dan un golpe en el eje estratégico del espectáculo vacacional con una inoportuna diarrea acompañada de vómitos y, quizás, fiebre. Ellos no viajan en avión: la niña no verá quizás a su abuela moribunda ni la empleada del almacén visitará la pagoda indochina. Los camareros no sirven copas ni los camellos anfetas. El mundo pierde su sentido y se eleva el precio de la deuda. Sólo nos queda hacer chistes obscenos.

Ruido, chahut y el circo se viste de color militar.

Ellos toman el control y llaman sediciosos a los tipos que (no)miran pantallas. La gente sueña con fusilamientos al alba y olvida el sacrificio a los mercados. Es extraño, medita un usuario estoico, el intangible paso del joder al estar jodido. La crisis de la edad.

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En el circo de Seurat el caballito traza círculos de amarillovioletas en la horizontalidad de las líneas que denotan calma, ( )quietud. Penetra la escritura en mi vena como una chuta de postimpresionismo. Los días eran menos tristes cuando parecía que éramos amigos, el Seurat pintaba al modo asirio y ni Dios ni los mercados perdían el control.

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Afecto(RAE): Que sufre o puede sufrir alteración morbosa.


M., mi hijo, no pierde el control (paradojas de un afecto al petit mal). En cada momento traza un plan de actuación que repite con fidelidad de planeta cartesiano. El jueves devuelve el disco a la biblioteca y el viernes saca uno nuevo para la semana. Toca lo que toca cada día, cada semana, en las diversas épocas del año. Vive en la seguridad de lo mismo y en la soledad del astro que ajusta su órbita en torno a no sé si un vacío o una sonrisa. Convierte su existencia en la pista de un circo en la que todos los números están prefijados por ese director de escena de bigotes largos y chaqué encarnado. Yo soy el perro que vigila para que ella no pierda el control.

Yo pierdo el control y trato de invocar la osadía que, de momento, es sólo escritura (but a like)

jueves, 2 de diciembre de 2010

CHAHUT Y OSADÍA (1)

Georges Seurat: Le Chahut (1889-90)

" Seurat comprendió que había algo atomizado, analítico y dividido en la conciencia modernista, y su obra prefigura el afán del arte de referirse cada vez más a sí mismo"(...)"La realidad devenía permanente cuando se desplegaba como una red de diminutas y diversas quietudes"(Robert Hughes: El impacto de lo nuevo)

Víctima y hetaira de su tiempo, el bicefalismo es deriva del pancomunicacionismo neurótico, ese simulacro de narcisismo colectivo que nos ofrece el orden blog y el wikileaks como síntomas (me temo) igual de irrelevantes. Soy de los que creen que lo importante y trascendental circula por otro lado y, quizás, no ha hecho la primera comunión. Las cosas serias escapan a nuestra vista y al propio Departamento de Estado. En todo caso ese niño del futuro que es la seriedad de este mundo es un cartógrafo autista. Esto es una visión y no tengo ni pruebas ni documentos sonoros que lo atestigüen... pero no perdamos el norte (joder, es broma lo del norte).

La idea base es que el bicefalismo soy yo y el bicefalismo nace de la estúpida exigencia de quebrar la soledad multiplicándola por mil en la cháchara de la comunicación (frívola o íntima, tanto da). Por eso voy a hablar de mí. Pudiera ser que el sexo y el amor tuvieran el predicamento que tienen únicamente por las dificultades que encontramos para doblar la columna. Es un chiste y todo lo que seguirá en los próximos días el hermoso ruido de la payasada.

(Pensemos en el chiste que acabo de enunciar. Me ha venido a la mente mientras paseaba y de inmediato he sentenciado que una gracia(?) tan baja y soez no pudiera ser producto de mi alma. Lo he tenido que oír en algún sitio. Yo no soy así de burdo ni tarado. Estarás de acuerdo conmigo en que la tesis de marras - "el sexo-amor tiene el predicamento que tiene por la poca flexibilidad de nuestra columna" - es la parte final de la borrachera del idiota. Sin embargo mi alma ha estado en el mismo espacio espiritual que semejante lerdo cuando el chiste se me hizo presente. En el mundo-3 de Popper existe un pequeño departamento dedicado a los chistes sexuales bobos. Yo y el otro visitamos ese espacio y allí nos hermanamos espiritualmente en la risa beoda. Que luego yo haya desertado no quita un ápice de emoción al hermanamiento con el estúpido borracho que ahora mismo en una esquina del trópico llora su desengaño pensando en la flexibilidad de su columna. Ese soy yo. Y da igual que ahora diga que el chiste es un tópico de la escuela cínica y rebusque en la bibliografía sobre esa u otra escuela socrática. Me he hermanado con el tío calambre que en la cabañita invocó la fraternidad con un ebrio moscovita y todos juntos, camaradas del chiste vulgar, habitamos en las colinas del mundo de las ideas con nuestra ocurrencia. Y eso, amable lector, es toda la belleza que los humanos podemos percibir sin sentir vergüenza o una extraña culpabilidad en las entrañas por creer que somos mejores que los creadores de chistes malos y vulgares. Esto también es una visión y no tengo testimonios. Es una visión payasa y ruidosa).
Decía que iba a hablar de mi mismo.

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Chahut: Nom masculin. Tapage, agitation.Synonymes: bazar, boucan, bousculade, cacophonie, chambard, cirque, grabuge, scandale, sérénade, sifflet,tapage, tintamarre, tohu-bohu…. Le Chahut: Can-can.