"...y bajo la influencia de la luz en combinaciones alegres, serenas o tristes"
(Seurat)
(Seurat)
Sueño un circo de Seurat y me entrego inquieto a su ( )quietud. No dura - a la quietud le falta el tiempo - y, de pronto, se desvela la ingeniería, la trampa del ojo. Una pena. Ruido de puntos en el circo, como si la vida fuera retransmitida en diferido y pixelada por las manos de un Dios-niño autista.
Abandonado el mundo por sus controladores y Moisés atrapado en los pasillos de un aeropuerto, el pueblo inquieto se prepara para recibir una nueva visita de los mercados. Mi mente piensa ruido bastardo, circense, payaso. Sé que esto no es tesis ni poema. Es lo que hay(en precario).
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Pienso como si escribo y las ideas - sintagmas deshilvanados - rompen la piel del sueño. Las ideas que en ese estigma nacen, entre el pensar del insomnio y el deseo de inconsciencia, son las mil agujas del descontrol y sólo dejan de rasgar el alma cuando determino la forma en la escritura. La escritura es mi osadía y la osadía es lo que siempre me ha faltado. El resto es ruido, chahut; la inmensa payasada del mundo ante la que me subordino y digo Tú o Dios o los días eran menos tristes cuando parecía que éramos amigos o no digo nada, callo, sonrío y me despido.
Ajusto la mirada sobre la cosa y descoyunto la perspectiva habitual (no por vicio sino porque se ha quedado muda). Rompo los precintos de las formas que se pulverizan entre mis dedos. Realizo todo el ejercicio con cuidado para intentar encontrar el perfil, marcar el volumen, señalar los átomos de luz. El resultado: ruido.
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She´s lost Control
Joy Division: She´s lost control(1978). Vídeo Paul de Ridder(2007)
Militarización del espacio aéreo. Miles de afectados. Ruido de fondo en la pantalla muda. Ella ha perdido el control y la patria pierde puntos en el bataclán de los mercados. Los controladores dan un golpe en el eje estratégico del espectáculo vacacional con una inoportuna diarrea acompañada de vómitos y, quizás, fiebre. Ellos no viajan en avión: la niña no verá quizás a su abuela moribunda ni la empleada del almacén visitará la pagoda indochina. Los camareros no sirven copas ni los camellos anfetas. El mundo pierde su sentido y se eleva el precio de la deuda. Sólo nos queda hacer chistes obscenos.
Ruido, chahut y el circo se viste de color militar.
Ellos toman el control y llaman sediciosos a los tipos que (no)miran pantallas. La gente sueña con fusilamientos al alba y olvida el sacrificio a los mercados. Es extraño, medita un usuario estoico, el intangible paso del joder al estar jodido. La crisis de la edad.
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En el circo de Seurat el caballito traza círculos de amarillovioletas en la horizontalidad de las líneas que denotan calma, ( )quietud. Penetra la escritura en mi vena como una chuta de postimpresionismo. Los días eran menos tristes cuando parecía que éramos amigos, el Seurat pintaba al modo asirio y ni Dios ni los mercados perdían el control.
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Afecto(RAE): Que sufre o puede sufrir alteración morbosa.
M., mi hijo, no pierde el control (paradojas de un afecto al petit mal). En cada momento traza un plan de actuación que repite con fidelidad de planeta cartesiano. El jueves devuelve el disco a la biblioteca y el viernes saca uno nuevo para la semana. Toca lo que toca cada día, cada semana, en las diversas épocas del año. Vive en la seguridad de lo mismo y en la soledad del astro que ajusta su órbita en torno a no sé si un vacío o una sonrisa. Convierte su existencia en la pista de un circo en la que todos los números están prefijados por ese director de escena de bigotes largos y chaqué encarnado. Yo soy el perro que vigila para que ella no pierda el control.
Yo pierdo el control y trato de invocar la osadía que, de momento, es sólo escritura (but a like)
2 comentarios:
LUG:
una nueva y deliciosa serie se perfila aquí.
La osadía, primero en la escritura y luego en la realidad. Con el Pájaro de China, únete para quemar el vaticano y bailar al son del sirtaki junto al último papa muerto (ahorcado con las tripas del último rey).
Me gusta el ( ) y su posible crecimiento: ( ).
Lo tenemos todo tan acotado, tan cercado por edictos interiorizados, que me es grato abrir un margen virginal (para después imaginar formas de exasperación que acaben mancillándolo): ( )
Que el margen interior se dilate y contamine el discurso, que lo siembre de blancos y extenúe la sintaxis.
Me ha gustado lo de la pancomunicación estéril, pero entiendo que ésta se da de forma más acentuada en facebook, con su exigencia de inmediatez y visibilidad. Los blogs, precisamente, pueden construir un cierto tiempo de la espera, un sabor de la espera y de lo que adviene: pueden ser horizonte y no cerco: una manera de velar o insinuar, y no necesariamente un exhibicionismo neurótico.
Sigo tu serie y me pregunto si avanzará en círculos de cóndor o se despeñará directamente en lo convulso: si morirá de vida, al fin, la vida de estas palabras que se resisten a plegarse a un código (a una legibilidad pactada),
salve
Stalker:
la "osadía" es el objeto que busca su presentación en esta serie. Es palabra de vocabulario privado (sic) que asciende a lo público porque su significado se me ha presentado extraño, ajeno a su percepción habitual. Sí, intento abrir márgenes para que la presión exterior no me comprima las costillas.
Respecto a lo que dices del orden blog y del orden facebook. Vale, acepto el distingo pero insinuemos la sonrisa irónista respecto al medio que, imagino, no está libre del código neurótico.
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