jueves, 8 de diciembre de 2005

LA MEDICINA: LA DIGNIFICACIÓN DEL CUERPO A TRAVÉS DE SU CONVERSIÓN EN COSA


La medicina no es una ciencia más en el conjunto de los saberes. Tiene algo que hace de ella un espacio único. Ese “algo” es nosotros mismos. De la medicina somos sujetos y objetos: nos cosifica – al tratarnos técnicamente, como trozos de carne y sangre, bilis y flema – tanto como nos da dignidad al recuperarnos para la vida.

La historia de la medicina, por lo mismo, tiene un interés especial . Narra la imagen del hombre en su esplendor y en su precariedad. El arte siempre se ha ocupado del cuerpo humano para mostrarnos su belleza o su miseria. La medicina también nos ofrece imágenes del hombre. Aquí no vamos a referirnos a los polémicos trabajos del artista contemporáneo Gunther von Hagens (¿es arte ese conjunto de cadáveres diseccionados y plastificados?), sino a los inicios de la época moderna, a la increíble obra de Andrea Vesalio. En su trabajo sobre la anatomía humana el arte y la ciencia se combinan en una armonía pocas veces lograda.

Vesalio muestra en sus dibujos anatómicos la nueva actitud ante el cuerpo y la realidad humana que define la modernidad. Este interés por la descripción objetiva y la consideración del cuerpo como espacio de estudio y no mera cárcel ( o templo sagrado) del alma facilita el trabajo de constitución de la medicina científica. Vesalio tuvo problemas con los tribunales religiosos tras la publicación de su obra De corporis humani fabrica libri septem. Y es que la obra de Vesalio muestra la realidad material humana de una manera directa y, paradoja, descarnada: somos piezas anatómicas insertadas, un puzzle quizás complejo pero no por ello menos reducible a vísceras, tejidos y osamenta. La medicina nos materializa y convierte en cosas pero sólo así nos devuelve la esperanza de un poco más de vida, de salud, de placer..... y nos desvela la belleza del cuerpo y los procesos vitales en situaciones que jamás se esperaría.

El cuadro de Rembrandt Lección de anatomía del doctor Tulp (1632) es en este sentido ejemplar para comprender el nuevo marco de medicina en la época moderna. Sin tapujos se nos ofrece la disección de un cadáver (al parecer un reo ejecutado) con pretensión estética y publicista – los hombres retratados (especialmente el doctor Tulp, con sombrero) muestran orgullosos sus talentos como exigiendo su cuota de prestigio en la sociedad. En 1632 el método empírico, la revolución científica se está moviendo.

En cualquier caso, si la historia de la medicina te resulta curiosa, puede navegar por las siguientes páginas. En historiadelamedina.org encontrarás una selección de enlaces diversos . También encuentras más historia aquí, gracias a una universidad de Chile. Sin querer olvidarnos del gran Hipócrates, pero centrándonos en la renovación que se produce en la medicna del siglo XIX, puedes ver un artículo sobre el vitalismo como proyecto médico alternativo al fisiologismo triunfante, sobre las infecciones y los anestesiantes También puedes visitar el Museo Vasco de Historia de la Medicina.

Más que nunca, salud para todos.

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