martes, 8 de julio de 2008

CONSEJAS DE ESTIO: DEJARSE ARRASTRAR

Pasaje de sol de mediodía, con la sombra cortando la luz y la corriente del túnel refrescando el calor bombardeado por un dios cruel y benefactor. O tres instantes en la caída fulgurante en la transhumanidad:


" ¡Ah, Julieta querida!¿Por qué eres aún tan bella?¿Habré de creer que el fantasma incorpóreo de la muerte se ha prendido de ti y que ese aborrecido monstruo descarnado te aguarda en estas tinieblas , reservándote para manceba suya?(...) ¡Aquí quiero quedarme con los gusanos, doncellas de tu servidumbre”(Shakespeare: Romeo y Julieta, Act. V, Esc. III)

"Justine meneó la cabeza tristemente:
- No me asusta morir –dijo; el pánico ha pasado. El Señor tonifica mi debilidad y me da valor para soportar lo peor. Dejo un mundo detestable y mezquino; y si tu me recuerdas y piensas en mí como una amiga condenada injustamente, me resignaré al signo que me aguarda. Aprende de mí, estimable señora, a someterte con paciencia a los designios del cielo”(Mary Shelley: Frankenstein I, VIII)

“Porque si partimos de nuestras convenciones sociales y no apartándonos lo más mínimo del respeto que la educación nos inculca hacia ellas, sucede, lamentablemente, que por maldad de los demás, sólo encontramos espinas allí donde los malvados recogen rosas. Nos preguntamos si las personas carentes de un firme sentido de la virtud podrán situarse más allá de estas reflexiones que pueden extraerse de tan lamentables circunstancias. ¿Acaso no calculen, entonces, que es preferible abandonarse a la corriente que resistirla denodadamente? (Sade: Justine o los infortunios de la virtud)


Elvis Costello & The Brodsky Quartet: Taking My Life In Your Hands en The Juliet Letters


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