jueves, 2 de marzo de 2006

El sueño de la razón produce monstruos























En su célebre grabado "el sueño de la razón produce monstruos" Goya nos advertía, en los inicios del siglo XIX, de los problemas que podía plantear al ser humano el olvido de la inteligencia. Libre del razonamiento, sujeto a las fuerzas del prejuicio y la ignorancia, la historia humana nos conduce al horror. La ciencia debería ser arma de liberación.

Ahora bien: cabe entender el aforismo de otro modo. También la razón (la ciencia, la técnica) sueña con el poder. Y su sueño puede culminar en pesadilla. La razón, no sujeta a los límites de la prudencia humana, también puede llevarnos a la zona oscura en la que aquello que nos debía liberar nos esclaviza.


Nada más siniestro que la madre que desea asesinar a sus hijos - así Blancanieves o Hansel y Gretel. De igual modo hay algo de monstruoso e innombrable en que aquellos que debían cuidarnos nos aniquilen. La enfermera vampiro - la otra cara de la sensual enfermera vampiresa - es símbolo del temor que, de fondo, recorre muchas de las problemáticas de bioética.

Nos sentimos débiles en manos de la bio-técnica. Precisamos cuidado pero queremos conservar la libertad y la dignidad. En estos días que comenzamos a hablar de bioética convendría reconocer el papel de los profesionales de la salud ( y rogemos que no se conviertan en vampiros).


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con el reconocimiento que propone hacia los profesionales, pero me gustaría recalcar que muchos diplomados de medicina se ven relegados hacia en otros trabajos por una mala gentión de los recursos. Como ya decíamos con los SNCT, un buen sistema, no puede despreciar ni derrochar recursos humanos y menos sacarlos del sistema por las carencias de este.

Respecto a su formada enfermera-vampiro, solo decir, que en mi opinión, la única manera de disfrutar los placeres que esta nos ofrece, es bajando la guardia ante ella, aunque esto nos pueda dejar indefensos ante uno afilados colmillos. Para obtener beneficio, hay que correr riesgo, apuesta y ganarás... digalo como quiera, pero en la mayoría de las ocasiones, el avance solo llega si está precedido de una relajación de los prejuicios y el razonamiento, con los cuales, solo iríamos a lo seguro.

Luis González dijo...

Casi de acuerdo con su último párrafo, pero ¿no está bien intentar encontrar una pauta, un límite o un sentido al miedo que nos provoca la enfermera-vampiro-la promesa biomédica?

UnoQuePasaba dijo...

He encontrado esto por casualidad y, a pesar de ser un poco tarde (4 años!) quería dejar mi comentario.

En mi opinión la frase de Goya nos advierte de no dormirnos en los laureles. Que cuando nuestra razón descansa y nos sentimos en posesión de la verdad, afloran nuestros monstruos prejuiciosos y despotas.
Puede que me equivoque, pero es como lo interpreto ya que los monstruos lo produce el dormir de la razón y no su mera existencia.
Creo que lo que Goya intenta decirme (-nos) es que debo evitar el comportamiento despótico solo por creerme en posesión de la razón y tener siempre la mente abierta.
Eso nos hizo descubrir muchas cosas erroneas en la ciencia médica que se daban por sentadas como ciertas, por ejemplo.