viernes, 12 de enero de 2007

HUXLEY y UN MUNDO FELIZ ( I ). PERMITAN QUE LES CUENTE MI VIDA


«¡Oh qué maravilla!
¡Cuántas criaturas bellas hay aquí!
¡Cuán bella es la humanidad!
¡Oh mundo feliz,
en el que vive gente así!
»


Parece ser que estos versos de Shakespeare en el acto V de La Tempestad inspiraron el título de la obra de Huxley Un Mundo Feliz(Brave New World, 1932). La Tempestad se considera una de las últimas obras del autor inglés y, para muchos, es una culminación de su genio dramático. Desde luego no es su obra más conocida pero sí tiene algo de especial ( y hasta enigmático), como si en su último trabajo Shakespeare nos ofreciera un aviso de lo pudiera ser el futuro del hombre. No deja de ser curioso que, para algunos, La Tempestad pude considerase como un claro antecedente de la literatura de ficción científica - Próspero, su protagonista, es un filósofo natural y mago que logra dominar con su saber las fuerzas naturales. Un Mundo Feliz nos ofrece, de igual modo, un universo no habitual en el que la ciencia y la técnica provocan también efectos maravillosos ... o siniestros.

En fin, información sobre Huxley podemos encontrar en montones de sitios (ver al final de esta nota) por lo que aquí voy a narrar solamente algunas anécdotas personales de mi encuentro adolescente con Huxley.

ACTO PRIMERO

En cierta ocasión – y de esto hace ya muchos, muchos años - fui con mis padres de visita a la casa de unos conocidos. Estos tenían una hija algo mayor que yo, quizás tuviera dieciséis o diecisiete años y yo trece, diferencia que en aquel entonces nos ubicaba en planetas distintos: ella en la categoría de mujer, yo en la de niño. A pesar del abismo ontológico que nos separaba, la muchacha me atrajo de manera irremediable como no podía ser de otro modo en aquella época. Allí estaba ella, sentada en un sofá y con un libro en las manos (Hoy diría: parecía un cuadro de Balthus). Por lo demás en aquellos años yo ya había caído en lo que podría llamar “el fetichismo de los libros”. Tener un libro en las manos quizás hubiera embellecido a la propia novia de Shrek. Pues bien: ¿adivinan qué libro estaba leyendo la bella desconocida? En efecto, Un mundo feliz. Desde luego nada supe en ese momento de su contenido – la jovencita abandonó la sala al poco de llegar las visitas inoportunas – pero sí me quedó grabada en la memoria la portada. La edición que manejaba la chica era la de la colección Rota-Tiva y en ella se nos dibujaba un embrión humano sobre un fondo de engranajes mecánicos. Debo confesar que me impactó y, en aquel entonces, creí ver en la muchacha una actitud en extremo liberal y madura , pues, de algún modo, leía un libro sobre reproducción y sexo ¡ delante de los adultos! Yo jamás me hubiera atrevido a insinuar interés por esos temas en presencia de mis padres. Así, y finalicemos sin más psicoanálisis este primer acto, el Mundo feliz vino a simbolizar en mi imaginario adolescente el interés por el sexo y la libertad de pensamiento, la rebelión contra el mundo adulto. Lo que no deja de ser curioso es que mi absolutamente irracional interpretación del libro – pues no se basa en dato alguno sino en el simple título y la “atmósfera” que creaba la joven que lo tenía en sus manos, - acertara en cierta medida. Hoy, leído el texto de Huxley, creo que la interpretación del amor y del sexo como elementos clave en la liberación del hombre o en su esclavitud, me parece una de las columnas de la novela. Además el texto me parece una extraña novela adolescente: la sociedad del Mundo Feliz no deja de ser un mundo infantilizado y teen-ager.

ACTO SEGUNDO

Pasados los años me hice un poco más mayor – no se sorprendan. Con dieciséis o diecisiete años – la edad de la joven en aquel nuestro breve y único encuentro – me convertí en admirador de The Doors, el grupo californiano de finales de los años sesenta, y en especial de su líder Jim Morrison. No sólo grababa sus discos sino que compraba libros sobre el grupo – donde pude leer traducidas sus pretenciosas letras – e incluso llegué a adquirir un curioso poemario de Jim Morrison (Señores y nuevas criaturas) donde éste nos ofrece sus versos surrealistas y sus reflexiones sobre el arte, el cine y la vida urbana moderna. Como pueden comprender Jim Morrison era lo más fuerte, para nada comparable a la basura caduca que nos ofrecían los profesores en las clases – ya saben: Cervantes, Quevedo, Shakespeare si fuera el caso. Pensaba como Morrison, respiraba con la poesía de los Doors. Creía que debía abrir las puertas de la percepción a través de las experiencias no habituales....
Además, sabía que el nombre del grupo, The Doors, procedía de una cita literaria:

Si las puertas de la percepción fueran abiertas el hombre percibiría
todas las cosas tal como son, infinitas

No hace falta que se estrujen la cabeza. La “flipante” cita pertenece a Huxley – a su ensayo Las Puertas de la percepción. De nuevo aparecía el inglés aunque no había leído su obra. Faltaban algunos años.

Fin del segundo acto: Huxley se asoció en el imaginario adolescente a la necesidad de nuevas experiencias, la idea confusa de que hay una realidad que no es visible desde la vida habitual y para la gente normal – como se decía en una canción de la época “David Bowie lo sabe / y tu mami también /Hay cosas en la noche/ que es mejor no ver”.

TERCER ACTO

Huxley me gustaba antes de leer su obra. Hay cosas nos atraen sin razón aparente, por su asociación simbólica con nuestra vida y sus expectativas. Huxley simbolizaba libertad y la apertura de “las puertas de la percepción”. Ahora bien: si algo nos enseña Huxley una vez leída su obra es que al otro lado de la puerta se esconde lo maravilloso pero también lo siniestro. El amor, el poder, el conocimiento, la felicidad, tienen una sombra que puede atraparnos y condenarnos a sus contrarios: el odio o el amor superficial, la opresión, la ignorancia, la desdicha.


ALDOUX HUXLEY(1894 – 1963)

En la wikipedia hay interesantes artículos sobre su biografía y sobre la novela que nos ocupa.

En esta página creada por Quino Arnau pueden encontrarse desde fotografías del autor a una selección de textos sobre diversos temas o revisiones del trabajo de Huxley en el cine y en la TV

En inglés: Huxley net

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