sábado, 13 de septiembre de 2008

Descartes de fiesta

FIESTAS PATRONALES. La gente ve gente y se mueve, en orden orgiástico sólo contenido por la represión burguesa(de "burgo"), por los espacios. Llena la calle y, con la misma, la desola porque todos se han ido a otra parte, la parte que queda significada por la tradición o el programa. "Me gusta la fiesta para salir de la normalidad". De la plaza a la ermita, de la ermita a la bodega, de la bodega a los toros.

No soy muy dado a la fiesta. Quizás la tendencia a salir de los senderos habituales del pensar - por eso del estigma reflexivo - me hace sentir la necesidad imperiosa de la norma, del día laborable, del orden común. Soy el muermo del baile. La charanga es ruido.

Pero me sé equivocado. Mi desazón ante la fiesta es signo y cifra de miseria espiritual. La grandeza del espíritu encuentra lo que se busca en todo: hen kai pan. La grandeza del espíritu sabe que precisa de la ruptura. La fiesta - aún pervertida - es un trasunto colectivo del experimento crucis de Descartes.



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