viernes, 15 de octubre de 2010

Sunflower Seeds invites us to look more closely at the ‘Made in China’ phenomenon

The Unilever Series: Ai Weiwei
Sunflower Seeds 2010
Photocredit: Tate Photography
© Ai Weiwei

cien millones de pipas de porcelana pintadas a mano una por una auténtica paciencia de chinos

1.000 metros cuadrados

10 centímetros de espesor

150 toneladas.

1.600 artesanos de la ciudad de Jingdezhen & Ai Weiwei

"Aunque la porcelana es muy robusta, la entusiasta interacción de los visitantes ha provocado un nivel más elevado de polvo de lo esperado en la sala de las turbinas", señaló la Tate en un comunicado en el que apuntan que ya han sido avisados de que "la repetida inhalación de este polvo durante un tiempo prolongado puede ser perjudicial para la salud".

"Como consecuencia de ello, la Tate, tras consultar con el artista, ha decidido no permitir a los visitantes caminar a través de la escultura"






cien millones de pipas y el sonido del vídeo para los que no podemos ir a la tate a pisar cien millones de pipas. entrar en la escultura. entrar en el espacio conceptual descalzos y dispuestos a sufrir la crueldad de cien millones de pipas que nos miran sin fruto. cien millones de obras de arte por obra y gracia de la tate. habla el arte. habla ai weiwei. hablan cien millones de pipas. la voz de máquinas y de mujeres y de muchachas chinas en la ciudad de jingdezhen. la ciudad de la porcelana edificada en el imaginario bicéfalo por cien millones de pipas que paren cien millones de estructuras posibles, cien millones de estados de ánimo para cien millones de visitantes intoxicados. y el rastrillo extiende los cien millones de pipas como cien millones de palabras para decir te quiero o no es justo o váyase a tomar por culo o lo siento o qué pena que todo termine así o buenos días o, simplemente, no. cien millones de palabras escritas y pronunciadas a mano en la superficie de un grano de arroz, en un palillo, en el centro de una lenteja, en el primer instante de la mañana.




fluye el barro blanquecino como la saliva de un volcán que espera la muerte de su atardecer rojo en la ciudad de la cerámica. el presidente mao anuncia mil flores y mil primaveras en chapitas para turistas mientras yo miro a las mujeres chinas irremediablemente enamorado de su trabajo y de su rostro y de sus piernas cruzadas de modo inverosímil. sus tacones dorados. me imagino con ellas en el karaoke. me imagino mujer. me imagino amante. me imagino ai wei wei.

aquí estoy, pintando millones de pipas. negro en el almirez. negro sobre blanco caolín. blanco espasmo y espectro. blanco barro de cerámica milenaria en la era postindustrial que llega a la city londinense disfrazado de cien millones de pipas que hacen irrespirables e inútiles mis cien millones de estados emocionales. no soy relevante en mis cuitas. soy una pipa que se cierra en sí, una entre cien millones. me siento pintado a mano.

fluye el barro en los moldes y se desechan las pipas defectuosas. blanco caolín y polvo de grisalla para obstruir el pulmón de la city





llueve en la ciudad de jingdezhen y la niña no puede salir a la calle.

la mano de la mujer vieja pinta la pipa

y luego nos enfrentamos al horno mientras ai wei wei nos habla de la política en china. fuego blanco amarillo rojizo en cuadriculas que se nos abren mostrando punto por punto el lado opuesto, el doble de sedición de un cuadro de Rothko. una extraña esperanza me invade al ver abrirse un horno industrial en la ciudad de jingdezhen. la cocción de las piezas.

he comprendido que el mundo ha girado hacia oriente. lo he visto en la niña que jugaba en el portalón porque llovía. en el taller. en la cajas que contienen cien millones de pipas pintadas a mano por artesanas chinas a la increíble velocidad de 2, 8 segundos/pipa (cálculo estimativo)

no necesito a dios si tengo a diez mil obreros pintando pipas de girasol en simulacro de porcelana.





el arte ha embestido al concepto.

qué se esconde tras el made in china.

artesanía x globalización = tate : intoxicación

cerrar una escultura por el riesgo de intoxicación. la causa médica enmascara la vergüenza del trabajo alienado de cien millones de manos. la causa médica como fuerza que desploma la escultura, la intervención última. la decadencia de occidente. se cerró el juego sin dar explicaciones.

el arte pierde por muerte. gana la antropología y los ensueños de mi cerebro cubierto de opio. mujeres de china. obreras. limpiadoras que barren los suelos llenos de pipas.



qué trivialidad las pipas. cuántas tardes de invierno rascando su cáscara para, eficazmente y sin pausa, devorar el pequeño fruto. comíamos pipas según el modelo de producción chino. anticipándonos al futuro. deprisa deprisa. las pipas no se acaban. las pipas enganchan y anulan la conversación. el crujir de las pipas como la voz de la comunidad que se refugiaba los domingo de lluvia en los soportales.

las pipas de ai weiwei no se parten. no esconden fruto. son productos únicos de la milenaria industria china. cien millones de obras de arte. iniciando la subasta, una pipa para cada uno-que nadie se queje de que el arte no es ya de masas, no es ya democrático, no es ya lo que está a la mano. renta universal en forma de pipa-arte. pipa a la mano sin semilla. sin el sabor suave del fruto después de la pelada. el arte es frío siempre si no le calienta mi mirada. los artistas producen frío. sin mis ojos queda el frío de la semilla que no llega.

sólo el ruido de cien milones de pipas de cerámica.

y el polvo que contamina y genera EPOC

7 comentarios:

RAB dijo...

La gran impostura del arte. La gran tomadura de pelo del artista-icono explotador de artesanos -artistas en estado puro-, es decir: la artesanía subordinada al concepto de arte de la TATE DI LONDON. Si un llamado artista se vuelve capaz de actuar como una factoría, entonces ya no hay nada más que salvar. Nos han pasado por la picadora.

Luis González dijo...

Quizás la lectura que haces de "la cosa" (el evento, la instalación) sea, en parte, lo que anuncia o denuncia. En el mundo del arte qué sabe nadie. Tal vez la escultura (¿?) es una forma de mostrar al mundo el trabajo callado de los artesanos amenazados por el tecnificado compostaje de los productos made in china. Piezas que en sentido estricto son artesanales se convierten en obras de arte al ser colocadas en la TATE y , sin a la vez, son vulgares objetos del modo de ser made in china al mostrarse por millones.

En todo caso la presencia de cien millones de pipas me conmueve. ¡Y si su polvillo es malo para la salud me parece magnífico!Una prueba de que aún sigue existiendo la vida detrás de la parafernalia del arte contemporáneo¡Una obra que, en su espítitu provocador, nace para ser pisada, gracias al miedo de occidente y los ministerios de sanidad se vuelve algo sólo para ser visto.

El mundo, a través de los brazos del azar, se convierte en artista final del objeto artístico.

Un saludo, RAB.

RAB dijo...

Claro, pero es que al pensar en la enorme cantidad de pipas no puedo evitar pensar también en cuánto le habrán pagado a los artesanos (y en cuánto se llevará la TATE). Y ahí toda la intención del artista -no lo hay, te lo aseguro: es la TATE la que confabula para que se lea como denuncia- se va al diablo... Es como el inodoro de Duchamp, sí, la idea de que el contexto crea la obra, sin embargo, hoy día... qué quieres que te diga: no sólo sigue resultándome muy manida la propuesta, sino que me parece maniquea y especuladora. Creo que las denuncias no sirven cuando emulan aquello mismo que critican. Es decir: denuncian aquello mismo que producen, reproduciéndolo ¡flipante! El sistema es así de perverso.
:+

Luis González dijo...

Vale. Aceptemos lo que dices (me parece razonable e inteligente). Sin embargo,¿adónde nos lleva? ¿Al silencio en tanto todo puede ser mercatilizado e instrumentalizo perversamente? La teología cristiana, a través de la llamada teología negativa, digiere e integra en su estructura el ateísmo, ¿dejamos de ser ateos? Nietzsche,en gran medida, ha sido una suerte para los teólogos. En la novela de Kundera, "la insoportable levedad
del ser" las fotograías de la protagonista acaban en manos de la seguridad del Estado y usadas como elemento de represión. ¿Callamos, pues, dado que siempre cabe la instrumentalización?.

RAB dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
RAB dijo...

Y si no fuera razonable o inteligente no lo aceptarías? :D (nada, que es broma, a veces me gusta marear un poco la perdiz).

Pero es que a mí me sigue intrigando, LUG: ¿cuánto habrán recibido las operarias "artesanas" por su trabajo? Exponer el problema no es suficiente cuando la infraestructura que lo crea es la misma que lo expone (y también la que paga). No obstante se acepta tu postura, de hecho es muy legítima. Los de la Tate lo saben y saben que le sacarán el jugo a ello, pero ¿sabes qué pasa? que he visto lo que se gana haciendo pipas de porcelana... ¡y no sabes lo aliviada que me siento habiendo conocido cómo funciona la Máquina! Estoy segura de que ni los teólogos cristianos o no cristianos, o el mismísimo Nietzche supieran lo que es hacer pipa a pipa... Por eso no entro en el juego de la Tate.

pd. ¿hemos pensado en cuánto se venderá la obra? Y luego: ¿habrá alguien que quiera comprarla? La recaudación ya estaba asegurada antes de fabricarlas. Actúan igual que en las grandes corporaciones. Una pasada.
pd. ¡como se me pudo pasar! las embolsarán en paguetitos de 70cent. y las revenderán los chinos en Europa para rellenar los floreros con bambúes. Los tíos ganan el doble. Realmente son geniales. (Y perdona la extensión, pero la verdad que esto de las pipas da mucho juego).

Un saludo!

Luis González dijo...

Estimada RAB:

sigo creyendo que lo que dices es razonable, inteligente, lleno de sensibilidad ética y estética... En esta mi-blog yo suelo actuar en plan muy ego-trip y el asunto a Ai Weiwei me llamó la atención por el volumen de las pipas (cien millones dicen) y por el hecho de que el polvillo contaminante acabase impidiendo que la gente lo pisara (como era la idea original). Me flipa la intervención de lo inesperado (aunque joda). No pienso "prima facie" en el trabajo manual, ni en el dolor de espalda de las mujeres, ni en la explotación --- "pienso" en el rostro de las mujeres del vídeo, en la belleza de su forma de cruzar las piernas, en la niña que juega en el portal del taller porque lluve. Un poco de decadentismo, lo sé. Tampoco pienso en los tiburones-Damien Hirst del mundo del arte y en cómo se hacen ricos con mi "tontuna" de visitar exposiciones. Me dejo arrastrar por la corriente de mis emociones-ideas-ficciones. Ego-trip, ya te digo.

Eso no significa que yo sea un psicópata y que no dé de comer a mis hijos ni me enoje moralmente (y, a veces actúe)contra el desorden del mundo. Soy un honrado trabajador (además).

El arte, la escritura, esta mi blog bicéfala, es un viaje morfinómano, una quiebra controlada de mi mente en busca de chispitas de colores, brillos y perplejidades. Quizás fantasía pequeño burguesa para un proletario común. Vale. Creo que el arte tiene algo de eso.Los objetos artísticos - incluidos los contemporáneos - me ofrecen sentidos livianos, "pompitas de jabón" o colorines. Heroina en vena de espíritu. Y me dejo llevar. Luego la fantasía estalla y, desde la inteligencia crítica, para la que supuestamente me he formado, desde mi navaja ética-destructura, veo el engaño al que aludes, y la incongruencia del mundo...Y rompo el juego. Eso es mi bicefalia, en un primer estrato.

La confianza da asco, amiga RAB. Perdona que me haya alargado en la respuesta. Creo que mi próxima entrada se titulará ILUMINACIONES, TRAICIÓN Y DECEPCIÓN.

Un abrazo (y dale fuerte)