jueves, 5 de octubre de 2006

SOBRE "METRÓPOLIS". DE MUJER, PERVERSIÓN Y TÉCNICA.

Volvemos a ver Metrópolis, la obra maestra de Fritz Lang. En realidad soy yo quien repite pues el resto de los asistentes a la proyección se enfrentaban a los avatares de Maria y Freder por vez primera. Espero que algo de la belleza antigua - tan moderna - quede en la cabeza de todos.

En todo caso ya he hablado aquí de la película en otra fecha – ver 3 de octubre de 2005 - . Hoy quisiera referirme sólo a una aspecto: la asociación de la mujer con la tecnología en su aspecto más destructivo.


Esta ligazón de mujer y apocalipsis tecnocientífico no es nueva. Desde luego fue Eva la primera en ser engatusada por el árbol de la ciencia. También Pandora asocia el fuego robado por Prometeo con el origen de todos los males. Sin embargo en las postrimerías del siglo XIX y en las primeras décadas del siglo XX la imagen de la mujer unida a la destrucción – del varón y, por extensión, de la sociedad – se convierte en un tópico del arte y la literatura.

Bram Dijkstra publicó hace algunos años un libro interesante: Ídolos de perversidad.La imagen de la mujer en la cultura de fin de siglo. En esta obra el crítico recorre las diversas imágenes negativas de la mujer que afloran en la pintura y la literatura – desde la vampiro a la Salomé babilónica pasando por la Ofelia suicida, todas de un modo u otro mujeres fatales – coincidentes en desvelarnos la unión íntima de lo femenino con lo irracional, el impulso erótico y de muerte, la destrucción y el peligro para el varón.



La Maria-Máquina de Metrópolis responde a ese esquema y en escenas memorables vemos a la mujer desmontando con su lujuriosa danza la vida ordenada de los buenos burgueses para más tarde incitar al odio salvaje a las masas proletarias. Recordemos el espectáculo de cabaret , esa escena tórrida de baile a medio camino de la Salomé ejecutora de San Juan Bautista y Josephine Backer, la bailarina norteamericana (¡mujer y negra!) que arrasa el París de los años veinte.



La mujer, en el inicio del siglo XX se presenta en posiciones cada vez más insinuantes para gozo del hombre blanco (y heterosexual) pero a la vez se nubla con el paño de todos los pecados, como si los hombres arrastrados por su lujuria – lujuria de ellos – proyectaran la mala conciencia en el cuerpo desnudo de la mujer que, finalmente, sería condenada a la mayor de las violencias.

La técnica es mujer y mala. La otra, la Maria “buena”, madre de todos los niños, anuncia a un mediador pero ella, claro, no puede ser tal: es un hombre, Freder, el que lidera la esperada alianza de técnica y ética, explotadores y obreros. Su papel es subordinado.

A veces fue mujer también la sabiduría, cosa de hombres hasta hace bien poco, y la ciencia fue entonces perseguida por la fe, también ella mujer pero casta. Recordemos como símbolo de esta persecución de la mujer-ciencia el caso de Hypatía la gran matemática, astrónoma y filósofa del siglo IV asesinada y descuartizada por los fanáticos cristianos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola profe!¿que tal va todo?ya veo que la blog va viento en popa. Pero faltan comentarios eeeeee. Me he enterado que vais a ir a Madrid de excursion pues alli nos vemos no??jejeje
Un saludo

Batera Silenciosa

Anónimo dijo...

Buenas!! Coincido con batera en que la blog esta un poco deshabitada, pero veras que algunos todavia nos acordamos de viejos tiempos. Bueno, espero que todo vaya muy bien este curso (y a lo de madrid yo tambien me apunto,jeje...) 1besin muy fuerte.

Luis González dijo...

Salud compañeras: me alegro de vuestra presencia y, en efecto, se echan en falta los comentarios en la blog. En fin. En todo caso me alegra que estéis bien y os deseo toda suerte de suertes en el trayecto vital que se inicia. Un macro-abrazo.