sábado, 14 de junio de 2008

MEDITACIONES DE LA BLOG VACÍA: SOY UNA GROUPIE


La blog radicaliza uno de los componentes que debiera poseer toda página web: el compromiso; y declina toda su estructura en el ritmo del cuaderno de bitácora, es decir, marcado por la fecha (el día a día) que se convierte en el estigma identificador del invento. Por eso, todo día sin nota cabe entenderse como traición o, mejor aún, perversión del artefacto creador de una subjetividad que es la blog. Todo creador de blog que se rinda al cansancio del trabajo diario es un pervertido del mecanismo y un traidor a los virtuales seguidores (aún en el caso de la blog sin visitantes).

Por otro lado, escribir y llevar adelante una blog es una tarea relativamente insustancial en el proceso de constitución de la subjetividad blogera. Lo verdaderamente interesante es la conversión del escribiente en seguidor de ciertas páginas o firmas. El escribiente como groupie. En mi caso debo decir que soy seguidor de algunas blogs y la mía es la plataforma de despegue en las misiones de re-conocimiento. Los enlaces que aparecen en el marco izquierdo son una guía de mis visitas – dicho sea de paso: los marcos son, en muchas blogs, lo verdaderamente relevante siendo la escritura un mero subrayado o muesca temporal. Ahora bien: no todos los que están son visitados con voluntad de excitación emocional-intelectual. Quizá la mayoría sólo ocupan un espacio para añadir un centímetro más a la capacidad penetradora de la página. Además, algunos lugares visitados no son señalados porque las razones de la visita son menos publicables, se basan en criterios ajenos al espiritualismo que rodea – creo- mi página. En ellas prima el morbo y la excitación en un estado menos travestido.

En todo caso me confieso seguidor de muchos. ¿Sobre qué fundamentos se construye, en el caso de las blogs, la adicción a ciertos lugares o firmas? Cabe hablar del interés de los contenidos. Sin embargo, no creo que la calidad de lo comentado en las anotaciones sea el elemento nuclear – si es que cabe hablar así: de núcleo, fundamento, relevancia... Las blogs son anotaciones rápidas, por definición no meditadas. No son textos cerrados por la imprenta. Por eso mismo uno se hace seguidor de una blog en virtud de una secuencia de excitación que tiene que ver con el morbo de la mirada proscrita pero también (y sobre todo) la emoción del sentirse querido o atendido. La red de blogs crea un “capital social” (bien que precario y tremendamente fantasmagórico) que nos embalsama la infinita tristeza de la redacción-publicación de una blog que uno no sabe si será leída por nadie o por muchos o todos. Todos hemos recibido mensajes del tipo: “Interesante blog. Yo también tengo una. Visítame por favor” o “ Si colocas un enlace a mi página yo coloco el tuyo”. La ingenuidad del mensaje no nos haga negar la verdad de su momento: la blog es blog social siempre y, por ello, la excitación del escribir se ve complementada de manera inmediata por la fantasía de la visita y la respuesta a la misma en forma de intercambio de visitas.

La blog – para el sujeto redactor y para el seguidor o groupie – conforma una red de familiaridad precaria pero cálida, repleta de reconstrucciones fantasiosas aunque igualmente eficaces para salir de las nuevas formas de alienación en las que todos vivimos. Las blogs son el traje de gala para nuestra presentación en el Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band


It's wonderful to be here

It's certainly a thrill

You're such a lovely audience

We'd like to take you home with us

We'd love to take you home

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