miércoles, 24 de marzo de 2010

DEPREDACIÓN DE SÍ. JOB(3)

¿Quién dijo que era obligatorio vivir en una tierra feliz aún no arrasada por la guerra y la peste y sujetar el dintel de la puerta a las leyes de la buena arquitectura, obligatorio y sujeto como lo es la erosión de la piedra bajo la cascada, grano a grano el mineral deslizándose por el río hasta formar deltas o estuarios que se mantienen dignos en su insularidad hasta la siguiente crecida, vapuleados por la marea que dura lo que dura la fase lunar, la menstruación cósmica, el calendario imposible de tallar en piedra para el hombre y su matemática?

¿Quién aseguró la permanencia del amor y el cariño y la amistad y el odio y el deseo y las ganas de acariciar o de morder como un perro hasta la primera sangre, marca roja en la camisa de los duelistas o los amantes? ¿Iba a durar eternamente el cuidado del otro? ¿Quién dijo que era obligatorio vivir cuando sólo el morir y el sufrir se garantizan con firma de diablo y visto bueno divino?

¿Por qué la fidelidad de Job a una senda que muere en lo precario - sus malditos deberes que harían reír a un niño y a un mono - cuando gana la infinita arbitrariedad: el arriba se cae en el abajo, el agua empapa la tierra, el sol quema la piel del que goza?

¿Quién me fuerza a la escritura y pretende que su poder es tan grande que impide el acto por el cual mi letra teclea el último punto .... (y fin)

.

... y por qué debía ser lo dado (bajo la forma de punto) el fin de la frase y no su inicio persistente como mi dolor de cuello, mi dolor y mi gozo, imposibles mezclarlos porque es imperioso el primero y domina incluso en el amor como puñalada de lo imposible, lo improbable, lo impropio, lo indebido e inmerecido, lo que no se dará y no debe, lo que no va ni fue ni irá pudiendo ser o haber sido en el marco de la gloria merecida y ya debida, probabilidad de beso que se ejecuta en las afueras de la traición y la puñalada, lo propio, precario, innecesario....mi entrega al azul Sherman?

Mi entrega al azul de la imagen de Sherman se resquebraja en el primer movimiento de una danza (dancing with tears un my eyes). Limpio mis poluciones en colores más lejanos... mientras juro fidelidad a la jovencita de Sherman, llegada desde décadas ya muertas, necesariamente irrepetibles, cruzadas por mil varas y flechas, definidas en nombres superpuestos en un concurso regional de traslados en los que la precariedad juega a la ilusión y la decepción, en el azul, el azul que dura sólo si no se encadena al tiempo ni al deseo ni al precio ni a la vida ni a la escritura ni al amor... quizás sólo enganchado a la muerte (y esto porque no queda más remedio y para mayor gloria de Dios que no juega ni apuesta y, como mero divertimento, necesariamente, gana).

¿Quién dijo que era obligatorio vivir y escribir cuando ya no es posible que quite la ropa a la joven azul de Sherman?¿Qué estupideces malgastaron mi tiempo en 1980 impidiéndome llegar hasta los brazos de ella?

No es obligatorio nada salvo morir. No hay traición ni pecado si elevamos la mirada cósmica o nos encerramos chiquititos convertidos en gatitos marramiau.

Imagen: Cindy Sherman/ Untitled #66 1980
Video: Ultravox, The Voice (1981)

Oooh, the look and the sound of the voice
Oooh, they try, they try
Oooh, the shape and the power of the voice
Oooh, in strong low tones

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