" Un artista es alguien que comprende el límite entre este mundo y ése"(...) " Cambio mi dirección o continúo en la misma mirando la reacción de la gente"(...) "Mi concentración es cómo sobrevivir a largo plazo y cómo unirme al sentimiento contemporáneo" ( Takashi Murakami, citado por Sarah Thornton: " Siete días en el mundo del arte").
¿Te dije, amiga, que no hay ya posibilidad de zen ni la armonía florece en los arbustos ni en los juncos ni acelera ya tu corazón la vieja correspondencia? La cara plácida se rompe, en las traseras del cráneo de platino, y se desvelan los dientes devoradores que no anuncian nada salvo el desgarro continuo o un tris-tras (princesa) de trituradora que trabaja en el vacío. La revolución no se llevará la basura. La reciclará en diseño de transvanguardia.
De chicos íbamos a fumar a las traseras del Espolón. Los adolescentes, en el cerebro, podan neuronas por imperativo evolutivo y por voluntad de desconexión y reubicación. Se rayan vocacionalmente (es su única vocación). Ceremonia del terremoto con sabor a gominola en los labios de las niñas que, con pechos nacientes, parece que se niegan a lavarse la boca (aunque todas lleven aparato, nueva marca de fábrica teen). Perfume Doritos en los labios.
No hay serenidad contemplativa - y ese es, quizás, el sentimiento contemporáneo en el que Takashi dice querer nadar. La serenidad es tirón, quiebra, piel que estalla cuando la inflación interior es ya insoportable - físicamente insoportable.
Explotaban mi piel los diviesos infantiles con su puntita blanquecina. Mamá drenaba la materia - decía materia por pus. Había - era sentencia de mi suplicio - que sacar la raíz; si no se el furúnculo regeneraría con nuevas fuerzas de muerte y putrefacción.
Mi vida como divieso, inflamación subcutánea en mi yo-como buda oval de Murakami. Conversión de la sonrisa en mordida. Explosión del cráneo. Muerdo los labios que quiero besar y me hundo con lastre añadido en la oscuridad del alma . Me digo, a modo de consuelo: No me merezco lo que me pasa; yo he cumplido mis deberes; yo quisiera poder viaja a Berlín o a Tokio ahora; no deseo que él me llame hijodeputa porque le amo y no se puede amar llamándose hijodeputa; no hay reciprocidad vital, no hay armonía de la felicidad y la virtud (Kant dixit).
Y esa es mi percepción metafísica contemporánea y en ese sentimiento hago mi cosa (Mi obra, mi puesta en obra). Me hago colorín lo que, filosóficamente, es el equivalente a las revistas del corazón. Me hundo
Ser devorado por el bibelot - como en el vídeo para Louis Vuitton. Cultura popular alienante. Hasta las narices de las películas de Pokemon en los años de crianza. Y, sin embargo, toca el alma un cierto momento de verdad en este juego de marketing-murakami. ¿Puedo ser denunciado por violentar sus derechos de creador? Esa es verdad contemporánea.
Imágenes: Takashi Murakami: Oval Buddha
Video: Superflat First Love de T. Murakami para Louis Vuitton
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