viernes, 25 de diciembre de 2009

CARTOGRAFÍA DEL GATITO MARRAMIAU (6) BELLEZA

Mamá se fue a finales de los años cincuenta a Barcelona. Con dieciséis o diecisiete años abandonó temporalmente el barrio que tenía nombre de general fascista y la casa húmeda de la abuela que habían construido los presos del penal, represaliados, reeducables en la miseria y el esfuerzo, en el hambre que espabila o mata. En aquella barriada de casitas blancas donde el papel higiénico era, con suerte, trozos de periódico cortados en rectángulos irregulares, quedó la abuela y sus hijos más pequeños y mamá se fue a Cataluña, a la casa de unos buenos burgueses que la adoptaron como chica de servicio o sirvienta o muchacha de fiar, laboriosa como eran las castellanas ( a veces), guapa niña de dieciséis con ganas de divertirse y de ver cosas, de aprender y hacerse un hueco en la charla. Allí trabajó tanto que acabó hablando un poquito el catalán y entendiéndolo todo. Pulió algunas de sus formas y fue amiga de una señorita bonita, sobrina de los señores, algo tímida, pusilánime quizás en su adolescencia, nenita que nunca había roto con la mano el hielo del invierno para lavar ropa ni sabía de pequeñas y grandes hambres, ni de sabañones. Mi mamá se hizo tan amiga de esta señorita que se estuvieron carteando amorosamente durante más de cincuenta años. Una prueba de cariño impresionante teniendo en cuenta que no se vieron nada más que un par de veces desde su regreso.


Mamá no pudo quedarse más porque la abuela la necesitaba. Lloró pues ya tenía su lugar en aquella tierra que fue extraña y sólo la exigencia materna la podía forzar al sacrificio. Retornó a la barriada de nombre fascista y, cuando se dejó caer por las calles, llevaba un porte de señorita llegada de un lugar extraño donde la gente era muy educada y podía encontrarse un espacio para la niña obrera entre las cosas bonitas. Imagino su porte elegante como de quien llega de París o de Nueva York o Berlín. Papá dice que cuando la vio ella llevaba puestos unos guantes muy finos que se quitó con gesto mundano para saludar a aquel tipo delgado que olía a grasa de telar. " Hola, ¿Cómo estás?"-- dijo mientras el guante se delizaba por su brazo y se ofrecía la mano segura y casi osada a las ásperas garras de papá.


Quiero imaginar que de aquel gesto de niña obrera imitando poses burguesas nació el amor que, años después, dio lugar a mi nacimiento. Mejor que pensar en un sucio esperma manchado de la espesa grasa que lubricaba las máquinas y a cuyo olor me hice adicto a los cinco años. Repito en mi mente el gesto de mamá y soy capaz de gozar de los brillos color perla de aquellos guantes de algodón, la desnudez de la piel que poco a poco se desvela, morena y fina, reflejándose en las torpes manos del que sería mi padre. Por eso creo que la belleza es un guante deslizándose muy lentamente por las manos de una chica obrera que imita el porte de las muchachas burguesas - las que fueron, por una rara extravagancia de la historia, sus compañeras de juegos de amor con chicos educados y guapos- en el escenario lleno de furia reprimida de un barrio obrero. Yo nací en ese gesto chiquitito y, por eso, soy como soy, un gatito marramiau que a veces se vuelve un loco lobo punk que rasga lienzos blancos o se metamorfosea en tortuga bicéfala que romantiza el puto mundo y, acto seguido, lo disecciona con bisturí infectado, destrozando las malditas fantasmagoría en las vivimos los "desterrados hijos de Eva".

El arte es mucho más que la belleza. Sé que no basta con el juego de brillos y reflejos, con esa armonía de las muchachas obreras al mostrar los modos de la sensualidad burguesa con esa agresividad rebelde que desmonta la mirada que sólo espera encontrar en la pobreza miseria. Pero me niego a renunciar a esta fantasía. Me niego a dejar de ser, algunas tardes, un alma bella.

Imágenes :
Francesc Catalá- Roca: Gran Vía de Madrid 1952
Gitanilla. Montjuic 1950

5 comentarios:

PÁJARO DE CHINA dijo...

Me hiciste llorar dos veces.

Con tu mensaje en el pajarito.

Y ahora con esta belleza. Si ese gesto chiquitito e inmenso de quitarse un guante tal como lo narrás no es una condensación de lo bello, por favor, que alguien me diga qué lo es.

Las fotos no podrían dialogar mejor con tus palabras.

Acá el ácido se repliega, mi tortugo. Acá se rinde ante una escena que destila amor.

Cuando sea grande, quiero ser como Audrey. Mientras tanto, salgo al balcón a secarme los ojos.

Vengo comentando desde la Cartografía 4 de Marramiau. Veo que desembarcó Perséfone. La amo porque está loca de atar. Si la atás a la pata de la cama, te lame los tobillos como Marramiau.

Luis González dijo...

Querida Mariel:

como siga cuidando tan tierno al gatito no podrán producirse nuevas metamorfosis, que ahora perro (guau) o lobo (auuu) toca. Como el pajarito persista en su cita de subrayado amoroso, el ácido acabará siendo un resto en mi estómago (los inhibidores de la acidez ya combaten no sé qué reflujos del espíritu). Me vence la belleza romantizadora a pesar de los las colas nacaradas de Perséfone. Queda la clínica y la mirada bisturí acurrucadas.

Pero el gatito no es minino porque fue tortuga y antes ser vacío y después, ya digo, perro o lobo. Muta el gatito, lo siento en la entrada vertizalizada de mi esófago. Pero aún no es la hora. No. Todo es lento, me dicen, porque lentas cicatrizan las heridas. Lento copo de nieve. Lento resquebrajarse del hielo en la mañana anticiclónica. Lento despegar de la poesía. Lenta muerte de las trazas metafísicas.

Silencio, amiga, que me dejo llevar por tus tres perros y las orquídeas que desdee distintas geografías me espían.

Silencio.

(Post: Gracias por asociarme a Mondrian. Desde luego es vía. "Señora, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme".

Hasta la próxima

Pedro M. Martínez dijo...

El arte es mucho más que la belleza., cierto. Pero la belleza crea el arte y así podemos estar haciendo frase hasta el alba. Como no tengo tiempo solo decirte que me ha gustado este relato, sea una historia real o no. Un saludo

Luna Miguel dijo...

Que hermosa gitanilla.



Estoy aqui. Estudiando. Aburrida. Porque empiezo los examenes el 9 de enero. Ai.


Ya he terminado Poetry. Ha cambiado bastante pero el espiritu es el mismo, tengo que mandartelo un dia, ya que eres de los pocos que lo conoce tan bien.


Cabeza con cabeza, dos cabezas bellas.



Matrimonio pagano el de la poesia.


Mil besos mil mil dos mil o millón.

Luis González dijo...

Gracias, Pedro; bella la blog Glup 2.0.