lunes, 8 de marzo de 2010

DEPREDACIÓN DE SÍ. PAYASOS (4)

Payaso Lab

¿Cabe la utilización de payaso en clave socio-política? ¿Podemos rentabilizar experimentalmente al payaso, incluirlo en el programa I+ D + i, pedir que eche una mano en la tarea de levantar al país de la crisis (yes, we can) y aportar su peso (o levedad) en la improbable tarea de vencer al apocalipsis que ya camina?

Digamos que, para delimitar los efectos del mal rollo competitivo, cabe disfrazar al Director General de clown del mismo modo que los altos ejecutivos en la hora del almuerzo se buscan damas con látigos de siete colas y tacón vertiginoso. Asumamos que todo vale en la lógica del capital especulativo y del poder burocrático. El relax en el límite es también variable en la cuenta de gestión. Si me extreman hasta la poesía pudiera tener una posición privilegiada como masajista de los mastines de la nueva economía del conocimiento, la refundación del capitalismo, el orden de la disneylandia feliz...

Sin embargo no estoy pensando en las zonas de relax, spa o balneario del sistema. Quiero meditar sobre la apuesta del payaso,la mirada que nos gestiona y genera. El payaso como educador de la humanidad en estas horas trascendentales de la historia

(suena aquí redoble de platillos y distorsión de saxofón tras el cortinaje. Tras un breve silencio, suena un moc-moc de bocina de automóvil antiguo y el payaso blanco, discurso en mano y ceja marcada, retoma la palabra convertido en mi -- o yo)

El payaso nos enseña - con mala pedagogía y peor dicción - que hay realmente muy pocas maneras de hacer las cosas tan rematadamente mal y, por lo tanto, muchas posibilidades de hacerlo bien. El payaso nos optimiza, palabra y proceso clave en todo departamento de recursos humanos. El Gran Cortazar nos daba instrucciones para subir una escalera con tal precisión y realismo, delimitando de tal modo cada paso en una secuencia de vocación infinita, que nos acercaba al abismo de la imposibilidad de subir una escalera. El payaso es un Gran Cortazar desbocado (por eso suele actuar más allá del lenguaje). Desmonta las acciones más simples y, no contento con la deconstrucción, nos llena los huecos con volutas de aire, cristalitos coloreados y canciones populares tocadas con un peine y un cencerro. Los payasos deforman en el límite de lo monstruoso la normalidad. Y, en la deformación, nos enmarca el paisaje de nuestras posibilidades de no hacer las cosas tan mal como las hacemos. Nos hace tener esperanza en el futuro y, puestos, plantar un árbol.

El payaso se sube a una silla sólo casándose con ella y provocando con sus actos cambios constitucionales que nadie desea (que se sepa no cabe matrimonio legal con los objetos). El payaso, en el límite, centrifuga y quizás en el contraste nos hace dar gracias a dios por estar tan sobrios y serenos la mayor parte del día. Nos lleva a gritar:

aleluya

y

gloria, oh, señor

o

Hare Krishna Hare Krishna

Krishna Krishna Hare Hare

Hare Rama Hare Rama

Rama Rama Hare Hare


Gracias a dios, en fin, porque esta tarde aún no he sentido deseos de casarme con una silla (ni de fornicarla).




Decía ayer y abajo:

"... cabe otra lectura en la que el payaso - si somos capaces de mirar - nos entrega la fragilidad gozosa, la "torpeza básica" que nos lleva a que cada acción tenga varias resultantes posibles (todas inútiles y, por ello, bellas en su chapuza). Con el payaso nos manchamos la cara de lápiz de labios y entonamos canciones en las que las Alicias desmoronan el cálculo de los "numerati" y pintamos monigotes en la calva de Franklin en los billetes de cien. Las mil posibilidades liberadoras del hombre ridículo cuando deja de mirarse con serio semblante y relaja el esfínter del espíritu"
¿Es liberador realmente tomar conciencia de "la torpeza básica" ? Me parece que, en la tarea de hacer mi microautobiografía, todo regreso a la torpeza y la fragilidad es aceptada con amable torsión de cuello. Mi objetivo es "la depredación de sí" y, desde ella, volver a amarme.

Ahora bien: mirando las cosas pensando en los demás (también), creo que la locura del payaso para subir a una silla o ponerse una chaqueta es el grado cero del nuevo (sí, nuevo) sentido común, ese hermoso sentido o inteligencia básica que los modernos tiempos han devorado. La conciencia de la torpeza básica no nos hunde en la miseria, ni reduce la autoestima y ni agujerea el mar de todas las rebeliones. No es impotencia flácida. Nos convierte en este hombre blanco,ese Pierrot, que ha perdido la palabra y patéticamente enamorado mira a la luna. Ese rostro pálido que sabe que es importante cuidar y atender y dejar hacer y que, cuando no mira la luna, la ve de nuevo en el rostro de la chica con la que se cruza, la camarera del café o la señora de la limpieza.

( No sé si es esto lo que busca el nuevo capitalismo. Quizás no. Por eso no cabe el payaso en su I+ D. ¡¡ Qué penita de nuevo capitalismo que sólo acepta al payaso en el orden del relax!!)

Imagen: Cindy Sherman, serie payasos

2 comentarios:

PÁJARO DE CHINA dijo...

El Director en Jefe se disfrazan de clown en la hora de la fiesta (y quizá hasta reclama una lluvia dorada, por tantas que simbólicamente ha echado sin pedir). Pero también le encanta que sus empleados se disfracen de clown en la fiesta de fin de año y, así disfrazados, muestren lo que realmente son: hombres dispuestos a disfrazarse de payasos para que no les bajen el sueldo o los despidan. O sea: el clown como "prueba de amor" en el capitalismo.

Sí, sí, el clown también es el tonto y nosotros, los inteligentes. Y también nos enseña cortazarianamente qué complicadas son las cosas más sencillas (lo que descubrimos eventualmente cuando estamos enfermos y lavarse los dientes es un acto heroico).

Y la tontera básica ... sí, es posible que sea un grado cero. En ese campo yo me considero más bien un cero al as. Te estoy escribiendo desde la casa de mi madre y no sé como encender su cocina (y eso que de niña leía a Cortázar).

Dígame, oh, Señor, cuántas cabezas hay en su cabeza. Te aviso que todo esto tendría que leerlo la buena de Cindy. Yo me agencié (legalmente) el contacto de sus galeristas. No es broma. Tendría que leerlo. Estaría fascinada.

PÁJARO DE CHINA dijo...

P.S.: Te escribo a la velocidad del entusiasmo y pluralizo al Director en Jefe y escribo "fiesta" cuando debería decir "almuerzo" en el mensaje anterior.