miércoles, 11 de abril de 2007

PAUL AUSTER: VIAJES POR EL SCRIPTORIUM ( Y CUATRO)




“...preguntas sobre las cosas que más le preocupan. Dónde se encuentra, por ejemplo. Si se le permite pasear por el parque sin vigilancia. Dónde está el armario, si es que en realidad hay un armario y porque no ha sido capaz de encontrarlo. Por no mencionar el eterno enigma de la puerta: si está cerrada por fuera o no “(pág. 146).

Centrarse en las cosas importantes. Las preguntas cuasi-metafísicas del inicio de la novela de Auster - ¿Qué es?¿Qué está haciendo ahí? ¿Cuándo ha llegado y cuánto tiempo se quedará aún? - se vacían o nos inducen a otro estilo más discursivo. La filosofía quizás.
Lo importante en EL RELATO es el detalle.


LA PUERTA Y EL ARMARIO
El encierro en el que nos encontramos al despertar amnésicos a la escritura - la habitación blanca del no saber qué decir - y la tentación de un doble encierro, este voluntario, el emparedamiento en el armario, la imposición del silencio de la escritura bajo la retórica de la autenticidad (¡ el doble encierro ágrafo se vive como salida liberadora de la trampa!). Sólo militantemente – o militarmente , en ejercicio ascético - se sale del armario. Hay que hacerlo: escribir, escribir, escribir.

¿ Y salir de la habitación blanca? ¡Sería como pretender que yo saliera de este fondo de pantalla! Sólo muerto se cierra la escritura

¿Está la puerta cerrada por dentro o por fuera? ¿Dónde está el armario? ¿Existe un parque en verdad exterior?

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