
En general el objeto por sí solo nos dice muy poco a los que no hemos tenido la visión si no apoyamos la cosa en el discurso, el catálogo de turno o, siempre, la violencia de la cruz/espada. En esa extrañeza se construye todo el universo del arte y la tecnología artefactual. Sin embargo sabemos que cada persona es un mundo y, de repente, un objeto, textura o color nos habla fijando sus ojos en nuestras pupilas y nos dice:"poesía eres tú" (o lo que sea que soñemos que nos digan las cosas). Desde que me conozco siempre he esperado mensajes cifrados en las cosas que den sentido a mi pobre vida. Sé que poquito puede esperarse del humano animal pero de las cosas....¡uh, creo que todos anhelamos una zarza ardiendo desde que Moisés nos contó lo suyo en lo alto del Sinaí!.
El Monumento al Renacimiento de África en Dakar tiene tantas connotaciones que uno debe que ser insensible para no caer en su aura de colorín y guirlache. No sobran personajes en la tragicomedia. El presidente del país exige parte de los beneficios que se puedan obtener por el artefacto dado que suya fue la idea (¿se imaginan a todos los presidentes del mundo reclamando derechos por la reproducción ya no de sus palabras sino de sus ideas y enloquecidos en el diseño de parques temáticos-disneylandianos?). Luego aparecen los norcoreanos, autores materiales de la obra (Ah, incrédulos, ¿acaso creían que no existía el arte norcoreano?) y los clérigos musulmanes (religión mayoritaria en Senegal) que condenan la desnudez de la muchacha y, a las bravas, la iconolatría. Luego entran por el fondo los teóricos del arte que, sin condenar la estética del "realismo socialista", rechazan la monumental obra por no ajustarse a los cánones de la estética africana, estética ésta que supongo precisa de instituciones, subvenciones y becas para ser creada, desvelada o presentada. Luego hay pobres y un gasto de más de 19 millones de euros y turistas que subirán por esa estatua a contemplar la ciudad y el mar. Y la comparativa con la Estatua de la Libertad neoyorquina.
No sé si se puede decir "renacimiento africano" sin ser considerado un provocador. Son muchos los que opinan que hablar de renacimiento en África es asunto de broma sangrante. La figura de la familia heroica - enseñe ella una teta o no- nos resulta triste. Titular Sagrada familia al conjunto ofendería pero el niño no puede por menos de dejar de recordarme a Jesusito de mi vida.

Sin embargo, en mi existencia limitada, el contraste entre la chatarra - recordé de inmediato a Ballard y su Crash - , el impostadísimo heroismo de la escultura - sólo con sentido en alguna varieté cabaretera - y los buitres que habían perdido su titánica simbología, me llevaron a comprender por un segundo el gracioso idiotismo del mundo que se nos ofrece a los mortales. Decía J.G Ballard que si no existiera la tradición literaria y los escritores de ahora debieran empezar a escribir desde un grado cero de imaginería, sus relatos serían textos parecidos a la ciencia ficción. Tal vez tenga razón, y desde esta imagen de los coches achatarrados, las esculturas monumentales creadas en altos hornos norcoreanos y las rapaces envenenadas por plomo o DDT, pueda construirse una cartografía del futuro que nos espera.
(¿Está permitido reírse?).
Imagen:: Monumento al Renacimiento Africano (Dakar, Senegal). Fuente de la segunda imagen: El País
2 comentarios:
he estado muy cerquita de ir a Africa,
pero
todo se estropeó
ay.
tortu, tout va bien?
Lamento tu fracaso africano aunque supongo que fracasar es una forma muy espiritual de acercarse a África.
La Tortu va (y viene)
Gracias por el saludo.
Besos(africanos).
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