domingo, 8 de noviembre de 2009

ADICCIÓN (CUATRO). LA ESFINGE

Escuchar a The Human League, Ultravox, Spandau Ballet.

Escribir sin parar desde hace cuatro horas. Escribir ahora por impulso. No es poesía; es terapia. No es metafísica; es esfuerzo clínico. No es sino perder el tiempo cuando el Templo se desmorona. Entre las ruinas bailo...

Don't you want me baby?
Don't you want me - oh
Don't you want me baby ?
Don't you want me - oh


Soy frívolo e inmoral. Repugno a mis hijos - y eso que son raperos. Escribo y bailo mientras Bono canta su canción y nos dice que los niños mueren hoy y mañana sin que nosotros paremos de engullir. And it's true we are immune /When fact is fiction and TV reality/And today the millions cry/We eat and drink while tomorrow they die/(Sunday, Bloody Sunday)

Sudoroso abandono el baile:

¿Y si convocamos una huelga de hambre masiva?

¿Y si postulamos la anorexia global?

Me interrogo (filosófico): ¿puede haber huelgas de hambres masivas o son siempre actos individualísimos, cosa de terroristas o de santones? ¿Por qué nadie las convoca? En una semana, ¿destruiríamos revolucionariamente la industria alimentaria? ¿Podemos exigir con nuestro ayuno y nuestra muerte el pan y el agua para todos los niños?. Escribir mientras Bono canta su canción sobre los niños que mueren es de una frivolidad subida. Escuchar Love Action de The Human league es un pasada cuando tantos sufren penas de amor y de acción y de hambre.

Chantal Maillard insiste en que "las cosas son demasiado intensas. Es preciso disminuirlas, convertilas en cosas". Gracias Chantal por apoyarme, por justificar mi frivolidad. Tengo que reducir la intensidad de las cosas. Llevo más de cuatro horas tratando de disminuirme, de reducir mi corazón a objeto, mis dudas a espacios cercados. Mato sentimientos; me asesino en la calle gris de Viena. Llevo mi corazón (latiendo aún) a la Selva Negra, cerca de la cabaña de Heidegger, tratando de encontrar la serenidad mientras recito, como mantra romántico, los versos de Hörderlin: Poéticamente habita el hombre ...

Bailo. Estoy en las calles de Berlín. En la Puerta de Brandemburgo bailando a U2 en su recital de Dublín de 1986. La escritura debía salvar a Europa. La Escritura, las Escrituras, Las Sagradas Escrituras.... y ahora, desbordada la escritura en blogger, twitter and Co. precisamos más dosis, más pureza y nunca nos sentimos tan tentados de dejar de escribir. Muerte por síndrome de abstinencia.

Bailo solo en la oscuridad - como Bjork - a Depeche Mode: Enjoy the silence!!

Armonizo, como puedo, lo que siento, lo que pienso, lo que oigo... ¿Y si callara y dejara que el caos invadiera la casa?

La escritura sirve cada vez para menos. Al principio escribía una hojita cada día o cuando me acordaba y su efecto reparador de duraba casi toda la jornada. Ahora me chuto cada día horas y horas. He dejado de leer y de comer. Nada de sexo disruptor. Sólo escritura y baile. Spandau Ballet: Be free whith your love. No puedo razonar. Sólo dejar que las palabras se delicen con más o menos luminosidad y entren en el centro de mi cerebro.

Mientras los niños mueren y la casa se descompone. Un niño llora histérico en la habitación. Un padre castiga como si fuera Dios. Los padres son una especie alienígena:

Don't you want me baby?

Seguramente es suficiente con la madre y la PSP.

Bailo, escribo y Serenus me interroga sobre la escuela y los 18 años y la obligatoriedad. Reflexiono, pero lo hago mal.

Poetizo.

Miro a Patti y a Bjork. Son mis dos esfinges. Pregunto y no contestan. Preguntan y no respondo. Callamos y nos miramos. Se lanzan sobre mi cuerpo y me devoran. Las esfinges me mantienen calladito con sus preguntas para así, cazarme mejor. Me preguntan:

¿Qué hora son mi corazón?

Poetizo, frivolizo, escribo y me agoto. Hoy no hago huelga y los niños mueren de hambre. Cientos.

Imágenes: Robert Mapplethorpe: Patti Smith 1976
Bjork

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