lunes, 9 de noviembre de 2009

FICCIÓN (CINCO).VIENA (Dancing with tears in my eyes)

Ella está ahora en un café de Viena. Los pronósticos meteorológicos para mañana hablan de 2 grados de mínima y 9 de máxima. Lluvia. Hoy no llueve pero el clima no es apacible. Ella está en Viena ahora(20:12) pero yo no lo sabía. Yo creía que era japonesa y más joven; una chica como de Haruki Murakami. Lo de Viena me lo ha tenido que contar una amiga. Bueno ella (mi amiga) creía que estaba en Praga y leía a Kundera. No sé, le dije ¿estás segura?Quizás viste tu reflejo en un cristal cuando paseabas con ese abrigo largo-largo y te confundiste con ella. Eso pasa a veces. Uno cree ver a otro pero se ve a sí mismo.

Dejemos claro que ella está en Viena tomando café y fumando - aunque no fuma normalmente. Con gusto se pediría un pastel pero no lo hace. Cree que es demasiada compañía (la del pastel). Las tías, a veces, se acompañan con pasteles y chocolate. Son cosas de su sexo y de lo novelescas que son. A mi me parece bien. En general me parece bien casi todo lo que hacen las mujeres. En cambio, con los hombres soy más crítico. Quiero decir: a veces me repugnan. Mi heterosexualidad está como desbordada por la parte del espíritu. Eso me dijo el psiquiatra.

Yo nunca he estado en Viena. Tampoco me atrae mucho la idea de ir y, si lo hago lo haré, ahora, por ella. Ella medita. Hace cuentas vitales: tiene un amigo por el que ha hecho algo inmoral y además tenía un amante joven al que ha abandonado. No va a tener un hijo con él - aunque hubiera podido y hace sólo una semana era una posibilidad. Ahora no. En realidad tampoco era una posibilidad hace unas semanas aunque la biología y los análisis se empeñaran en desmentirlo. No. Él se entusiasmó con la cosa y, por eso, le tuvo de mandar al cuerno. Y de paso ella se fue también. Luego conoció a su amigo y esté se enganchó a ella de mala manera. Y ella a él. No hicieron nada(sexual, quiero decir) pero si lo hubieran hecho no se hubiese quedado embarazada: las embarazadas no se quedan embarazadas (je,je). Normalmente. Pero el tío del hospital no quería sexo. Quería charla. Como ella. Hablaban de viajes y excursiones de primavera. Pero imaginaban como en abstracto porque no decían: oye, podemos ir aquí o allá. No. Hablaban de viajes que sucedían fuera de ellos, o cuando ellos no estaban juntos. Luego hablaron de su heridas. Al final hicieron una tontería que además de inútil era inmoral.




Ella, que está en Viena, no busca ni amigo ni amante. No quiere pasteles que le hagan el amor. Se fuma un cigarro - y le sientan mal. Necesito un abrazo que dure mucho, mucho, mucho. Toda una tarde por ejemplo. Pero no deseo que nadie me abrace. Un abrazo sin brazos. Raro. Pero yo - que no estoy en Viena y que ni siquiera conozco Viena - se lo voy a dar porque allí no tengo brazos. Pero llevo toda la tarde con ella. Dando vueltas a su alrededor como si fuera una puta cámara. Y quiero que sienta mi calor y la presión de mi abrazo. Aunque haya hecho cosas malas. La abrazo y callo porque mi voz no llega a Viena ni de coña. Bailo a su alrededor con lágrimas en los ojos. Descubro los secretos de la ficción y bailo.


Imagen: Marc Chagall (Por encima de la ciudad, 1914-8)
Viena:Burgtheater
Vídeo: Ultravox: Vienna; Dancing with tears in my eyes


1 comentario:

Rebeca dijo...

Preciosa esta entrada