sábado, 8 de mayo de 2010

PRONOMBRES PERSONALES( FANTASÍAS DOLIENTES DE UNA VARIABLE)

X es una variable.

ELLA. Ella ha dejado de escribirle sin aviso de cese de servicio. Los pequeños rituales cromáticos (cañas & cigarettes) que hacían la vida de X un poco menos decolorada se disuelven porque ella ya no dice las palabras mágicas de la invitación y la ceremonia de la charla. Todo esto duele a X tanto que le gustaría convertirse en algún animal enérgico que rugiera con fuerza en el desierto pidiendo una explicación. Pero no puede. X no es camello, ni león ni niño artista. X es una variable bicéfala que sabe que lo que separa la sonrisa encantadora de lo ridículo es tan pequeñito como el puente vergonzante que une a lo bello con el kitsch. Esa pequeña diferencia es la herida que se abre en la piel de X y que no tiene entidad para matar ni desangrar siquiera.

ÉL.
Él le llama a X de todo y en el universo de los posibles valores que puede tomar X, la variable se enerva con vocecilla en grito para dejar que finalmente él haga lo que le dé la gana porque le puede en locura y juventud. X quisiera vaciarse del todo como quien vomita por un disgusto. X no sabe si él es malo o loco o está en edad de machacar variables. X no sabe nada porque es una variable sola ante el peligro que llegó al Saloon con pistolas de plástico que lanzaban chorritos de agua. X no es Gary Cooper.


Tú. Un hueco con navaja que desgarra la piel de X. El tú sólo puede ser un él o ella y no cabe el plural simultáneamente porque el tú declina el amor. Si suponemos, como se dice en el común, que es bueno ser un tú para alguien, que no quepa el plural (túes) es injusto para el resto. Pero así son las cosas. Supongo que es deriva de los tiempos del Tú como Dios o, más en recta razón, el tú como Jesusito de mi vida eres niño como yo. Cuando X olvidó esta plegaria perdió el yo. Ahora repite mecánicamente los versitos pero parece que ya no funciona el artilugio oracional.

YO. Tenía un yo antes de ser X. Tal vez sea un falso recuerdo implantado por el artefacto ideológico romántico.

Creo que alguien se ha comido mi yo y me siento haz de impresiones humeana sin hábitos ni pequeños rituales de composición. Era bonito ser/tener un yo pero quizás es sólo nostalgia (o la nostalgia es la última sombra del yo o todo, yo y nostalgia, son fantasmagorías).

Nosotros. Me ubican en patria o quinta columna, en clase o gremio. Nosotros ¿qué es este pronombre para la variable X? Desde luego, sólo siento por Y y Z una cierta solidaridad nacida del sufrimiento por ser los últimos de las lista. No me gusta la especie y, si me apuran, tampoco el ser y su levedad/gravedad. Como a Boris Vian, sólo me resultan interesantes las chicas bonitas y la música de Duke Ellington (o Schumann que es lo que ahora suena). La realidad es el precio que parece debemos pagar para que se exhiban los mundos etéreos.

Nosotros: nos y otros. Mantiene, pues, la palabra la fisura y el otro siempre está al otro lado, a dos o tres horas en barca cruzando todo el lago de la profunda indiferencia.

Vosotros. A X le gusta el vosotros porque, en su distanciamiento, mantienen una cortesía civilizada y falsa, tremendamente deliciosa. Acepta gentil la quiebra - nos, vos y los otros - y no se anda con tontunas de cánticos de madrugada alcohólica en el modo Asturias patria querida. El vosotros usa la inteligencia allí donde el nosotros flipa en su intoxicación unitarista.

ELLOS. La variable se define en forma lógica (contingente) por el influjo de ellos. Ellos, fuerzas constituyentes, anulan la creencia en un yo caballero (aunque podemos engañarnos y trabajar el método para el encuentro con un yo profundo y otras paridas). X es variable atravesada por ellos y ellos la definen como referente de sus caprichos, necesidades o perversiones. X como saco pugilístico de la nada de él o capricho o rareza de ella(que bosteza). X como nostalgia irónica del yo e hilo suelto en un tejido nosotros.

Ellos, ahí fuera, me hacen la vida mientras duermo sin esperar beso belladurmiente.

Imágenes: Gary Cooper; de Chema Madoz

2 comentarios:

PÁJARO DE CHINA dijo...

"La realidad es el precio que debemos pagar para ver los mundos etéreos". La última línea, que habla de ellos, que "me hacen la vida mientras duermo", sin besobelladurmiente.

Intrépido. ¿Podrías escribir un diccionario? Poder, podrías. ¿Escribirías un diccionario, así? ¿Un glosario?

Beso tu frente.

Luis González dijo...

Me gustan los diccionarios, las enciclopedias, las texturas arbitrarias de la palabra sujetas a la rígida geometría del abecedario o las estructuras gramaticales.

La realidad y lo etéreos. Ellos me hacen la vida (mientras duermo) y yo construyo un diccionario como venganza (¿Cabe vengarse de las fuerzas?¡¡INgenuo!!).