Leo un poema de Paul Eluard:
La tierra es azul como una naranja
No es ningún error las palabras no mienten
No os obligan a cantar
Dice: Jamais une erreur les mots ne mentent pas.
Manifiesto, pues, mi hipo con el lenguaje (¿contra el lenguaje? ¿cabe expresar el hipo contra algo o sólo con algo?). El lenguaje hipado me embalsama y me atrae como una amante viciosa de película X, impidiéndome salir a las cosas y golpearme la frente en el flujo de la acción. En el hipo me pierdo bajo la forma de la ridiculez: el hipo es ridículo en sus tres acepciones. El ansia, la convulsión respiratoria, el enojo... estructuras de temblor que nunca sabemos si anuncian demolición o espasmo orgásmico de onanista lingüístico. La petit mort ---- ¡¡ que idiotez de expresión gabacha!!.
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DRAE: hipo-. (Del gr. ὑπο-). 1. elem. compos. Significa 'debajo de' o 'escasez de'.
El prefijo como síntesis de la entrada DRAE. Escaso de oficio y sabiduría.
Necesito asesor fiscal con urgencia para determinar qué debo a la vida o si, acaso, ya pagué de sobra el impuesto y cabe que me retire al bosque, que me torne emboscado.
Necesito gestor emocional ajeno a mi corazón. No vale la inteligencia por contaminada.
Necesito ayuda para acordonar el IRPF, sea, el afuera.
Hiposentimental en un yo hipertrofiado.
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Él. Espejo de feria o esperpento (yo o él o ambos o todos o todos menos nosotros).
Yo como yugo-buey.
Yo como Cecilia crucificada ascendiendo a una nave aliénígena con forma de Seat 124.
Yo soy Lg diluido-diluyéndome como el terrón de azúcar en el té (tomo té sin azúcar para subrayar la amargura).
Yo como yo hipertrofiado por la inmadura y ya larga exposición al romanticismo.
Yo críptico o cripta.
Él, el no-yo que entra como espada en la buba existencial
y dice "te reviento".
y dice "te reviento".
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Verbos dedicados
Me abro el alma de par en par y noto que es mentira el abrirse.
Noto que lo que nos encadena simula ser eterno. Siento en el extremo de la violencia que le amo.
Me gusta la expresión "te reviento" (la cara, la cabeza...). Vulgar y exagerada.
Digo al lenguaje: te reviento. Y mi imaginación se excita intentando ser montada por la inteligencia y su pose civilizatoria. La inteligencia civilizada nos ofrece su cara viciosa disimulando toda la excitación y la proximidad del climax que desmonta el rito en la mueca ridícula
Imagen: Rubens: Saturno devorando a su hijo (1636)
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