domingo, 16 de mayo de 2010

Sin título (Así que es esto lo que me ofrece el destino)


"Me pasaba días enteros fantaseando y soñando; a pesar de todo, jamás supe lo que realmente anhelaba. Lo sabía y al mismo tiempo lo ignoraba. Pero amaba con pasión mi confuso anhelo y no habría querido verlo desaparecer bajo ningún concepto"
(Robert Walser: Tobold II)





Imagen: José de Ribera: San Sebastián, fragmento (1651)

1 comentario:

PÁJARO DE CHINA dijo...

En eso estamos, intuyo. El objeto de deseo es difuso, pero lo único que nos redime es la permanencia obstinada en el deseo.