miércoles, 19 de mayo de 2010

Sin título (sin alma y con belleza)



La nieve como escala.Verticalidad alquímica que conduce al cuerpo sin alma.

Robertito simulaba su extravío en el lago para poder contemplar los rostros queridos de papá y mamá en su ausencia (con su ausencia). La búsqueda de la ternura de las cosas en la propia muerte.

Muere en la decepción el encanto. La Gran Decepción. Renazco en el cadáver de Walser sobre la nieve.

En la escala de la sabiduría las negras huellas sobre la nieve son cuervos que marcan el registro geológico del año del espejismo.

"Pues ¿qué era un muerto? Oh, una incitación a la vida. Nada más" (Robert Walser)


¿De quién son esas huellas? ¿De Robert? ¿Del campesino que descubre al loco muerto? ¿De la camarilla judicial que anota y da fe de la defunción haciendo posible el levantamiento del cadáver? Por otro lado, ¿quién estaba atento al detalle para que la última foto no desluciera en la Obra abandonada de Walser? ¿Fui yo el fotógrafo o el secretario judicial? Muero en la Gran Decepción y broto como árbol atento el oído a las nuevas imágenes, su ternura y sus brillos.



Imagen: Robert Walser, cadáver. 25 de diciembre de 1956.


1 comentario:

PÁJARO DE CHINA dijo...

Esa es la imagen, devastadora y tiernísima, de la soledad radical en la que vivimos. Quisiera abrazarlo, aunque ya no esté allí.

Sean de quien sean las huellas, se detienen frente a una fractura infranqueable abierta en la nieve, que no se ve.

Besos insomnes.