Dice Patrick Harpur ("El fuego secreto de los filósofos"):
"Nos guste o no, sufrimos la enfermedad, el duelo, la traición y la angustia en medida suficiente. El secreto es utilizar esas experiencia para autoiniciarnos. Sin embargo, habitualmente se nos induce a buscarles remedios en lugar de sacarles provecho para autotransformarnos".
Dice, mujer sabia, la mariélica Pájaro de China:
Hay encanto en el ridículo. Si la ridiculez implica dislocación, llegada tarde al canon, ruptura inconsciente de los códigos, dificultad en los procedimientos de la praxis ... hasta podría pasar por dandysmo
Dice Robert Walser:
" El escritor que tiene más posibilidades
de cosechar éxit0 es aquel que se
empequeñece al máximo, tanto ante
los contemporáneos como ante la
posteridad"
Empequeñecerme en el rito de iniciación hacia lo Otro....¿Qué Otro? ¿el post- ridículo? ¿el trans- encanto? Creo que cabe una escritura en tránsito, entre la ficción o la poesía y la meditación filosófica. Mejor dicho: hay toda una tradición. Quizás aburra por pesada o provoque sonrisas malévolas por ligera. Sería útil escribir, a modo de Nietzsche, un Ecce Homo en el que explique por qué mis contemporáneos me invisibilizan.
En el reinado filosófico de la visibilidad precaria - escribo luego escribo - me subrayo dejando caer mi sangre en el pergamino que me da el cuervo para la firma:"Never more, never more". Me inicio en la traición de las cosas hacia nuevas visibilidades : el encuentro con la ternura de las cosas (que son las de siempre reforzadas por la experiencia doliente).
Soy tortuga bicéfala, perro amarillo de Marc y gato marramiau. También el mono que mira hacia atrás no convertido en estatua de sal sino en purito temblor visionario
Meditaré ese dandysmo de lo ridículo . Ortega - le cito dos días seguidos, será la fiebre -
apostaba a la hora de marcar los tipos -modelos vitales para la era técnica al Hidalgo español, una suerte de trasunto empobrecido del Gentleman inglés - ¡ imposible ser gentleman hispano!. El hidalgo es sustituto pobre, elegante y ridículo del espíritu liberal y deportivo del caballero. El hidalgo tienen "dificultades en los procedimientos de la praxis".
Nota: la imagen, claro, de Ribera, venciendo la luz en el claroscuro y blindando el cuerpo dormido a las intromisiones de los falsos testimonios y las princesas caprichosas . ¿Qué sueña en estos momentos San Sebastián? ¿Sigue en el gozo del asaetamiento? Me transfiguro en su espectro...y, sí, en efecto, estamos ambos en un extraño placer. Sssss!! Déjenme solo, por favor. Duermo con Endimión.
3 comentarios:
"El escritor que tiene más posibilidades
de cosechar éxito es aquel que se
empequeñece al máximo",
pero
¿qué se entiende por empequeñecer?
¿no hay en el supuesto ridículo del dandy un deseo de ser visto a toda costa?
puagg
estoy harta de dandys. Huyo de ellos despavorida. Se me abre una brecha en la tripa cuando los veo, lo mismo que me pasa en los centros comerciales.
:+
No sé qué es "empequeñecer" asociado a tener "éxito" (uno díría que unir amabas palabras es un contrasentido). Quizás haya que interpretar "éxito" como algo distinto al triunfo comercial o la gloria en el presente, la popularidad y la extrema visibilidad del escritor exhibido (el que tiene sello y firma).
Respecto al ridículo y el dandy yo no pienso en el "ridículo del dandy" sino que el hombre ridículo, empequeñecido por su torpeza, tiene un elemento de orgullo y de aristocratismo irónico, que hace que pueda ser una figura querida o, al menos, soportada. O quizás es que yo, que vivo últimamente mucho en el ridículo me intento salvar deseperadamente haciendo de la necesidad virtus (Acabo de hacer esta tarde noche una cosa tan ridícula y tonta que, al momento de hacerla, me he sentido como Gulliver en el país de los gigantes. Sin embargo, a la par que me sentía humillado por mi falta de tacto, de saber hacer, por mi mala praxis de payaso, me he reído de mi un buen rato y esa risa, querida RAB, me ha hecho sentir bien. Y sentirse bien un ratito está bien aunque no pueda ser objetivo vital)
Gracias por el comentarios
Tu escritura es tan polisémica que no merece cita de pájaro alguno, de verdad.
Una escritura en tránsito hacia la ternura. Sí, eso es todo.
Hacia una sistematización del ridículo:
(i) El ridículo del dandy como acto de resistencia. El dandy como resistente solitario (Brummell, Baudelaire, Wilde ...).
(ii) Hay un lugar del que nunca se vuelve. Es el ridículo (Gral. Perón dixit). (¿Las mujeres colagenadas que se resisten a envejecer?).
(iii) El ridículo normalizado e impuesto como moda (¿Lady GaGa?).
Visibilidad e invisibilidad: Dos formas de resistir, nacidas de la traición (la herida original). La segunda no puede ser cooptada, pero es invariablemente individual. Me emociona como el acto aislado de enmudecer.
Besos pensativos.
Publicar un comentario