La petite danseuse de quatorze ans(Edgar Degas, 1881)
Marilyn Monroe por Richard Avedon (1962)
Las miradas se cruzan en una exposición. Es una experiencia habitual que ya he comentado y de la cual no es necesario hacer mayores bromas. La Bicéfala se enamora de los ojos que miran.
Yo pude contemplar a Marilyn contemplando a la bailarina de Degas.
Yo pude ser los ojos que no parecían ver los ojos de Marilyn en 1962.
Yo pude ser la niña-diosa que deformó su cuerpo y su mirada para mejor ver el siglo que se avecinaba a través de la cuarta posición de la danza.
Yo pude ser Degas:un ojo ajeno a la desolación del deseo y la demolición de imperios.
Nadie habla. Quizás yo sea quien lo haga en las próximas páginas.
2 comentarios:
Vengo por aquí desde la bitácora de Stalker, después de haber leído tu comentario con el que estoy bastante de acuerdo en general. Y ¿qué me encuentro? a Marylin. Estoy leyendo sus notas y carnés que acaban de publicar en Francia, hermosos y terribles, que revelan todo aquello que en su época muy pocos intuían, su inteligencia sensible a la par de su fragilidad. Y hace dos días leí la historia de la foto de Avedon. Así que mi visita a tu casa me colma de placer. Y me voy con esos silencios y tu mirada.
Saludo
Gracias por la presencia. Y acepte la hospitalidad de esta humilde morada en la que nunca sobran dos ojos.
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