martes, 17 de marzo de 2009

LA CUESTIÓN ESCOLAR (SIN BICÉFALA) DOS

JORNADA SEGUNDA

1.- El tic-tac del tedio escolar clásico no se conjuga adecuadamente en la sociedad de la Tuenti-PSP. Sin embargo, convertir la escuela en espectáculo no se sabe a qué extraños lugares nos puede llevar. Ese es extremo peligro. Por eso debemos asumir el acto educativo en términos teatrales. La dramaturgia debe poner límite a la espectacularidad de los tiempos; está forzada a “marcar los tiempos”.


1.1. La pedagogía como dramaturgia. La retórica deviene pareja – no sierva – de la dialéctica (quizás más adelante, cuando se entre en intimidades, pueda desvelarse quién es estricta gobernante en esta extraña pareja). Curiosamente la escuela, institución del aprendizaje y del conocimiento, debe jugar alquímicamente con la mentira y la caricatura. Debemos mentir para que algunos jugadores continúen en la mesa. “Escolar” es a conocimiento como “caricatura” a retrato.


1.1.1. Las TIC sin la mesura o marca del canon escolar son inicio de perversión (pedagógica).

2.0. En “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” de P.K.Dick los humanos construyen su existencia entre el Amigo Buster – signo y cifra del Show TV: el entretenimiento - y el Mercerismo – una neo-religión de corte extático y comunitario: la espiritualidad. Creo que esta dualidad marca camino en la reflexión pedagógica.

2.0.1 La escuela es espacio de conocimiento y aprendizaje. Ahora bien: en ella también se tiene que bautizar al alumno con una cierta concepción del sacrificio - como gestor de transformaciones cognoscitivas – opuesto al hedonismo dominante en la sociedad del entre-tener. Del mismo modo el sentido comunitario – el pacto y el cuidado que construyen la vida social - parece que debe ser tematizado escolarmente para limitar la atomización que nos conforma en los tiempos de la Bowling Alone.


2.0.2 La escuela prepara para el combate con el mundo. De algún modo, es “militar” en su textura. Esta “estructura de apropiación” militar del alma infantil debe ser circunvalada dramatúrgicamente para que la obediencia no esterilice el alma. La dramaturgia permite dar paso a la ironía y la crítica (bien es verdad que de un modo medido, escolar). Esta aporía define la escuela.


2.0.3 . El tardo-capitalismo en crisis (¿si?) nos individualiza como borregos a través del placer barato que, si sensatos, nos haría llorar y orinar sangre. A veces, como alternativa, nos propone extravagantes integrismos que enrojecen.


2.0.4 . Estos componentes de sacrificio y comunidad que se añaden a la enseñanza de los contenidos positivos por parte de expertos exigen medidas socializantes y tienen que ver con un cambio de actitudes. En los cimientos la (aparentemente neutra) transmisión del saber exige un cambio existencial y social --- entre otras cosas porque los alumnos ya no vienen de casas aseados en disciplina y responsabilidad. Por eso se justifica que en la escuela habiten los sabios y los desvalidos, los poetas y los alienados. Sólo esto justificaría la escuela “integrada”.


2.0.4.1. La escuela debe ser espacio de terapia y socialización. Ambas funciones articulan la transmisión de saberes y habilidades en un decálogo que debe imponerse con pacto y cuidado, con látigo y espuela , seda y caricia. En la escuela hay una violencia legítima que la supresión de los castigos corporales no debe hacernos olvidar.


2.1. ¿Quién puede matar a un ruiseñor con diez asignaturas si en la calle claman el hip hop y The Grand Theft Auto: Vice City Stories ? Nadie. No hay pervertido ni criminal capaz de vencer a la Voluntad que se ha adueñado de las jóvenes cabezas. La Voluntad demoníaca dice: ¿para qué el sacrificio y el cuidado? (En el Orbe de los juegos electrónicos el “cuidado social” no abunda– el Tamagochi está de capa caída – y la idea de sacrificio es pura caricatura) .


2.1.1. ¿Cuánto tardarán en aprender las muchachas – esa esperanza blanca del trabajo escolar - que la lectura y el estudio tampoco son cosa de niñas? ¿Cuánto falta para que el sexo débil descubra dónde se esconde la fuerza del showbusiness?.


2.2. Nos salvaría la conversión (espontánea) al poema o al polinomio del chaval. Pero el duende nos debe capturar trabajando. Contra la Voluntad Demoníaca del Espectáculo Total y a la espera serena del duende.


“poéticamente habita
el hombre en esta tierra”(Hörderlin)


2.2.1. Lo más probable – y hablo por experiencia – es que a los chicos les pille la inspiración fuera de la escuela, ante la pantalla del videojuego o en performances inconscientes de las neurosis de los adultos(botellón, agrupaciones, club..).


2.2.1.1. ¿Cómo introducir nuestros dedos pedagógicos en esos mundos complejos extra-escolares? Quizás no olvidándonos de ellos en la escuela. Otro gran dilema: ¿debe la escuela acabar en la puerta del patio o debe también diluirse- con disfraz si fuere menester – en lo que sucede ahí fuera, para estar presente si la llamada del saber tiene lugar en horario distinto? ¿Es esto totalitarismo? Aunque ¿no somos los Santos Caballeros del Saber y debemos defender la causa allí donde pueda surgir?


2.2.1.2. Cuestión psico-social: Nunca los niños adquirieron tan pronto los rictus patológicos de los padres. Efecto de la TV y la navegación web, la PSP y el pop-para-niños (Manga, hip-hop, deporte de masas, etcétera). Quizás también del abandono que subyace a la sociedad de la hiperprotección. Nunca los adultos mantuvimos tanto tiempo los afanes del adolescente.


3. A pesar de todo debemos cuidar la escuela. Una vez al año, por lo menos, limpiar los cristales, encerar los suelos y reponer borradores. Expedir títulos y diseñar horario. Dar notas en boletines de colores. Crear listas de libros. Mantener los ritos y cuidar a sus sacerdotes. Esta tarea del cuidado material es tarea de los que se ocupan de la cosa. El profesor debe ser vigilante. La vigilancia como propedéutica de toda la dialéctica (o cómo vas a imponer el saber y la disciplina si no eres capaza de mantener el suelo libre de papeles).

3.0. Y dedicar el verano, oh hermanos profesores, a reparar la honestidad cuarteada. Ser honrados después del claustro de septiembre cuando se han desvelado los horarios. Con orden ritual y honradez renovada podemos empezar una tarea marcada por un cierta imposibilidad. ¡DRAMATURGIA!


3.1.También es obvio, y por eso nada digo, que para mantener la escuela en los años de derrota se precisa “calidad del profesorado” y “sensatez de las leyes”. Sin embargo, la obsesión por la legalidad como eje de todos los males me parece que confunde. El mal está ahí fuera: son los tiempos. Las leyes educativas son espuma – por eso se las cambia con tanta alegría y no se teme que entren en contradicciones. Pero no bajemos la guardia: leyes inanes pueden atarnos en el futuro con cadenas de bronce. Lo uno no quita lo otro.


3.2. Reducir la violencia es tan elemental como el vaciado de las papeleras . Sin embargo hay que asumir que la escuela es institución de violencia legítima (la violencia del esfuerzo). Por eso, en efecto, la lucha contra la violencia no legítima es tarea de los Santos Caballeros del Saber. De todos. Hay un compromiso ético-socializante en los mínimos de la tarea de transmisión del saber.

Bicéfala dice: la ampliación de la tarea, aún bajo la forma de la militarización dramatúrgica, puede acabar destruyendo toda la casa escolar. ¿No es mejor la simplificación: la escuela como espacio de aprendizaje? Quien mucho abarca poco aprieta...Amigo, amado, dedíquemonos a la poética existencial, abandona el compromiso, déjate llevar por los vientos. Al menos inscríbete en la escuela de los estoicos.

3 comentarios:

Serenus Zeitbloom dijo...

Qué sensata la Bicéfala. Mas lo importante es que resistas y no firmes.

Serenus Zeitbloom dijo...

¿Conocías este video?

http://www.youtube.com/watch?v=5jbycc0zHVA

Luis González dijo...

Me reafirmo, pese a la sensatez bicéfala, en la idea: la escuela es conocimiento pero también terapia y socialización, vigilancia y resistencia. Respecto al vídeo ... ¿realmente piensan aplicar eso que dicen con ímpetu?